El fallo condenatorio o absolutorio para Gastón Hass será leído el 17 de marzo. La Fiscalía y la querella pidieron prisión de tres años. La defensa no pudo demostrar su inocencia.
Lunes 13 de marzo de 2017 17:10
En los Tribunales de Concepción del Uruguay se realizaron el viernes los alegatos por la causa que tiene a Gastón Hass como único imputado por las pintadas antisemitas tanto en la sinagoga Moisés Tefila L´Moisés, ubicada en San Martín y Barón Hirsch como en la sede de la Amia de Uchitel y San Martín, dañando la propiedad, hecho cometido “por odio de la religión”.
Tanto la Fiscalía como la querella expresaron que existen elementos suficientes para dar como responsable a Hass de los hechos por los que se lo acusa. considerando que son numerosos los indicios que los incriminan, más allá de que no se pueda tener la certeza.
Varios son las pruebas que lo incriminan: testimonios que ubican en la zona y en el horario al imputado con sus amigos; los mensajes que áste recibió por parte de quien fuera su novia, que en el momento de los allanamientos policiales se comunicaba con Hass y en uno de ellos le sugería ocultar una bandera, lo que consideraban era la sustraída en la sinagoga días antes; los aerosoles secuestrados en la casa de Hass, que si bien no estaban usados serían compatibles con los de las pintadas; los resultados periciales en las pintadas que realizó Carlos Rodolfo Orzuza, especialista en Criminalística Calígrafo de la ciudad de Paraná, que llevaron a determinar que existen coincidencias morfológicas con la prueba de escritura del acusado y otros puntos que a criterio de los acusadores, no deban la certeza plena, pero que conformaban en su sumatoria una prueba de la autoría.
La defensa por su parte, reforzó su discurso sobre la postura basada en uno de los dichos del querellante, “considerando fue el mismo doctor Arcusin que reconocía que no hay certezas para una condena, sino numerosos indicios y los abogados defensores destacaron que no debe quedar absolutamente ninguna duda para condenar”.
Por otro lado negaron que su cliente haya estado en el lugar y restaron importancia a los mensajes, al tiempo que aseguraron que el testigo de la Fiscalía, empleado del kiosco no dijo la verdad de lo sucedido.
Tanto la querella como la Fiscalía solicitaron la pena de tres años de prisión en suspenso, considerando como atenuante la edad del imputado y la situación carcelaria de la provincia, teniendo en cuenta que una pena de cumplimiento efectivo sería contra producente para su futuro.
Por su parte, la defensa pidió la absolución de Hass o, en su defecto, la absolución por el beneficio de la duda o en caso de ser declarado responsable, la aplicación de la pena mínima.