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Red Internacional
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Opinion. Piñera busca militarizar servicios estratégicos del País ¿Miedo a que se extienda la protesta en áreas claves?

A través de sus redes sociales Piñera, dio a conocer el proyecto de ley que busca la intervención de las Fuerzas Armadas para el cuidado de la denominada “infraestructura crítica”. Puertos, plantas de gas, generadoras de energía, transporte urbano, entre otros podrán ser custodiados por militares sin decretar estado de emergencia ¿Miedo a que la crisis social se organice en áreas claves?

Miércoles 27 de noviembre de 2019

Al respecto, Piñera reveló que se protegerían recintos como las plantas de agua potable, sistemas de telecomunicaciones, líneas eléctricas, hospitales, estaciones de Metro, entre otros.

El proyecto de ley modificaría la ley orgánica constitucional de las fuerzas armadas estableciendo el rol de estas para cuidar la denominada “infraestructura critica”.

Además, hizo un llamado al Congreso a que «acelere y apruebe las leyes que hemos propuesto. Por ejemplo, la ley que moderniza a Carabineros, la ley que protege a nuestras policías, la ley antiencapuchado».

El controversial proyecto es parte de las medidas securitarias que ha venido instalando el gobierno.

Además de sacar a los militares a las calles estos estarían “exentos de responsabilidad penal” aplicables al personal militar que “defiende infraestructura critica (legítima defensa, cumplimiento de un deber)” y además establece que será el Presidente de la Republica quien determinara las reglas para el uso de la fuerza por medio de un decreto supremo expendido por el ministerio de defensa nacional.

Supuestamente el proyecto “otorgaría mayor densidad normativa para el actuar de FFAA” pero lo cierto es que los artículos añadidos a la ley 18.948, orgánica constitucional de las FFAA consagra mayores atribuciones del presidente y consagra impunidad para las FFAA desligando toda responsabilidad penal en sus acciones.

Es chipe libre para los militares, después de un mes de protestas y del contundente informe de amnistía Internacional y Human rights watch. Con una represión sistemática y generalizada, con miles de detenciones, torturas y decenas de asesinados.

Tras el acuerdo firmado con lo oposición, esta es la “Paz” que busca instalar Piñera. Indagan todas las vías posibles para blindar el régimen impugnado a un mes de iniciada la rebelión popular en Chile.

¿Por qué proteger militarmente la denominada “infraestructura critica”?

El proyecto desarrolla las diferentes visiones sobre lo que puede considerarse como “infraestructura critica” según las normativas en España e Inglaterra. Se incluyen áreas de transporte y generación de energía, algunas difieren sobre las áreas administrativas y financieras, pero todas parten de la definición común de que estas zonas “garantizan funciones fundamentales para el funcionamiento del estado” y que tienen un “alto impacto económico y social”

Áreas claves que abrirían podrían abrir una crisis estatal, y explícitamente menciona “Se entienden comprendidos en dicho concepto, la infraestructura energética, redes y sistemas de telecomuniciones, infraestructura de servicios sanitarios, hospitales, hospitales, centros de abastecimiento, puertos y aeropuertos. La protección incluye los bienes inmuebles, equipos y sistemas que sean necesarios”

Hay que golpear donde les duele

A un mes de iniciada la rebelión popular en Chile el gobierno, por diferentes vías, ha podido sortear el odio de millones que gritaron por #FueraPiñera. Paros nacionales, protestas en todo el país se hicieron sentir contra todas las herencias de la dictadura.

Pero el gobierno no ha caído. El acuerdo de Paz firmado con la ex concertación y con la venia de cuatro partidos del frente amplio le permitió retomar la iniciativa. La mesa de unidad social dirigida por el partido comunista y el frente amplio después de importantes jornadas de lucha ha decido pedir un dialogo con el ministro blumel para ser incluidos y poder “incidir” en el proceso de cambio constitucional.

Las manifestaciones que convocan tienen el objetivo de “presionar” para estar en mejores condiciones el dialogo con el gobierno, mejorar el plebiscito comprometido en abril mientras instalan “demandas sociales” muñequeando el debate sobre la agenda social que se desarrolla en el congreso.

Abandonaron la perspectiva de derribar al gobierno mas cuestionado de la historia de Chile y que carga tras de si decenas de asesinados, centenares de heridos y miles de detenidos.

La rebelión popular planteo la posibilidad de derribar a Piñera por medio de una huelga general para imponer una asamblea constituyente libre y soberana para terminar con el chile al servicio de un puñado de empresarios.

Pero el gran tope para que la fuerza expresada en las calles este ultimo mes pudiera dar un salto, no fue solo la acción de los partidos conciliadores, el PC y el frente amplio, que hoy buscan un dialogo con el gobierno entrando a su farsa de “pacto social”. También lo fueron las burocracias sindicales que mientras el pueblo trabajador y sectores de la clase trabajadora protestaban en todo el país se negaron a paralizar las áreas claves del funcionamiento del estado.

El 12 de noviembre corrió el rumor de un paro en la planta de ENAP ubicada en Quintero, que dejaría sin petróleo en dos días a la ciudad de Santiago. Sumado a la fuerza de los portuarios, que fue una de los sectores estratégicos que hizo un llamado a la huelga. El miedo que hoy busca blindar Piñera en las denominada “infraestructura crítica ” podría ser la fuerza para asentarle un golpe decisivo al gobierno.

La entrada de los batallones centrales de la clase trabajadora, sigue siendo una tarea fundamental. Y la necesidad urgente de que las centrales obreras llamen a un paro nacional y plan de lucha para hacerle frente a las medidas del gobierno.

La juventud que ha dado importantes ejemplos de combatividad y que hoy nuevamente es foco de represión y criminalización, debe utilizar todas sus fuerzas para unirse a los sectores estratégicos de la clase trabajadora ¡Por la libertad de todos los presos políticos! Y el juicio y castigo a los militares y policías asesinos.

Para terminar con las condiciones miserables de vida, con una educación, salud y vivienda precaria y para terminar con este régimen al servicio de una minoría de capitalistas. En sus áreas “criticas”, si la protesta llega hasta ahí, podemos darles donde más les duele.


Alejandra Valderrama

Redacción La Izquierda Diario Chile. Valparaíso, Chile