Presentamos a continuación la ponencia presentada por Angel Arias, dirigente nacional de la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) integrante de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional (FT-CI) en la Conferencia Latinoamericana y de EE.UU. convocada por el Frente de Izquierda - Unidad (FIT-U) de Argentina.
La Izquierda Diario Venezuela @LaIzqDiario_VE
Domingo 2 de agosto de 2020
Conferencia virtual latinoamericana y de EE. UU - Angel Arias LTS Venezuela - FT-CI - YouTube
Buenas tardes, compañeras y compañeros. Desde la LTS, organización hermana del PTS en la Fracción Trotskista por la Cuarta Internacional, queremos señalar que la cuestión del chavismo y de Venezuela resulta importante en esta conferencia por el gran impacto que tuvo en la región y en la propia izquierda, así como por la catastrófica situación actual para las masas –producto de la deriva de ese proyecto–, y por ser centro del más agresivo intervencionismo imperialista en América Latina en las últimas décadas.
Si bien el chavismo fue el más a izquierda de los regímenes que sucedieron a la ofensiva neoliberal, enfrentado a la hostilidad del imperialismo estadounidense y el grueso de la burguesía local, que intentaron derrocarlo en más de una ocasión, no dejaba de ser una variante de los proyectos con aspiraciones de nacionalismo burgués. Por eso, no solo no transformó revolucionariamente el capitalismo dependiente venezolano, sino que al cambiar las condiciones económicas favorables con que contó, ha derivado en un régimen profundamente autoritario, cuasi-dictatorial, entreguista a capitales internacionales, verdugo de las conquistas obreras y de las condiciones de vida de las masas; con una clase obrera impotente para hacerle frente, y en eso juega un papel fundamental el previo proceso de cooptación, estatización y disciplinamiento del movimiento obrero ocurrido bajo Chávez.
Había que enfrentar a la reacción codo a codo con las masas que confiaban en Chávez, por supuesto, como lo hicimos todas las corrientes de izquierda frente al golpe de 2002 y el paro-sabotaje patronal y petrolero, pero había que preservar la independencia política y organizativa de los revolucionarios, había que dar constantemente una lucha por la independencia política de la clase trabajadora frente a Chávez y su gobierno. El chavismo, compañeros, no solo engulló a partidos nacionales de la izquierda reformista, sino también a corrientes provenientes del trotskismo que contaban con importante inserción previa y sumaban cientos de militantes, llevándolas a su mínima expresión. Necesitamos entonces sacar lecciones políticas y estratégicas.
Por ejemplo, levantar una candidatura obrera independiente en elecciones presidenciales (como en 2006), una pelea política que dio nuestra corriente, no fue posible, por la firme oposición de la mayoría de las corrientes, que en cambio llamaron entusiastas a los trabajadores a votar y confiar en Chávez. Un incipiente intento de construir un partido de trabajadores revolucionario, fue abortado cuando un sector lo rompió para irse al partido único de gobierno llamado por Chávez (el PSUV). Una ubicación diferente de la izquierda obrera y socialista, probablemente no hubiera sido suficiente para cambiar el rumbo fundamental de los acontecimientos futuros, pero sí habría significado la construcción de un importante polo de referencia por izquierda para miles de luchadores y luchadoras de la clase obrera, la juventud y el movimiento de mujeres. En fin, haber llegado mucho mejor preparados a la catástrofe actual.
Nos parece entonces que enfrentar a Maduro, pero seguir reivindicando el proyecto de Chávez, compromete la independencia de clase. Y es insólito que los compañeros que antes se subordinaron a Chávez, luego embellecen las ofensivas de la derecha proimperialista y golpista, llegando al extremo de sumarse a las mismas, llamándolas "rebeliones populares”; o establecen alianzas con burocracias sindicales que apoyan a la derecha y la ofensiva de Trump encabezada por Guaidó; una incomprensión de la idea del frente único obrero, que no implica convivencia pacífica con esas burocracias. Al gobierno de Maduro y las FFAA hay que enfrentarlo al mismo tiempo que se combate también al imperialismo y a la reaccionaria oposición de derecha; luchando por un plan de emergencia obrero y popular contra el hambre y la miseria, contrapuesto tanto a las políticas de Maduro como a los planes de Guaidó y toda la oposición de derecha.
Sobre estas bases, en la LTS consideramos necesario abrir una discusión para apostar a un reagrupamiento de las fuerzas de la izquierda anticapitalista y socialista, de quienes resisten a la desmoralización, a los cantos pseudo-democráticos de la derecha proimperialista y quienes están abiertos a superar por izquierda el chavismo.
Finalmente, aprovechamos para insistir en el total rechazo a las sanciones imperialistas, que agravan las sufrimientos del pueblo, y llamamos a la Conferencia (en especial a los compañeros y compañeras de Estados Unidos) a rechazarlas con fuerza; así mismo inivitamos a la conferencia a sumarse a la campaña unitaria por la libertad de los trabajadores presos, que estamos impulsando junto a otros compañeros, con casos emblemáticos como el compañero Rodney Álvarez, 9 años presos sin juicio ni sentencia. ¡Libertad plena para Rodney y todos los trabajadores presos o enjuiciados por luchar en Venezuela!