López Obrador declaró que insiste con el gobierno estadounidense para atender las causas de la migración. Mientras, la Guardia Nacional hostiga y persigue a los migrantes.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Viernes 30 de junio de 2023
Laura Elena Carrillo Cubillas, directora de AMEXCID, abrió con un informe sobre la cooperación con otros países tanto durante la pandemia como en la actualidad. Destacó en especial el alcance de los planes Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida en países centroamericanos, como una vía para dar trabajo y evitar que las personas migren forzadas por las circunstancias.
Pero así como dan estos planes -cuyo apoyo económico es insuficiente para afrontar gastos de la canasta básica y pago de servicios esenciales-, el gobierno de López Obrador a través del Instituto Nacional de Migración y de la Guardia Nacional hostiga, y siguiendo órdenes de Washington, persigue a las personas que migran. Un terrible ejemplo de esto es el incendio del centro de detención de migrantes en Ciudad Juárez el pasado 27 de marzo, del cual son responsables las autoridades del INM, que se mantiene en la impunidad.
Y vinculado con la política para la migración, el mandatario reivindicó a la Guardia Nacional, que este 30 de junio cumple 4 años de creada.
Consultado por el asesinato de Hipólito Mora, autodefensa, el presidente lamentó el crimen y denunció esto es consecuencia de que, durante el gobierno de Calderón, éste permitió crecer al crimen organizado. Por eso ante las condolencias de este expresidente panista, López Obrador lo señala por hipócrita.
Fue Calderón quien inauguró la militarización en nombre de la supuesta guerra contra el narcotráfico, pero Fox, Peña Nieto y ahora López Obrador le han dado continuidad. Y lejos de las afirmaciones de AMLO de que hay una reducción de crímenes, lo cierto es que el crimen organizado sigue floreciendo bajo su gobierno, aunque se reconfiguren los cárteles, y del tráfico de drogas como marihuana y cocaína ahora esté en el centro el fentanilo.
Así lo demuestra la tensa situación que se vive en Chiapas, donde comunidades zapatistas y de pueblos originarios están a merced de la violencia desplegada por grupos paramilitares y del crimen organizado, mientras se multiplican los ataques armados, desplazamientos y desapariciones forzadas y los uniformados se dedican a resguardar los más de 40 megaproyectos que se están desarrollando en la entidad.
El Ejército, responsable de desapariciones forzadas como las de los normalistas de Ayotzinapa y masacres como la de Tlatelolco, no es pueblo organizado como dice el presidente, sino una guardia armada para defender los intereses de las trasnacionales, el imperialismo estadounidense y los grandes magnates como Carlos Slim, Germán Larrea y Ricardo Salinas Pliego.
Tanto la Secretaría de Defensa Nacional como la Secretaría de Marina y la Guardia Nacional son responsables de ejecuciones extrajudiciales, como las sucedidas en Nuevo Laredo. López Obrador les otorga cada vez más recursos y más poder, mientras el presupuesto para salud y educación sigue siendo insuficiente.
Y definitivamente, la estrategia “abrazos no balazos” se demostró impotente, mientras los vínculos de las fuerzas represivas del Estado con el crimen organizado se mantienen. La militarización y el crimen organizado son funcionales para una nueva etapa de expoliación de bienes comunes del país en favor del gran capital.
