Posicionamiento en el marco de la marcha convocada por la UNT.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Martes 31 de enero de 2023
Como todos los años miles de trabajadores que pertenecemos a la UNT salimos a movilizarnos junto con decenas de sindicatos y organizaciones políticas y sociales. Este año el gobierno de Andrés Manuel López Obrador pone sobre la mesa el avance del peso frente al dólar, mientras proyectan un menor impacto de la inflación se ubica en 7.8% y el Banco de México indica que creceremos 1.7%.
El gobierno federal dice que vamos saliendo de la crisis económica y recuperamos puestos de trabajo tras los despidos masivos en todo el país por la pendemia. La derecha y los empresarios critican las afirmaciones del gobierno federal pero la propuesta de conjunto es mayor precarización laboral para atraer mayor inversión extranjera bajo el T MEC y defender a capa y espada las reformas estructurales.
AMLO recibió a José Biden presidente de EEUU y Justin Trudeau, primer ministro de Canadá. Más allá del discurso del presidente y su posición como un gobierno progresista frente al imperialismo, la realidad es que en la cumbre se discutió la agenda de EEUU y Canadá, refrendando el compromiso del gobierno federal para fungir de agente de migración para frenar a los miles de hermanos migrantes, mientras se garantiza la continuidad de la militarización en todo el país y recientemente la mitlizarciación el metro con el despliegue de 6 mil guardias nacionales en el metro de la CDMX.
Esto es un hecho no menor ya que si bien no es la derecha del PRI y el PAN, el gobierno de Obrador continúa con una subordinación al imperialismo siendo garante de su política antinmigrante, de militarización del país y de profundización de la dependencia económica con la firma del T MEC.
De los miles de puestos de trabajo que el gobierno federal dice que recuperamos, nada se habla sobre el enorme avance de la precariedad laboral, dónde la gran mayoría ganan un salario mínimo y son escasos los trabajos dónde ofrecen dos salarios mínimos, se aumentan las jornadas laborales y la carga laboral en miles de centros de trabajo. Se retroceden de conquistas históricas como la reciente reforma jubilatoria que impacta a miles de trabajadores telefonistas, dónde “lo mejor posible” fue un aumento de la edad jubilatoria y un recorte al monto de la pensión, mientras grupo Carso anuncia que en 2022 sus utilidades aumentaron un 71.4%. El caso de las y los jóvenes de programas sociales es brutal la precarización porque ni siquiera el gobierno les reconocen como trabajadores y por eso hoy luchan, para tener derechos laborales y que todxs sean recontratados.
En las universidades el tope salarial, firmado y orientado por la dirección sindical del STUNAM se ubica en 4% muy por debajo de la inflación (7,8%) mientras las revisiones salariales del SUTUACM y el SITUAM enfrentan a una intransigencia de las autoridades que se niegan a reconocer la violación de los Contratos Colectivos de Trabajo y ofrecen una burla de aumento salarial de 1.7% que por la vía de los hechos implica pérdida de poder adquisitivo.
Es clarísimo en el caso de la violencia machista y el feminicidio, que parten de un problema estructural, que sólo transformando las condiciones de desigualdad y vulnerabilidad de millones de mujeres, empezando por igualdad salarial, plenos derechos laborales, acceso a la educación e infraestructura pública, podrán sentarse las bases para acabar con la violencia. El feminicidio tiene un carácter de clase, afecta sobre todo a mujeres pobres y trabajadoras, y la militarización solo lo ha disparado; las políticas de mayor castigo y cárcel que levantan el gobierno y los partidos del Congreso apuntan al castigo individual, y dejan impunes a quienes son responsables de las políticas que mantienen las condiciones materiales y de vida que configuran la vulnerabilidad de las mujeres y disidencias.
Las direcciones sindicales y los portavoces de la UNT exigen que la clase trabajadora del campo y la ciudad “sea contemplada en el proyecto de transformación”. Sabemos que millones de personas acompañan las aspiraciones de democracia y mejores condiciones de vida, pero consideramos que un cambio estructural de las condiciones de desigualdad, pobreza y explotación en el país solo podrá venir de enfrentar a las grandes patronales y los intereses del imperialismo, que desde la Casa Blanca dicta su agenda y profundiza su injerencia en la región y en nuestras organizaciones sindicales. Un ejemplo es el capítulo laboral del TMEC y la reforma laboral, cuyo modelo de “nueva justicia laboral” impone restricciones al derecho de huelga y empuja a mayor control del Estado sobre los sindicatos.
La dirección de la UNT decide ocultar que esta transformación se ha impuesto de la mano del pacto que mantiene AMLO y su gobierno con los grandes empresarios, como Carlos Slim, que demuestran su voluntad de preservar la explotación capitalista y no tocar un peso de las fortunas de magnates millonarios, a pesar de sus políticas de apoyos, de sus programas sociales que precariza, de los aumentos salariales que son pulverizados por el alza de precios. Además, la distintas direcciones sindicales agrupadas en la UNT se han negado a convocar a las bases de nuestros sindicatos a fortalecer las luchas en curso contra estas políticas de manera efectiva, no solo con palabras, sino con la movilización y lucha, como demuestra la huelga de más de dos años del SUTNOTIMEX y no cuestiona la cerrazón del gobierno a la resolución de sus demandas. Esta cerrazón demuestra cuál es la verdadera política del gobierno de la 4ta transformación: mantener a raya a los sectores en lucha por mejores condiciones laborales y salariales, buscando que nuestra clase deposite toda su confianza en mecanismos institucionales y legales para la resolución de nuestras demandas, renunciando a la movilización y a enfrentar a quienes representan los intereses de los capitalistas.
La única forma en la que podamos garantizar salarios, empleos y jubilaciones dignos, derechos laborales, mayor presupuesto para salud, educación, vivienda, el rescate del campo y una vida libre de violencia, es levantando una política independiente de aquellos -como el gobierno, los partidos del congreso y las direcciones sindicales- que se niegan a romper el pacto con los empresarios y atacando sus ganancias. Imponiendo impuestos progresivos a sus fortunas, y destinando el presupuesto del ejército y la policía, así como el pago de la deuda externa, a salud, educación, viviendo y otros rubros.
Hoy es necesario fortalecer la lucha de las y los trabajadores que pelean contra la precarización laboral y por la defensa de nuestras conquistas históricas, la defensa de nuestros CCT pasa por fortalecer la unidad de las y los trabajadores sindicalizados y precarios y movilizarnos de forma unitaria.
Es por eso que extendemos una invitación a la base trabajadores y llamamos a las direcciones que se reclaman democráticas de la UNT a participar en la marcha el próximo 3 de febrero a las 16:00hrs en el Hemiciclo a Juárez a la marcha contra la represión, la precarización laboral, los despidos y en defensa de la educación pública.