Tianqi pretende comprar un 24% de SQM, mientras Ponce Lerou busca mantenerse como principal controlador de la minera, una pugna por repartirse nuestros recursos naturales.
Viernes 26 de octubre de 2018
La empresa China Tianqi tiene firme interés en ingresar al negocio del litio. Ya desde el año 2016 que mantenía conversaciones con SQM por acceder al mineral, pero estas negociaciones no resultaron en algún tipo de acuerdo.
A pesar de esto Tianqi entró en negociaciones con la empresa Nutrien, que controla el 24% de SQM, para comprar su parte. Sin embargo, esto requería un acuerdo con la Fiscalía Nacional Económica y una posterior aprobación de este acuerdo por el Tribunal de la Libre Competencia (TDLC), lo que ocurrió a inicios de octubre.
Esto despertó la alerta de Julio Ponce Lerou, ex yerno de Pinochet que tiene el principal control de la minera. El empresario, en nombre de las controladoras Pampa Calichera, Potasios de Chile y Global Mining, reclamó la constitucionalidad del acuerdo que le daría el 24% de SQM a la china Tianqi.
El recurso fue visto por el Tribunal Constitucional que finalmente rechazó el recurso interpuesto, dejando el camino abierto para el ingreso de Tianqi a SQM, hecho que le implica un negocio de US$4.100 millones, el mayor negocio en Chile durante este 2018.
Tanto desde la FNE como desde Tianqi celebraron esta decisión del TC, la que sería una dura derrota contra Julio Ponce Lerou.
Sin embargo, no hay nada que celebrar. Este negocio sólo acarreará beneficios para los empresarios, quienes, avalados por las instituciones del Estado (la FNE o el TDLC), no hacen más que repartirse nuestros recursos naturales para sacar la mejor tajada.
Mientras nuestros recursos naturales, como el litio, sigan siendo saqueados para convertirse en un botín para los empresarios, no tenemos nada que celebrar. Pues mientras ellos llenan sus bolsillos nosotros vivimos desempleo, salarios y pensiones de hambre.
Para acabar con el saqueo hay que nacionalizar sin pago SQM y todos nuestros recursos estratégicos en la producción, para que, bajo el control de los trabajadores, puedan ponerse al servicio de las necesidades de la población y las comunidades, y no en función de los intereses de un puñado de empresarios.
Pero la posibilidad de que sean los propios trabajadores los que puedan dar una respuesta a esta situación dependerá de la capacidad de organización y articulación de éstos. Con esta perspectiva, el próximo 8 de noviembre los trabajadores tenemos que organizarnos desde la base, discutiendo en nuestras asambleas medidas para adherir a la movilización, para que el paro llamado por la CUT sea verdaderamente activo.