Andrés Manuel López Obrador arrancó su campaña en la frontera resaltando la importancia histórica del otrora Paso del Norte: refugio de la presidencia itinerante de Juárez y escenario de la derrota militar del porfiriato; pero también de la proliferación de las maquiladoras y feminicidios.

Raúl Dosta @raul_dosta
Miércoles 4 de abril de 2018
Ciudad Juárez, el punto por donde atraviesan los sueños y calamidades del pueblo pobre y trabajador mexicano y centroamericano, fue elegido por AMLO y el Morena para iniciar el recorrido rumbo al 1 de julio. Aquí comentamos las propuestas de su discurso de arranque de campaña.
Ciudad Juárez: crisol del norte y sur del país. La brecha económica entre los estados del norte y los por siempre empobrecidos estados del sur se viene reduciendo. Como afirma AMLO "a partir de la recesión económica producida en 2008 en los Estados Unidos, Ciudad Juárez pasó a ser uno de los centros urbanos con mayor desempleo en el país (...) lo que se sumó a la inseguridad y violencia que ya venían de tiempo atrás (...) las multiplicadas amenazas a la integridad y a la vida acechan en forma particularmente devastadora a las mujeres y a los jóvenes".
¿Cómo enfrentar estos flagelos? Proponiendo una Zona Económica Especial en la frontera. Si bien no le puso nombre, de contenido esa es la propuesta que tiene para el norte fronterizo del país.
Independientemente de sus críticas a la mafia del poder habrá que anticipar que esta visión de “desarrollo” tiene mucho parecido a la que vienen planteando el gobierno de Peña Nieto y analistas extranjeros a servicio de las trasnacionales. Veamos en qué consiste la propuesta:
Según López Obrador, esta franja fronteriza especial se constituiría al recorrer 20 o 30 km hacia el sur las aduanas fronterizas y en ese espacio:
Se creará, a lo largo de los 3 mil kilómetros de frontera, una zona libre o franca para promover la inversión y el desarrollo productivo y tecnológico, así como la creación de empleos ... se reducirá el Impuesto Sobre la Renta (ISR) a 20 por ciento ... el IVA será de 8 por ciento, la mitad de lo que se cobra en la actualidad ... (así) se aplicará la misma tasa impositiva que en el lado estadounidense, es decir, en California cobran 8.5 por ciento de IVA, en Arizona, 8.2; en Nuevo México, 7.5, y aquí, en la frontera con Texas, 8.2 por ciento.
Al mismo tiempo “se reducirán Impuestos Especiales a la Producción y Servicios (IEPS) para establecer tarifas y precios de gasolina, diésel y electricidad iguales a los de Estados Unidos” y, finalmente, se aumentará por lo menos al doble el salario mínimo (únicamente en dicha zona especial).
A este ambicioso plan hay que agregarle la promesa de urbanización total de las ciudades fronterizas, ¿Cuál es el objetivo de esta propuesta? “No vamos a descartar la posibilidad de convencer a Donald Trump de su equivocada política exterior y, en particular, de su despectiva actitud contra los mexicanos” nos dice el candidato presidencial, y agrega: “no es con muros ni con el uso de la fuerza como se resuelven los problemas sociales y los asuntos de seguridad, esos problemas se resuelven con desarrollo y bienestar”.
¿Zona franca a cambio del muro de Trump?
Llama la atención que todo lo anterior dicho por AMLO sirve para acoplarse a la política agresiva de Trump, proponiendo, como alternativa a su muro fronterizo y su persecución de inmigrantes una salida de desarrollo socioeconómico. En palabras de Andrés Manuel:
“Esta será, aquí en la frontera, la última cortina para retener a los mexicanos y que no se vean en la necesidad de pasar al otro lado, que no se vean en la necesidad de ir a buscarse la vida al otro lado de la frontera”.
Nos queda la duda: ¿se podrá hacer este cambio radical en la estructura socioeconómica de los 95, 550 km2 (apenas el 0.5% del territorio nacional) que componen la franja propuesta por AMLO? ¿Alcanzará con el presupuesto nacional de egresos y los ahorros del recorte de sueldos a los funcionarios y de la reubicación del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México que ha propuesto? Quizás habría que tomar medidas más reales y drásticas pues 30 años de saqueo neoliberal no se resarcirán tan fácilmente*. ¿Qué tal expropiar a un puñado de los empresarios más ricos para garantizar esta “faraónica” operación?
¿En qué se diferencían las propuestas lopezobradoristas?
Como decimos aquí en diciembre pasado el presidente Peña Nieto declaró como Zonas Económicas Especiales (ZEE) a Salina Cruz en Oaxaca y Progreso en Yucatán. Con esto el gobierno anunciaba la creación de 20 mil empleos, pero los habitantes de estas zonas, en su mayoría indígenas, saben que la declaratoria de sus territorios como ZEE implica la legitimación del despojo de sus tierras mientras los inversionistas y empresarios se llevan grandes descuentos en impuestos y otras facilidades otorgadas por el Estado.
Uno de los principales proyectos de ZEE anunciado por Peña Nieto es el Corredor Interoceánico de Tehuantepec, que incluye Coatzacoalcos, Veracruz, y Salina Cruz, Oaxaca, uno de los grandes sueños de las transnacionales estadounidenses, que trasladarían así gran parte de sus operaciones que actualmente realiza a través del Canal de Panamá. Ante estos planes ¿qué propone López Obrador?
Más de lo mismo: “ Vamos también a impulsar un proyecto en el Istmo de Tehuantepec, vamos a rehabilitar el puerto de Salina Cruz que está en el Pacífico y el puerto de Coatzacoalcos en el Golfo de México, se van a rehabilitar los dos puertos, se va a construir en esa franja que es la más angosta de todo el territorio nacional, se va a construir un tren para carga de contenedores para unir a los países de Asia con la Costa Este de Estados Unidos”
Tal parece que la competencia mediática de la recta final de la lucha por la presidencia en las urnas del 1 de julio, hace que López Obrador y sus asesores se suban al carro de las grandes promesas ofreciendo así salidas “alternativas” a las del gobierno saliente aunque no se diferencien mucho de ellas.
Pero, en medio de tantas promesas de campaña, sean de los priístas o los morenistas, no hay que olvidar que al final quien tiene la última palabra en las grandes propuestas de desarrollo industrial y económico es el capítal extranjero, los enormes volúmenes de inversión extranjera, que son los que han orillado al gobierno actual a preparar la entrega de los últimos resquicios del país mediante las ZEE.
Por ello, la reconstrucción del país debe de venir de un plan de obras públicas orientado a la totalidad del país, no de pequeñas franjas. Y para garantizar el cumplimiento de dicho plan habrá que sacar de la jugada a los funcionarios corruptos, que abundan en todos los partidos avalados por el INE y de los cuales el Morena está integrando muchas de sus excrecencias. Los trabajadores, campesinos, pueblos originarios tendrán que organizarse y movilizarse hasta lograr echar a andar la economía del país bajo su propio control.
Sólo así podríamos hacer carne lo que AMLO propone de “reconstruir el país” enfocándose en “combatir la corrupción” diferenciándose de sus contendientes con un poco de lenguaje nacionalista pero al mismo tiempo condicionado por los planes del gran capital extranjero encabezado por Trump. Pero mientras no avancemos en independizarnos de los partidos y figuras que buscan pequeños paliativos a la crisis capitalista el futuro para los trabajadores, campesinos, pueblos originarios y el pueblo pobre de las concentraciones urbanas será... bastante incierto.
Notas:
* El mismo AMLO dice en este discurso: “Baste señalar que, en treinta años, descontando el aumento de la población, el crecimiento real de la economía ha sido de cero, en 30 años no ha crecido la economía en nuestro país. Pero quizá lo más perjudicial es que dicha política económica ha desatado la corrupción más colosal y dañina que se haya registrado en la historia de nuestro país”. De ahí la magnitud “faraónica” de la tarea que se propone.