El gobierno chileno busca congelar la discusión del proyecto que ya fue aprobado por la Comisión de Trabajo en Diputados el 24 de julio, a la espera de los resultados del estudio de la Comisión Nacional de Productividad sobre su impacto económico.
Sábado 28 de septiembre de 2019 00:00
El proyecto de reducción de la jornada de trabajo a 40 horas, presentado por la diputada Camila Vallejo (PC), ha instalado el debate en el Congreso chileno. Se han expresado los sectores que se oponen tajantemente a la posibilidad de que las y los trabajadores reduzcan 5 horas de su jornada de trabajo a la semana. La bancada de Chile Vamos, coalición de derecha base del oficialismo, ha manifestado el rechazo a cualquier proyecto de ley que busque tocar las ganancias de los empresarios.
Ante el avance de la discusión en torno al debate de la reducción de la jornada laboral, el Gobierno recurrió a la Comisión Nacional de Productividad (CNP) para que, según ellos, realizaran una revisión sobre las implicancias que tendrá dicha ley ante la rebaja de la carga horaria y la productividad. Es decir, de qué manera esto afectará en el desarrollo productivo de las empresas privadas.
Son notorias las expectativas que tiene el Gobierno sobre las conclusiones finales del primer informe del CNP, el cual será entregado a mediados de noviembre. No es azaroso que los diputados de Chile Vamos apelaran a una comisión que se enfoca meramente en el rendimiento de los trabajadores y la influencia de éste en las ganancias empresariales, y no en mejorar las condiciones laborales para les trabajadores.
En la misma línea, el Obispo Jorge Méndez, integrante de la Iglesia Evangélica, también cuestionó el proyecto de reducción de la jornada laboral en el Te Deum. Así mismo el diputado del partido del presidente Renovación Nacional, Nicolás Monckerberg, se refirió a que dicho proyecto podría traer consigo la baja del sueldo, por lo que no sería un buen proyecto de ley.
El Gobierno de Sebastián Piñera no duda en buscar todos los medios posible para que la reducción de la jornada laboral no se lleve adelante, considerando que el proyecto plantea el mantenimiento de la actual remuneración. Este gobierno de CEO defiende los intereses de las y los empresarios, que no están dispuestos a seguir pagando el mismo sueldo por menos trabajo.
A los empresarios no les importa la vida de sus trabajadores, o que gran parte de ellos tenga que pasar 45 horas a la semana -o más- para poder tener un sueldo mínimo, que ni si quiera alcanza para cubrir la canasta familiar. Lo único que les importa es aumentar sus ganancias.
La CUT y las distintas centrales sindicales, como el Colegio de Profesores o la Central Clasista de los y las Trabajadoras, así como las federaciones estudiantiles, tienen planteado tomar en sus manos la demanda por la reducción de la jornada laboral, no sólo porque es importante tener más tiempo de ocio para poder desarrollarse como persona, sino porque el gobierno y los empresarios harán todo lo posible para seguir manteniendo leyes, en este caso el código laboral, que sólo buscarán beneficiar a los empresarios, a pesar de que esto implique precarizar aún más la vida de los trabajadores y los sectores populares. Las centrales sindicales y estudiantiles deben ponerse a disposición de las necesidades de las trabajadores.