CDMX. Policías detienen arbitrariamente a usuario del metro

La detención se dio en medio de gritos y peticiones de los usuarios que se encontraban en el vagón para que no lo hicieran o explicaran por qué se lo llevaban.

Dos mujeres sujetaron al joven tratando de impedir que los policías lo bajaran. Entre empujones y gritos, los policías las aventaron y agredieron también a ellas. Por fin lograron su cometido y bajaron al joven de playera negra. Pero ahí no termina la situación.

Uno de los policías amagó a una de las mujeres. Su hijo, con gorra roja, naturalmente intervino para impedirlo. Los gritos de los usuarios aumentaron, pidiendo que los dejen en paz, pues no habían hecho nada malo.

Entró al vagón un hombre alto de playera militar gris y golpeó al joven. El golpe alcanzó a uno de los policías que comenzó a sangrar de la nariz.

Culparon de esto al joven de gorra roja y los bajaron. El hombre de playera gris, que claramente es un policía o militar vestido de civil , se subió al vagón y se paró en la puerta. El metro continuó su viaje mientras por la ventana se puede ver que los policías continuaron agrediendo a la mujer y a su hijo

La violencia policial, algo cotidiano

El vídeo se viralizó rápidamente en redes sociales pues mostraba, una vez más, la manera en la que los policías abusan de su autoridad y realizan detenciones arbitrarias.

El vídeo fue compartió ampliamente, levantando críticas de los internautas que pedían explicaciones a Claudia Sheinbaum y a Omar García , el Secretario de Seguridad Ciudadana, sobre el actuar de los uniformados.

Ante las presiones, la Secretaria de Seguridad Ciudadana emitió una tarjeta informativa en la que decía que los policías respondieron a una denuncia de un hombre mostrando sus genitales y en el proceso detuvieron a dos personas que agredieron a los elementos policíacos.

Sin embargo, los hechos que aparecen en el video muestran otra cosa.

El usuario que graba el vídeo comenta que no hay motivo para hacer la detención, el joven de playera negra no había hecho nada y los policías solo entraron a bajarlo con violencia.

En más de una ocasión se oye al comandante de los uniformados decirles que ya lo dejen, un trabajador del metro (el hombre con lentes y que habla todo el tiempo por celular) pide que dejen en paz al joven y por teléfono indica que cierren ya las puertas del vagón. Ambas indicaciones son ignoradas.

Si el joven de playera negra hubiera cometido el delito del que se le acusa, ¿lo hubieran defendido así la mayoría de los usuarios? ¿por qué detienen a la señora y a su hijo? Considerando además que elementos hombres no pueden detener a mujeres. Es hasta después de que violentan a la señora que la detiene una policía mujer para seguir violentandola.

Aprovechando una consiga tan sentida como es el acoso sexual, la policía genera esta clase de situaciones que no son fortuitas.

Hace unas semanas el video de una cuadrilla de policías que en el centro histórico le tira la canasta de churros a un vendedora ambulante y la deja llorando en el piso, abrazada de sus hijas, le dió la vuelta al país despertando nuevamente una serie de criticas. El gobierno de la ciudad solo declaró que se investigaba el caso.

Tan solo dos días antes de la detención arbitraria en el metro, un policía fue grabado golpeando a un hombre de la tercera edad que celebraba en el Ángel de la independencia la victoria de las chivas.

Los abusos por parte de los policías no son algo nuevo. Sistemáticamente somos testigos de la manera en que se usa la fuerza pública para reprimir y amedrentar a la población.

¿Cuál es la intención de este tipo de detenciones sin sentido?

¿Qué es lo que queda en la mente de aquellos que sufren o presencian este tipo de actos?

El mensaje es claro, ni importa el lugar ni el momento, siempre pueden detenerte usando la violencia, sin motivo y sin razón alguna.

Meter a la Guardia Nacional al metro no era para cuidar a los usuarios, tampoco era para mejorar el servicio. Tenia un propósito muy claro. Dejarle claro a la población que, ante cualquier situación, las autoridades pueden usar a la fuerzas represivas.

Es una forma de prepararse para mayores muestras de inconformidad ante los bajos salarios y la carestía de la vida, la explotación laboral, el desempleo, el deterioro de los servicios públicos, la violencia y un largo etcétera, lo que demuestra que la ’transformación histórica’ de la que se vanagloria el gobierno actual, no ha significado un cambio radical favorable al pueblo trabajador.

La policía no existe para cuidarnos, todo lo contrario, es la manera en la que se mantiene a raya a todos aquellos que se atreven a protestar.

No necesitamos ni a la Guarida nacional, ni a la policía ni a los militares. Necesitamos un incremento al presupuesto de salud y educación. No que se destinen millones a las fuerzas armadas.

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