Diputados. Por 3 votos Milei logró sostener el veto al financiamiento universitario con el PRO, UCR y gobernadores

En medio de tomas en facultades de todo el país y una movilización frente al Congreso, finalmente el gobierno logró blindar el veto al financiamiento universitario en la Cámara de Diputados. Con mucha dificultad y negociaciones hasta el último minuto, alcanzó el número. La votación salió 160 afirmativos y 84 negativos, y quedaron a tan solo 3 votos de llegar a los dos tercios para insistir. La ley iba obligaba al gobierno a aumentar los salarios docentes y no docentes mensualmente por inflación y retroactivo a diciembre mientras no haya acuerdo paritario con los gremios. Son los salarios más retrasados de toda la administración pública, y más allá del discurso de “no hay plata” La Libertad Avanza muestra su intención de desfinanciar y atacar la universidad pública.

La clave del apoyo a Mile para sostener el veto estuvo en su negociación con Mauricio Macri para alinear al PRO y con los gobernadores de Tucumán (Jaldo-UP), Catamarca (Jalil-UP) Chubut (Torres-PRO), Misiones (Passalaqua-Renovador, cercano a Massa), Córdoba (Llaryora-PJ), Santa Cruz (Vidal) además de los diputados de la UCR que se pasaron de bando desde el veto a las jubilaciones. Algunos aportaron con su voto negativo a la ley (PRO, UCR, tucumanos ex Unión por la Patria, Santa Cruz), y los demás con ausencias y abstenciones a pesar de haber acompañado afirmativamente en la media sanción.

Los 84 votos negativos los aportó, además de La Libertad Avanza, casi completa la bancada del PRO y otros aliados, los 3 tucumanos ex Unión por la Patria (del gobernador Jaldo), y 4 de la UCR (Campero, Tournier, Arjol y Picat) del grupo de los “radicales libertarios”, y Garrido de Santa Cruz.

La alianza clave para blindar el veto. Martín Menem y Cristian Ritondo pic.twitter.com/SpBZAdPrW2

— Jesica Calcagno (@Jesi_mc) October 9, 2024

Las abstenciones fueron de los 4 misioneros de Innovación Federal y el neuquino Pablo Cervi de la UCR (del grupo de los radicales afines a Milei). Las 5 abstenciones habían acompañado la media sanción y ahora cambiaron repentinamente de opinión.

Las ausencias con aviso fueron las de Carbajal (UCR), Lopez Murphy (Encuentro Federal) y Oscar Zago (MID) que están de viaje, y el diputado Steffani del PRO que está delicado de salud. Pero a ultima hora se sumaron otras ausencias sugestivas: Alejandra Torres de Córdoba (Llaryora-PJ), Avila de Chubut (Torres-PRO) y una de las salteñas, Yolanda Vega, que responde al gobernador Saenz (cercano a Massa). Unión por la Patria aportó lo propio para ayudar al gobierno: la ausencia de la catamarqueña Fernanda Avila, del gobernador Jalil de Unión por la Patria. Estos 4 contaban a favor de la ley y sus ausencias fueron producto de las negociaciones a contrarreloj del gobierno.

Se está votando y la diputada Avila de Unión por la Patria de Catamarca está efectivamente ausente. Responde al gobernador Jalil https://t.co/5KVPgRriUT pic.twitter.com/lmIhjcRjQu

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Defendieron la ley de financiamiento sumando a los 160 votos: 98 de Unión por la Patria, 27 de UCR, 13 del bloque de Pichetto, la Coalición Cívica, la bancada completa del Frente de Izquierda, 3 de Innovación Federal (2 de Salta y 1 de Rio Negro), 2 del PRO (Baldassi y González), las sanjuaninas, el neuquino del MPN, Acevedo de Santa Cruz, y la ex libertaria Lourdes Arrieta.

Cuando comenzó la sesión, el gobierno contaba con 84 votos para ir contra la ley. Llegó a ese número con mucha dificultad, teniendo que negociar hasta ultimo minuto. El día anterior a la sesión largó un anuncio de que van a aumentar el salario mínimo garantizado para la docencia, un pedido que había hecho el PRO pero que no conforma a la docencia porque siguen teniendo ingresos de indigencia. Entre el partido amarillo había muchas dudas para acompañar el veto, y fue Mauricio Macri quien tuvo que interceder en las conversaciones. Hubo disciplina de bloque a regañadientes en buena parte de sus integrantes, luego del anuncio del gobierno que respondió a su pedido. Aún así perdieron 2 legisladores larretistas que esta vez se diferenciaron. En la sesión, Silvia Lospennato dejó planteadas algunas diferencias con el gobierno que muestran una tensión latente. "Es un reclamo real y genuino que el gobierno tiene la obligación de atender" dijo, y advirtió "si alguno tiene la fantasía de privatizar la universidad, les digo hoy no van a contar con un solo voto de este bloque del PRO". El jefe de bloque, Cristian Ritondo, tuvo un discurso más amistoso con el gobierno y se tiró contra la oposición "lo que les importa es golpear a un gobierno que tiene debilidad parlamentaria". Pero no dejó de reclamar "una mejor gestión", repitiendo la crítica del ex presidente de su espacio.

El gobierno tuvo que seguir negociando, y si bien no pudo sumar más votos negativos, fue por las ausencias y abstenciones de quienes habían acompañado la ley. Ahí ofrecieron su ayuda al gobierno los gobernadores de Córdoba, Chubut, Catamarca, Salta y Santa Cruz.

Aunque el gobierno justifica el veto por el "costo fiscal" y que no se especifica de dónde sacar los recursos para las universidades, no pueden responder de donde saldrá la plata para financiar el anuncio que hicieron el martes por la noche. Desde el PRO, no quisieron dar el dato exacto pero reconocieron que es prácticamente el mismo que el de la ley del Congreso. Nicolás del Caño salió al cruce de los argumentos libertarios: "Para darle beneficios a los Galperín sí hay plata. Para los grandes millonarios y empresarios hay, pero no para las universidades públicas, no para los jubilados, no para los médicos del Garrahan, del Hospital Bonaparte y de tantos otros lugares. Este veto ratifica la orientación de este gobierno”.

Christian Castillo de la izquierda cuestionó que "una pequeña minoría de este parlamento y una pequeña minoría de la opinión publica imponga su decisión sobre la mayoría como hicieron con los jubilados”. Es que el gobierno no solo elije a sus enemigos con el ajuste a jubilados y universidades, también muestra que no quiere que salga nada del Congreso que sea iniciativa de otros bloques. Como tiene una minoría parlamentaria, lo hace a fuerza de vetos y DNU. Castillo, que además es docente universitario, advirtió "sepan que cada diputado o diputada que vote con el veto o se ausente o se abstenga, cada asamblea estudiantil los está declarando persona no grata en las universidades nacionales. Hoy no hay medias tintas, el que no rechace el veto juega para la ultraderecha". También criticó a las direcciones sindicales que negocian con Milei en la Casa Rosada y no convocan a acciones. Varios sindicatos se retiraron temprano de la movilización de este miércoles en el Congreso, antes de la votación. Lo mismo ocurrió con la Ley Bases.

Durante la sesión, el discurso de Miguel Angel Pichetto fue duro contra el gobierno: "probablemente esta tarde ganen. Creen que ganan, pero en realidad pierden como perdieron con un sector muy importante de la sociedad que son los jubilados". Aunque reclamó al oficialismo que "consoliden una mayoría parlamentaria" que contenga a los "dialoguista", les preguntó: "¿Cual es el programa que tienen? ¿Un barco sin luces en el mar? ¿Cuál es el plan? ¿El ajuste al estilo Martínez de Hoz?"

Desde la UCR, el jefe del bloque Rodrigo de Loredo sinceró su posicionamiento "lo único que estamos discutiendo es el tamaño del ajuste, un ajuste que este bloque ha demostrado entender que es necesario en la Argentina para estabilizar la economía". El problema para De Loredo es que "el ajuste para universidades sea un 20% mayor al del resto del sector público". En ese sinuoso sendero del ajuste que comparten con el gobierno, quizás estén las razones de las fugas al bando libertario.

El gobierno se lleva un nuevo veto blindado pero sus debilidades quedan expuestas por todos lados. En el Congreso, su marco de alianzas se tensa y les cuesta cada vez más alcanzar un agónico tercio. Además, tuvo que hacer una anuncio para la docencia universitaria que igualmente no cierra un conflicto que puede crecer en todo el país. Las tomas estudiantiles ya empezaron a multiplicarse en la previa a la sesión. Como demostró la ultima marcha universitaria en todo el país, fue un catalizador de varios malestares que están creciendo y pueden complicar la calle y el humor social.