Ayer por la mañana ganó el Barcelona y se terminó de definir la final esperada: River enfrentará al mejor equipo del mundo, que tendrá que revalidar ese título en el campo de juego. Para los favoritos están en duda Messi y Neymar ¿Hay esperanzas para River?
Augusto Dorado @AugustoDorado
Viernes 18 de diciembre de 2015
Foto: sitio Pasión Fútbol
Todo salió como estaba en los cálculos: con el triunfo del Miércoles a la mañana de River ante Sanfrecce Hiroshima por 1 a 0 y la victoria de este jueves de Barcelona ante el equipo chino Guangzhou Evergrande por 3-0, el campeón de América se enfrentará al conquistador de la UEFA Champions League.
¿Cómo llegaron a esta instancia? El periodista deportivo Diego Della Sala en el programa radial Black and Toc (FM 89.9) planteaba una acertada figura sobre los partidos previos a esta final: considerando la debilidad que separa a los equipos de Asia, Oceanía y África de las potencias futbolísticas de América y Europa, él entendía que equipos como el Sanfrecce y el Guangzhou funcionaron como una especie de “captcha” (los test que emplean diversos sitios de Internet para determinar si ingresa datos una persona o una máquina), tratándose de una prueba relativamente accesible aunque también por distracciones propias o por no saber interpretar el código que aparece en la computadora, un error puede bloquear el ingreso (en el caso del mundial de clubes a la final). Es una buena metáfora para pensar cómo sortearon los obstáculos hacia la final River, por un lado, y Barcelona, por el otro.
River con sacrificio, Barcelona con oficio
La figura indiscutida del partido de River ante el Sanfrecce fue su arquero Marcelo Barovero que resolvió con gran forma y reflejos en los momentos más difíciles para River ante un equipo japonés que lo sorprendió llamativamente. Hasta pasado el primer cuarto del segundo tiempo River estuvo muy confundido y el equipo de Hiroshima transformó al arquero en el héroe de la jornada. Pero los cambios implementados por el Muñeco Gallardo dieron sus frutos: un poco más de fútbol, con Lucho González y Viudez en cancha. Y con sacrificio pudo llegar al gol, de la mano del siempre oportuno Alario, hombre de goles clave. El arquero Hagashi le facilitó la tarea al delantero con un error infantil al querer descolgar un centro (o despejar con los puños, no se entendió su intención), pero el mérito de Alario fue su oportunismo y concentración.
River logró superar la prueba “captcha” pero sin lucirse para nada ante un equipo por debajo de su categoría.
El equipo catalán por su parte jugó un equipo chino un poco más sólido que el rival de River: el Guangzhou estuvo reforzado por algunos jugadores brasileños como Paulinho y el ex Cruzeiro Ricardo Goulart, además del DT mundialista Luis Felipe Scolari. Sin embargo, pese a la ausencia de Messi por un cólico renal y de tener a Neymar en el banco de suplentes, el Barca ganó holgadamente con un Suárez enchufadísimo -autor de los 3 goles- y un Iniesta siempre como cerebro y emblema del plantel Blaugrana (el pase a Suárez en el segundo gol es “bochinesco”). Claro que el equipo chino mostró sus debilidades como el rebote increíble que dio el arquero Li Shuai en el primer gol, lo que demuestra que no era un parámetro ideal para medir la fortaleza del Barcelona.
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¿Hay esperanzas para River?
Es muy difícil. Argumentos futbolísticos está mostrando muy pocos. Pero veamos los puntos a favor: más allá de la participación o no de Messi y Neymar (todavía están en duda), Barcelona está en la punta de la liga española pero tuvo algunos pequeños traspiés. En los dos últimos partidos antes de viajar a Japón empató con el Valencia (1-1) y con el Deportivo La Coruña (2-2) en el Camp Nou. Sufrió dos derrotas importantes, una con el Sevilla (2-1) y otra resonante ante el Celta de Vigo que lo vapuleó 4-1. Es decir, este Barcelona parece arrollador pero tiene algunos pequeños bajones; si River lo encuentra en un mal día, quién te dice…
Por el lado de River, sigue sin encontrar su fútbol y la producción ante el Sanfrecce resulta preocupante. Pero el “hambre de gloria” es un factor de muchísimo peso en el fútbol y este club y estos jugadores están ante la oportunidad de sus vidas. No casualmente el “Burrito” Ortega –último gran ídolo riverplatense- declaró que “Si River gana será el triunfo más importante de su historia”. No se equivoca. Para el Barcelona en cambio será una copa más para sus repletas vitrinas.
La suerte esta echada: este domingo a las 7.30 hs habrá que madrugar de nuevo pero para ver el que puede ser el partido del año; el que jugarán Barcelona y River Plate en Yokohama.
Hincha de River, mantenga firme esa ilusión. Hubo un entrenador que conoce bien al club de Núñez (porque jugó en el Monumental) y que le encontró la vuelta al Barca de Messi: no sea cosa que el Muñeco Gallardo también pueda, como hizo el Celta de Vigo dirigido por el ex River Eduardo “Toto” Berizzo…