ESPECIAL HUELGA 30E. Por pensiones, salarios y vida dignas, huelga en Euskal Herria

Pensionistas, sindicatos, y estudiantes harán huelga y se manifestarán por las calles de Euskal Herria este jueves 30 de enero. Más de 1500 comités de empresa y más de la mitad de la enseñanza pública se movilizará por unas pensiones, unas condiciones laborales y una vida dignas.

Además de parte del movimiento de pensionistas y diversas organizaciones sociales, entre los sindicatos convocantes se encuentran, ELA, LAB, Steilas, ESK, Hiru, Etxalde, EHNE y CNT.

CCOO y UGT sindicatos de ámbito estatal y que aún mantienen cierta presencia en la industria, no se adhirieron a la huelga, “a la espera de ver qué hace el gobierno” aunque sí será parte el sector Juvenil de CCOO.

CGT a pesar de su adhesión inicial, finalmente no participará, bajo el argumento de que se permitirán en la manifestación las banderas sindicales de las organizaciones participantes. Según el Secretario General de CGT EH “los sindicatos nacionalistas mostraron con esta decisión su objetivo: fagocitar el movimiento pensionista en su beneficio, por lo que la manifestación estará llena de banderas, básicamente de los dos sindicatos mayoritarios, ELA y LAB”.

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Desde Steeilas, el sindicato mayoritario en el sector de la enseñanza, se muestran optimistas. Su portavoz del secretariado general, Ana Pérez, sostiene que el porcentaje total de acatamiento de la huelga en la enseñanza pública podría alcanzar la media del 80%, por la alta adhesión en Gipuzkoa y, sobre todo, el respaldo casi unánime de las escuelas infantiles públicas. Aunque en sectores como los monitores, más precarios y con menos organización, no superará el 20 %.

El espacio convocante de la Carta Social de Derechos de Euskal Herria, es un espacio común entre más de 130 organizaciones sociales, feministas, ecologistas, juveniles junto al peso importante de sindicatos como LAB y ELA surgido en 2013. Y esto queda patente en las reivindicaciones de la propia huelga.

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Estamos ante una huelga atípica, que traspasa los esquemas de las convocatorias de las burocracias sindicales "desde arriba", sin asambleas en los centros de trabajo y de estudio. Sino que se desarrollaron asambleas por todo el territorio y se recogían las reivindicaciones en la Coordinadora. Esto lo podemos ver en las múltiples reivindicaciones, aunque los ejes principales sean el salario mínimo de 1.200€, la rebaja de la jornada máxima a 35 horas de trabajo, y el aumento de la jornada mínima a 20 horas en contratos a tiempo parcial, jubilación a los 65 años y 1.080€ de pensiones mínimas, actualización anual de estas al IPC, la subrogación del empleo subcontratados o la ultraactividad indefinida de los convenios entre muchas otras.

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Esta huelga, además de una huelga en la producción y los servicios, toma las reivindicaciones del movimiento feminista de visibilizar los trabajos de cuidados o de consumo al igual que las huelgas del 8M. De hecho el movimiento feminista es parte de la huelga con sus propias reivindicaciones.

El reclamo al derecho a la soberanía nacional, parte de esta Carta Social, hizo que la CNT y la CGT no la suscribiesen.

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Podemos EH declaró que no apoyará la huelga, catalogándola como “una huelga política”. Efectivamente, para Jule Goikoetxea, filósofa política, escritora y activista feminista vasca, lo es, porque “Las demandas de la huelga del 30E llevan a una crítica al sistema capitalista neoliberal”

El mismo jueves habrá concentraciones de apoyo a la huelga en diversas ciudades como Madrid o Barcelona convocadas por plataformas de pensionistas, organizaciones sindicales, grupos políticos y asociaciones juveniles de distintos lugares del Estado.

El recién formado gobierno de coalición del PSOE con Unidas Podemos, se enfrenta en tiempo récord a su primera huelga general, que entre muchas reivindicaciones pone en el centro el problema de las pensiones. Una cuestión central, en la que Sánchez en el Foro de Davos, prometió llevar adelante las reformas que jalean las grandes patronales y los organismos europeos.

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Las organizaciones sindicales, políticas y sociales del resto del Estado deberían tomarlo de ejemplo.