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Red Internacional
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Debates. Plenario del Sindicalismo Combativo en Córdoba: ¿nuevas direcciones con las viejas cúpulas sindicales?

El sábado 22 de septiembre se realizó en Córdoba el plenario convocado por las organizaciones que se reunieron en el Encuentro de Lanús: Partido Obrero, MST, Izquierda Socialista y MAS. Con la presencia de figuras nacionales como Romina del Plá (PO-Suteba La Matanza), Pollo Sobrero (IS-Ferrocarril Sarmiento), Alejandro Crespo (PO-SUTNA), entre sectores locales como docentes, trabajadores de la salud, municipales, Polo Obrero, etc. El encuentro reunió a unas 350 personas.

Paula Schaller Licenciada en Historia

Lunes 24 de septiembre de 2018 09:31

El planteo que recorrió las intervenciones no es nuevo: la lucha por "nuevas direcciones del movimiento obrero". Como venimos debatiendo desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas y el PTS, esta política es contraria al combate por el clasismo porque parte de impulsar alianzas con sectores burocráticos peronistas para erigirlos como "nuevas direcciones" del movimiento obrero.

Y como para muestra basta un botón, el plenario contó con la presencia y la intervención de Gabriel Suárez, Secretario General de Luz y Fuerza de Córdoba y Secretario Adjunto de la CGT Rodríguez Peña de Córdoba. Cualquier/a activista combativo y antiburocrático que haya asistido al plenario tiene derecho a haberse incomodado con esa presencia y preguntarse legítimamente ¿estos son los dirigentes que postula el plenario del sindicalismo combativo como las "nuevas direcciones" para los trabajadores?

¿Con los trabajadores que quieren luchar o con la conducción que lo impide?

Los trabajadores de Luz y Fuerza vienen siendo blanco de una ofensiva del gobierno de Schiaretti que incluyó ataques a su convenio colectivo, detención y cesantías de trabajadores, ocupación policial de los edificios y discusión de un nuevo marco regulatorio de la energía eléctrica que pretende avanzar en las condiciones para una futura privatización de EPEC (Empresa Provincial de Energía de Córdoba).

En este marco, y por más que en las asambleas por sector se expresaba una enorme voluntad de lucha de los trabajadores y trabajadoras, la conducción de Luz y Fuerza con Suárez a la cabeza se negó sistemáticamente a medidas contundentes que estuviesen a la altura del ataque del gobierno. La conducción apostó a las mesas de negociación y la vía judicial, mientras se limitó a convocar medidas que no afectaran el servicio. No llamó a plan de lucha escalonado con movilizaciones masivas ni exigió a las CGT (una de las cuales co-dirige el propio Gabriel Suárez) a paro provincial. Menos aún se impulsaron medidas que, en el marco del tarifazo, hubiesen permitido que la causa de Luz y Fuerza ganara enorme apoyo popular, como no cortar la luz a los sectores populares y cortar selectivamente a la Casa de Gobierno, establecimientos estatales o empresas.

La negativa de la conducción a un plan de lucha contundente fue responsable de que los ataques del gobierno se consumaran y fuesen in crescendo, como plantearon muchos trabajadores y trabajadoras en las asambleas donde se expresó un aumento del descontento entre las bases. El límite fue la práctica impuesta por la conducción en las asambleas, donde si bien todos/as pueden hacer uso de la palabra las mociones no se votan sino que las medidas son resueltas por la conducción, lo que evita que los sectores más combativos pesen en la definición del curso de la lucha.

Lejos de fortalecer a estos sectores, el Plenario del Sindicalismo Combativo embellece al principal responsable de esta política de contención de la lucha. E incluso adopta como propia esa limitada democracia sindical lucifuercista, donde no se votan mociones por mayoría y minoría, al imponer sin discusión la incorporación de viejos dirigentes sindicales peronistas mientras intentan marginar al PTS, corriente mayoritaria dentro del FIT. ¿Fortalece esto la preparación frente a las batallas que en un contexto de ajuste no harán más que multiplicarse? Dejamos al lector/a sacar sus conclusiones.

¿Política clasista o acuerdos sin independencia política?

Si Suárez jugó este rol de contención de la lucha, evitando reeditar las medidas contundentes y movilizaciones masivas que en momentos anteriores frenaron las ofensivas privatistas, es porque responde políticamente al PJ cordobés. Es esta pertenencia peronista (que hace pocos días lo encontró lamentando junto a Schiaretti la muerte de De La Sota) la que explica su negativa a organizar a los trabajadores para ir de frente contra el gobierno.

Por eso, solo alguien muy desprevenido o con ceguera política podría no ver que el discurso casi de barricada que pronunció en el plenario, con expresiones como "no hay ningún sector político ni sindical que pueda decir que hay que aprobar el presupuesto del ajuste, del FMI (...) A este gobierno nacional con el apoyo de los gobernadores solo lo enfrentan los trabajadores", es contrario a la política que impulsa en los hechos.

Suárez en el velorio de José Manuel De la Sota

¿O no es Suárez uno de los dirigentes sindicales que está jugando en el armado peronista para 2019, mientras Schiaretti encabeza la política de votar el presupuesto de ajuste del FMI? Pero además, como astuto dirigente sindical, Suárez tiene un discurso para cada ocasión, con lo que se cubre por todos los flancos mientras acumula para su política de fortalecer al peronismo. Mientras en el plenario dio un discurso combativo, en la marcha de Luz y Fuerza del 15 de agosto reivindicó a las 62 organizaciones peronistas y a la multisectorial 21 F (donde confluyen el moyanismo, las CTA, sectores de la Corriente Federal y los mecánicos de Pignanelli y el peronista de derecha Omar Dragún) que vienen conteniendo las luchas bajo la estrategia política de "hay 2019". Como parte de esta política, en pleno ataque del gobierno a los trabajadores y trabajadoras de Luz y Fuerza Suarez impulsó charlas junto a Jorge Taiana y Guillermo Moreno, que vienen jugando para la unidad del PJ a nivel nacional.

Este 24, ¿porqué no marchan en común con Suárez?

Mientras invitan a Suárez a integrar un plenario del sindicalismo combativo que postula la construcción de "nuevas direcciones" en el movimiento obrero, los convocantes al plenario llaman para este 24 de septiembre, en el marco del paro nacional, a una acción diferenciada de la que convoca la CGT Rodríguez Peña que co-conduce Suárez.

Lo que cualquier activista podría preguntarse es ¿por qué hacer en el marco del paro una delimitación política que no se hace en el plenario? ¿Acaso quienes son postulados como compañeros en la lucha nada menos que por "nuevas direcciones" en el plenario pasan a ser la burocracia con la que hay que delimitarse en el marco del paro? Una política oscilante que pasa del embellecimiento a la delimitación inconsecuente no puede más que conspirar contra el avance de una política verdaderamente clasista entre los trabajadores y trabajadoras.

En el marco del ajuste en curso que aplica el gobierno nacional de la mano del FMI, la complicidad política del peronismo tiene que ser combatida decididamente. Esta complicidad tiene una expresión crítica en el rol que vienen jugando las conducciones sindicales peronistas, que contienen las luchas con el objetivo de canalizar la bronca contra el ajuste por la vía electoral. Pero el saqueo es ahora y es necesaria una política clara para hacer de cada lucha una gran causa popular, como vienen mostrando los trabajadores de Astillero Río Santiago.

Esa es la perspectiva que venimos impulsando desde el MAC, proponiendo la creación de comités de defensa de los trabajadores para rodear de apoyo a cada lucha en curso. Esto implica combatir abiertamente la política de pasivización de la lucha y los dirigentes que la encarnan. Sólo así podremos imponer un plan de lucha que, comenzando por un paro activo, tenga continuidad en un plan de lucha que se proponga derrotar este plan económico de ajuste. En esa perspectiva, invitamos a los encuentros en todo el país para organizar una salida anticapitalista a la crisis el próximo 6 de Octubre.