Hugo propone paz social y Mauricio la vigencia del modelo sindical peronista. Hace un año firmaron el “pacto de la rosa”, para hacer pasar el ajuste y “frenar a los troskos”. ¿Cómo enfrentar la coordinación Macri, Moyano, Ratazzi?
Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Martes 24 de noviembre de 2015
¿Cuántos dirigentes sindicales soltaron el globo naranja la noche del domingo y le dijeron a sus secretarios “gestióname una reunión con Mauricio”?
Ya nos iremos enterando. Lo que es seguro es que con el resultado puesto comenzaron los reacomodamientos en las cúpulas sindicales. Cada cual había hecho su apuesta. La mayoría se aventuraron con Scioli. Los que habían apostado a Massa se dividieron la misma noche del 25 de octubre. Los que jugaron con Macri fueron menos: Pereyra (petroleros), Camaño (gastronómicos), Venegas (rurales) y sobre todo Moyano.
Los perdedores ya comenzaron los acercamientos formales (e informales). Los ganadores a buscar cómo cobrar su apoyo. No sólo en el plano sindical, también en la pelea abierta por la reestructuración del PJ.
Toma y daca
El resultado abre una nueva etapa. Por un lado, de reconfiguraciones al interior del sindicalismo peronista. Moyano quiere revivir con Macri la luna de miel que tuvo con los Kirchner entre 2003 y 2009. Tiene dos problemas: que las tendencias económicas están lejos de aquel “viento de cola” que permitió concesiones al movimiento obrero; que muchos sindicatos que ganaron peso estos años no quieren aceptar un “Moyano hegemónico”. La prometida reunificación de la CGT deberá esperar.
Además de las internas de las cúpulas, están las negociaciones entre estas y el nuevo gobierno.
¿Qué piden? Que no se toque el modelo sindical peronista, la caja de las obras sociales, cargos para sus hombres en secretarías y ministerios, impunidad para todos los sindicalistas “con problemas de papeles”.
¿Qué ofrecen? Acompañar el proceso de “sinceramiento de la economía” y garantizar la “gobernabilidad”.
El rol que se proponen jugar las cúpulas sindicales ya fue denunciado por el Frente de Izquierda. Y fue confirmada este lunes por tres reconocidos periodistas con acceso a los despachos cegetistas.
Este medio tiene que reconocer algo. La coherencia de Hugo y Mauricio. Un año antes de la elección, rosa de por medio, Hugo le había dicho "el próximo gobierno va a tener que producir ajustes muy duros. El movimiento obrero debe acompañar con responsabilidad”; Mauricio le había devuelto la gentileza: “los voy a ayudar a frenar a los troskos que les están complicando la vida en los sindicatos”.
La coordinación de Macri, Moyano y Ratazzi
Macri, fiel a su estilo, hizo pocas definiciones hasta ahora. Nadie duda, sin embargo, que la “derecha moderna” no puede traer nada bueno para el pueblo trabajador.
Según coinciden los analistas y dejó trascender el equipo de Cambiemos, “el ingeniero” tomó prestada una “vieja” propuesta de Daniel Scioli, de la que serán parte las cúpulas sindicales. “El Presidente electo prometió darles juego en el marco de un Pacto Social o de un Consejo Económico y Social –también con presencia empresaria–, para la discusión de las políticas económicas y sociales” (Infobae). “Macri llamará a empresarios y dirigentes sindicales a un “acuerdo de la productividad”, para pactar medidas macroeconómicas” (Clarín).
O sea, una coordinación encabezada por Macri, Moyano y el empresario Ratazzi para hacer pasar “el ajuste inevitable”. Parece que “la revolución de la alegría” será por etapas. Le seguirá “la revolución de la bronca”.
Nuestra coordinación
Como venimos diciendo, la demagogia de los candidatos que definieron el balotaje ha sido un sincero homenaje a la relación de fuerzas conquistada por el movimiento obrero. Los planes del heredero del Clan Macri deberán enfrentar la resistencia de una clase que se ha fortalecido socialmente estos años, y que ha destacado a sectores avanzados que ya anunciaron que resistirán cualquier ataque a sus organizaciones, sus condiciones de trabajo y de vida.
El desafío incluye a un vasto sector que votó a Scioli como mal menor, seducido por la desesperada demagogia final, y será parte de la “revolución de la bronca” si le tocan el bolsillo. Ya comienzan a llegar a La Izquierda Diario testimonios de quiénes, más allá de a quién hayan votado, miran el futuro con preocupación pero también con los dientes apretados.
La izquierda clasista en estos años ha avanzado y defendido posiciones en las organizaciones obreras, pero además ha conquistado una simpatía como fuerza política con el Frente de Izquierda. Ahora podrá poner esos avances al servicio de impulsar la coordinación de todos los sectores combativos y antiburocráticos para enfrentar el ajuste. Los burócratas y figurones que en la última década hicieron de comparsa a las políticas de Cristina Kirchner, Gerardo Martínez, Caló y Pedraza, carecen de autoridad para encabezar cualquier resistencia.
Espacios de coordinación como los que viene proponiendo el PTS en el Frente de Izquierda, acciones coordinadas como la realizada el pasado martes 17 contra los despidos e iniciativas concretas como el Encuentro Obrero que se realizará el 12 de diciembre en la Zona Norte “contra los despidos y suspensiones”, son una forma de empezar a organizar la coordinación de los luchadores y la izquierda contra la coordinación de Macri, Moyano y Ratazzi.
Para conquistar las demandas obreras y desbaratar el pacto de la rosa.
Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.
