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Red Internacional
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Declaración. Pongamos en pie una juventud anticapitalista y revolucionaria

A 50 años del mayo francés, queremos retomar las mejores tradiciones de lucha y autoorganización del movimiento estudiantil y de mujeres para luchar junto a la clase trabajadora para poner en jaque a este sistema.

Jueves 15 de febrero de 2018

La crisis mundial del capitalismo ha descubierto la cara más fea de este sistema. Los gobiernos de todo el mundo han demostrado para quién trabajan realmente, tomando medidas a favor de la banca y las grandes empresas a costa del expolio y empobrecimiento de la clase trabajadora y el pueblo y, entre ellos y especialmente, las mujeres, los migrantes y la juventud.

Nosotros y nosotras, los y las jóvenes, nos encontramos atrapados en un sistema que pretende salir de su propia crisis imponiéndonos una precariedad sin límites, desempleo masivo, imposibilidad de acceder a una vivienda propia e independizarnos, la expulsión de decenas de miles de los estudios superiores…

En Europa y el resto del mundo crecen las tendencias xenófobas, homófobas, patriarcales y liberticidas; alentadas con el objetivo de dividirnos y distraernos de nuestros verdaderos enemigos. La extrema derecha se aparece fuerte, envalentonada por la victoria de caricaturas como Donald Trump y la compra de sus políticas racistas por parte de los gobiernos de la UE que antes nos engatusaban -y todavía se atreven a hacerlo- con la “Europa de las libertades” (de mercado) bajo el paraguas del neoliberalismo.

Son los desechos de diez años de crisis de un sistema que ha sometido la mayor parte de nuestra vida consciente al temor y la incertidumbre, donde se da por asumido que vamos a vivir peor que nuestros padres y el interrogante ahora es si lo haremos peor que nuestros abuelos. ¿Es qué no ha quedado suficientemente claro que el capitalismo no tiene nada que ofrecernos a las y los jóvenes de todo el mundo?

El Estado español es una perfecta muestra de todo esto. Su Régimen monárquico y podrido hace gala de su herencia franquista. Saca sus banderas a los balcones para tapar su autoritarismo y represión. Represión contra la juventud, los inmigrantes, contra el pueblo catalán, contra periodistas, artistas, tuiteros... La Corona, los jueces y el tándem PP-PSOE-Cs se han puesto a la cabeza de esta ofensiva reaccionaria para salvar su Régimen y su Constitución al servicio del IBEX35.

¿Y la izquierda del cambio? La izquierda del cambio no cambia nada. Por omisión han dejado pasar este giro conservador. Su única estrategia es pactar con Pedro Sánchez, pese a que nos dejamos la garganta de gritar que “PSOE y PP la misma mierda es”. Allí donde gobiernan Podemos, IU y sus confluencias en nada ha cambiado nuestra situación: la precariedad, las dificultades para estudiar, para trabajar, para poder vivir solos o para poder salir sin ser sometidos a la persecución policial en nuestros propios barrios y zonas de ocio siguen estando a la orden del día. Estos neorreformismos han extendido la idea de que el capitalismo podía reformarse cuando es un sistema que nos muestra cada día que solo merece ser destruido y sustituido por otro sistema al servicio de la mayoría y no de un puñado de ricos.

Nuestro derecho a una enseñanza pública y de calidad ha sido uno de los principales objetivos de esta ofensiva contra nosotros y nosotras. Mediante contrarreformas como el Plan Bolonia, el 3+2 o la LOMCE han pretendido privatizar la educación y ponerla a punto para cubrir las necesidades del mercado. Han abierto de par en par la puerta de las universidades para su saqueo por parte de los grandes empresarios, que forman parte de su gobierno y deciden sobre lo que estudiamos, lo que nos cuesta, lo que se investiga... siempre con el beneplácito de una casta universitaria anclada en sus poltronas gracias a un antidemocrático régimen académico y vinculada a ellos por uno y mil lazos económicos y clientelares.

Pero no hemos permanecido inactivos ante el destino al que quieren someternos. Salimos a luchar con el 15M, contra la privatización de la educación, defendiendo derechos democráticos fundamentales contra el Régimen del 78 -como la juventud catalana que ha estado al frente de muchas de las acciones de los últimos meses en defensa del derecho a decidir-, o en el combate contra las opresiones y el patriarcado, siendo las mujeres jóvenes las principales protagonistas del movimiento feminista, la huelga de mujeres y por el NiUnaMenos.

Sin embargo, no ha sido suficiente para contrarrestar y revertir el grueso de estos ataques que prometen seguir profundizando en los próximos años. La desmovilización promovida desde las burocracias sindicales de CCOO y UGT y los fenómenos políticos reformistas y electorales, unido a la situación de un movimiento estudiantil que padece las consecuencias de las derrotas y la aplicación del plan Bolonia y la subida de tasas, son parte de las causas.

Las organizaciones tradicionales del movimiento estudiantil, como el Sindicato de Estudiantes en distintas partes del Estado o el SEPC en Catalunya entre otros, han fracasado -o ni si quiera se han planteado seriamente- en la tarea de erigir un movimiento estudiantil que actuara como foco de transformación mediante la movilización, buscando confluir con el resto de los sectores explotados y oprimidos, para invertir la dinámica de pasivización y conformismo. Otras organizaciones que pretenden disputar la hegemonía de estas organizaciones, como el Frente de Estudiantes o la Federación de Estudiantes Libertarios, no lo han logrado, y realmente se muestran como alternativa solo en el nombre, replicando los mismos métodos y objetivos a pequeña escala.

En contra de esto, desde las agrupaciones que firmamos este manifiesto, impulsadas por militantes de la CRT junto a estudiantes independientes, venimos peleando por promover la autoorganización estudiantil, en asambleas y coordinadoras democráticas y de base, con libertad de tendencias y opiniones, que ligue su destino a las demandas propias de la clase trabajadora y el pueblo, defendiendo un programa que se proponga acabar con una universidad y una educación pública cada vez más elitizada y al servicio de las empresas, como parte de la lucha contra esta democracia para ricos y un sistema que no tiene nada que ofrecernos.

Armas de la Crítica en Madrid, el Sindicato de Estudiantes de Izquierda de Zaragoza, No Passaran de Barcelona y, como parte de una agrupación internacional de mujeres, Pan y Rosas en todo el Estado; venimos desarrollando la bandera de la unidad obrero-estudiantil llevando a las facultades luchas como las de Panrico o Movistar, la defensa de una educación al servicio del pueblo trabajador, la crítica contra la casta universitaria y académica - que ha tenido su última expresión en la victoria en las elecciones al Claustro de la UAM de la candidatura “Revoluciona tu Universidad”- una gran campaña contra las violencias machistas junto a sectores de trabajadoras como Las Kellys o la lucha por la defensa del marxismo en el terreno de las ideas impulsando la Cátedra Libre Karl Marx, el impulso de la huelga de mujeres el 8M, entre otras iniciativas. Estos son algunos ejemplos de la experiencia que venimos acumulando en los últimos años y sobre la cual hemos conquistado un programa que se puede sintetizar en los siguientes puntos:

– Defensa de una educación pública, totalmente laica y gratuita en todos sus niveles, con becas y ayudas para las rentas bajas. Por el regreso inmediato de los y las estudiantes expulsados por no poder pagarse los estudios. Suficientemente financiada mediante impuestos a las grandes fortunas y empresas. Universidad radicalmente democrática y bajo control de estudiantes, profesores y trabajadores con mayoría estudiantil, sin empresarios privados ni privilegios para la casta universitaria.
– Poner fin a la precariedad laboral, el desempleo, los salarios de miseria y por unas pensiones y servicios públicos gratuitos y de calidad. Por la solidaridad y ser parte de todas las luchas de las y los trabajadores y sectores populares que se movilizan contra los desahucios, la pobreza y el resto de demandas populares.
– La lucha contra el heteropatriarcado y la opresión sexual y de género. Defendemos la creación de comisiones de mujeres y LGTBI en todos los centros de estudio y de trabajo para acabar con la violencia machista. Por una plena educación sexual.
– Por una juventud antimperialista, antirracista e internacionalista, que luche contra la opresión ejercida por el Estado español, la Corona y sus multinacionales en los países semicoloniales, contra sus intervenciones militares. Plenos derechos para los inmigrantes y derogación de las xenófobas leyes de extranjería. Derecho de autodeterminación a los pueblos del Estado español.
– La defensa de un movimiento estudiantil de base, combativo y democrático, basado en asambleas y coordinadoras, con libertad de tendencias y opiniones que busque la confluencia entre todos los estudiantes de medias, FP y universidad, y retome la bandera de la unidad obrero-estudiantil.
– Derribar el Régimen del 78, contra la Monarquía y la herencia franquista que sigue en pie en forma de poder judicial, ejército y policía.
– Por la defensa del legado teórico del marxismo, que brinda las herramientas teóricas para proponernos transformar de forma revolucionaria el mundo.
– Anticapitalismo para acabar con este sistema que no tiene nada que ofrecernos. Queremos un mundo sin opresión ni explotación, poniendo la riqueza al servicio de la mayoría y no al de engordar las ganancias de un puñado de capitalistas. Como parte de esta tarea consideramos que hay que pelear también por construir una gran organización revolucionaria de la clase trabajadora, las mujeres y la juventud.

Somos parte de una generación que en todo el mundo está empezando a luchar contra capitalismo, sus gobiernos y políticas liberales. En Francia, nuestros compañeros y compañeras de la juventud de la CCR son parte del movimiento estudiantil que salió a las calles contra Hollande y ahora contra Macron, junto a los y las trabajadoras. En Alemania, nuestros compañeros y compañeras de Waffen der Kritik están participando de la importante huelga de los becarios de la universidad y se han solidarizado con las huelgas de los trabajadores metalúrgicos. En Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, México y Venezuela, nuestras compañeras de Pan y Rosas están organizando la huelga internacional de mujeres para el 8M, y desde las agrupaciones estudiantiles defienden la unidad obrera estudiantil.

A 50 años del mayo francés -esa gran oleada revolucionaria que sacudió al mundo-, queremos retomar las mejores tradiciones de lucha y autoorganización del movimiento estudiantil y de mujeres para luchar junto a la clase trabajadora para poner en jaque a este sistema.

Desde Armas de la Crítica, No Pasarán, el SEI, Pan y Rosas, la recientemente formada agrupación Rosa Luxemburgo de Vigo y otros grupos de militantes de la CRT y estudiantes independientes en ciudades como Burgos, queremos avanzar en unificar las experiencias de nuestras agrupaciones tras este programa común, que siente las bases para poner en pie una gran juventud anticapitalista y revolucionaria. Con este fin nos proponemos realizar un encuentro estatal de unificación a principios de mayo en Madrid. Llamamos a sumarse y participar a todos y todas las estudiantes y jóvenes que compartan nuestra perspectiva, derribar este sistema y su régimen y levantar una sociedad nueva de sus cenizas, en favor de la clase trabajadora, las mujeres, los migrantes, la juventud y las mayorías sociales.