Martin Espinoza @martinespi05
Martes 13 de octubre de 2015 00:00
Estamos reinaugurando la sección de medios en La Izquierda Diario bajo el nombre: "Por otros medios". Nuestro diario digital nació como una iniciativa del PTS (Partido de los Trabajadores Socialistas) "para informarse por izquierda".
Un medio que defiende "la independencia política de los trabajadores frente a todas las variantes capitalistas" y "para construir una gran izquierda de los trabajadores." En ese sentido, desde nuestro nacimiento hace más de un año, hemos venido reflejando distintas discusiones y posiciones críticas alrededor del rol de los medios de comunicación de masas, que hoy han potenciado su rol estratégico ante la convergencia dada con la explosión de las nuevas tecnologías y las redes sociales.
Así lo entienden los grandes capitalistas y por eso el sector también es terreno de disputa de los grandes "actores" empresariales a nivel mundial y en nuestro país.
Precisamente, el mercado de medios en la Argentina, estuvo en el centro de la disputa del gobierno kirchnerista (con más intensidad desde 2008) a partir de la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) y la disputa con el Grupo Clarín. Una disputa intraburguesa por el mercado de medios que, lejos de llenar las expectativas y los propósitos que postulaba de "democratizar la palabra", llevó a un callejón sin salida las aspiraciones de distintos sectores sociales que vieron la posibilidad de encontrar un camino de expresión a partir de la sanción de la nueva norma.
Muy por el contrario, medios comunitarios y alternativos vieron frustradas sus expectativas y hasta algunos sufren el ataque del propio Estado, como ocurrió con el canal Antena Negra TV que sufrió el saqueo de sus instalaciones en un brutal operativo policial este año.
La "madre de todas las batallas" por la LSCA, como la bautizó el Gobierno Nacional, ha derivado en el crecimiento exponencial de grupos mediáticos afines al kirchnerismo y la conformación de nuevos multimedios como el Grupo Indalo (Cristóbal López), Grupo Veintitrés (Sergio Szpolski) o el Grupo Olmos (Hermanos Olmos); por citar algunos ejemplos emblemáticos. Por otra parte, el gobierno kirchnerista ha abierto la posibilidad de un nuevo nicho de negocios a grandes corporaciones de medios y de las telecomunicaciones internacionales, como las llamadas "Telcos", con la sanción de la Ley Argentina Digital.
Mientras tanto, en el plano laboral, las promesas de nuevas fuentes laborales para los trabajadores de medios, ha sido otra expectativa frustrada teniendo en cuenta que, como ha ocurrido en el mercado laboral de toda la llamada "década ganada", han crecido las modalidades de trabajo en condiciones de absoluta precariedad, de las que son víctimas especialmente cientos y cientos de jóvenes. Particularmente, en los medios de comunicación de masas, son moneda corrientes los contratos basuras, "factureros" o colaboradores externos, negándoles a los trabajadores (en su mayoría jóvenes) los más elementales derechos laborales.
Estos reclamos son algunos de los que han motorizado la necesidad de que los trabajadores de medios en general y de prensa en particular, vean la necesidad de organizarse en defensa de sus derechos. Esto expresa el surgimiento de un nuevo sindicato de prensa en la ciudad de Buenos Aires, el SiPreBA, que vio la luz tras un masivo plebiscito realizado el año pasado, donde más de 2000 trabajadores de prensa votaron a favor de la conformación de una nueva organización que los agrupe, a partir del abandono y las reiteradas traiciones del viejo sindicato UTPBA (Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires), ante los atropellos patronales. Este proceso antiburocrático y de reorganización democrática en los medios de prensa escrita, radial y televisivo, ha tenido en el diario Clarín un paso emblemático con la elección de delegados, tras más de una década del despido de más de 100 trabajadores y la comisión interna en el año 2000 bajo el gobierno de Fernando De La Rúa.
Hoy son varias las comisiones internas y cuerpos de delegados que se ponen en pie y abonan este proceso, poniendo a la orden del día la necesidad de que los trabajadores se organicen en forma independiente para luchar no sólo por sus derechos laborales, sino también en defensa de sus derechos sindicales y de expresión al interior de los medios, sean privados o controlados por los Estados municipales, provinciales o nacional. Es que los atropellos patronales están a la orden del día tanto en los medios oficialistas y opositores, privados y estatales. Así lo han demostrado el despido de dos delegados en el portal de noticias "Minuto Uno" de Cristóbal López, la persecución a los delegados de Perfil con la denuncia penal impulsada por el empresario Jorge Fontevecchia, o el ataque sufrido por los trabajadores de Radio Nacional que recibieron descuentos en sus sueldos por realizar paros contra la precarización laboral en la emisora conducida por María Seoane.
Los medios también son un importante lugar de disputa por la interpretación de los acontecimientos.
La polarización generada a partir de la pelea entre el Gobierno Nacional y Clarín, ha intentado borrar más que nunca la posibilidad de una visión independiente de la realidad. El debate y la lucha por los contenidos comienzan a desarrollarse entre los propios trabajadores de prensa, volviendo la mirada sobre la libertad de prensa, conciencia y expresión. ¿Por qué los trabajadores no pueden expresar sus reclamos en los propios medios que hacen funcionar? ¿Cuántas voces son calladas en esta falsa "realidad polarizada que muestra los medios de comunicación de masas? La interesante experiencia de disputa que desarrollan los trabajadores de prensa de la TV Pública con la gerencia de noticias por la cobertura de noticias relacionadas con luchas obreras o reclamos populares, y la pluralidad política, sienta un importante precedente.
"Por otros medios", la nueva sección de La Izquierda Diario, quiere expresar esta pelea por medios verdaderamente públicos, sin injerencias privada o estatal, para que se puedan expresar las más diversas voces de la política, la cultura y de la sociedad. En ese camino, La Izquierda Diario se propone ser una herramienta de expresión, organización y lucha.