El Consejo de Ministros ha aprobado el plan ’Un país para volver’, un programa para “facilitar” la vuelta de jóvenes emigrados españoles. Tras esta pura formalidad el Gobierno pretende esconder la realidad que vive la mayoría de jóvenes en el Estado: paro, contratos basura, imposibilidad de estudiar e inestabilidad.
Clara Mallo Madrid | @ClaraMallo
Viernes 22 de marzo de 2019
Un pura formalidad para ganar simpatía en el escenario de campaña electoral.
El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes el plan ’Un país para volver’ con el que pretende que regresen un total de 23.000 personas al final del periodo propuesto, en 2020. El programa contará con una dotación presupuestaria de 24,2 millones de euros para este 2019 y 2020.
Además de la modestia presupuestaria para el objetivo de ayudar al retorno de aquellos jóvenes que emigraron buscando unas mejores condiciones laborales —se calcula entre 2009 y 2019 la población española residente en el extranjero se ha incrementado en más de un millón de personas—, la inconsistencia de las medidas es bastante abrumadora. Entre ellas: una tarifa plana de 60 euros en la cuota que pagan los autónomos a la Seguridad Social; facilitar la incorporación a plazas de coworkings; habilitar servicio de mediación laboral; 30, sí 30, becas Ramón y Cajal y Juan de la Cierva... Un chiste y un enorme ejercicio de cinismo por parte del Ejecutivo.
De lo que no habla el PSOE: la crisis de la juventud sin futuro.
El PSOE está "preocupado" por generar las condiciones que permitan la vuelta de muchos jóvenes que emigraron para buscar un futuro. Sin embargo más allá de las medidas irrisorias —no podemos dejar de ver este plan como un chiste—, si analizamos la situación de la juventud en el Estado español hay toda una cuestión que trata de ocultarse: la crisis que atraviesa a varias “generaciones sin futuro”.
El PSOE apela a aquello jóvenes emigrados, un fenómeno que es una expresión más de la crisis general que hoy vive la juventud en el Estado español y que afecta a varias generaciones. Una juventud a la que los políticos del régimen y los grandes empresarios le han robado el futuro, condenándolos al desempleo, la exclusión social, la precariedad, el trabajo basura, la emigración y la expulsión de las universidades.
En el Estado español la tasa de paro en los menores de 25 años es de un 33,5%, o lo que es lo mismo 1 de cada 3 jóvenes está en paro. Teniendo en cuenta que la contabilidad de la misma no contabiliza a aquellos que buscan trabajo pero que nunca antes tuvieron un empleo. Además la precariedad es algo que golpea fuertemente a la juventud. Tratar de encontrar a un jóven que escape de ella es una tarea imposible. El 84,8% en los menores de 25 años ocupados tiene un contrato temporals y el 52,5% a tiempo parcial.
Estas son las condiciones que hacen que algunos se marchen y que condenan a la precariedad más brutal a los millones de jóvenes que permanecen en el estado.
La xenofobia y el racismo redomado del PSOE
La otra cara del cinismo del PSOE es que mientras aparentemente se preocupa por generar las condiciones óptimas para que algunos jóvenes puedan regresar o no tengan que verse obligados a emigrar, al mismo tiempo, genera las mejores condiciones para que cientos de miles sean expulsados. El PSOE tiene una larga trayectoria en la aplicación y desarrollo de políticas y medidas anti inmigrantes. No solo el último [escándalo del Open Arms>-https://www.izquierdadiario.es/El-Gobierno-cierra-la-salida-al-Open-Arms] al que el Gobierno bloqueó la posibilidad de zarpar del puerto de Barcelona, o el último anuncio de la apertura de un macro CIE en Algeciras con cabida para encarcelar a 500 inmigrantes. Y que costará 850 millones de euros, algo que contrasta con la cifra invertida para el nefasto plan de retorno juvenil.
Pero no solo eso, en el historial del PSOE se incluye la primera ley de extranjería, la de 1985 aprobada bajo el Goierno de Felípe González. Una ley tremendamente represiva en la que se han basado sus continuadoras. También fue el PSOE quién decidió invertir más presupuesto en medidas anti persona para las alambradas de la frontera sur en Melilla. Se instaló un sistema de gas pimienta y concertinas en los extremos superiores de la barrera bajo el gobierno de Zapatero. También la eliminación del concepto de «asilo diplomático» en 2009 o la ampliación de los días de internamiento en los CIE de 40 a 60 son méritos del PSOE.
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La juventud en pie de guerra
La propuesta del PSOE no puede generar otra cosa que indignación entre la juventud ante la dramática situación que vive. Los jóvenes no solo sufren la precariedad, también la criminalización y la represión policial y judicial cada vez que sale a luchar, la falta de libertades democráticas y del derecho a divertirse sin beneficiar a los empresarios.
Una situación de la cual hay una enorme consciencia. Del mismo modo que de la imposibilidad de resolver esta gran crisis generacional por parte de los partidos del régimen, que son los culpables de la situación actual. Un régimen al que no le deben nada.
Es por eso que la juventud está comenzando a luchar. Es innegable que existe una nueva generación que se pone a la cabeza de nuevas luchas sociales. Las últimas movilizaciones de los estudiantes contra la monarquía, el enorme movimiento de mujeres a nivel mundial en el que participan las jóvenes masivamente, las movilizaciones contra el Cambio Climático en la que participan decenas de miles de jóvenes en todo el Estado. Las demandas de la juventud sólo pueden desarrollarse hasta el final saliendo a la calle para enfrentar directamente a aquellos que generan esta situación. Aquellos que como el PSOE vienen gobernando con políticas que nos precarizan, criminalizan y reprimen.