¡Alto al genocidio! ¿Por qué l@s trabajador@, docentes y estudiantes de la UACM debemos apoyar la causa del pueblo palestino?

El ataque de Hamas contra un festival de música en territorio ocupado fue un acto criminal repudiado por el mundo entero, y a la vez, el pretexto ideal para que el Estado sionista de Israel, luego de 75 años de ocupación, despojo y un genocidio persistente hacia el pueblo palestino, continuara la ofensiva contra la población civil con el objetivo de ejecutar una limpieza étnica y terminar de expulsar de su territorio ancestral a este pueblo. Esta masacre despertó la indignación a nivel mundial y provocó multitudinarias manifestaciones a favor de detener el genocidio a lo largo del mundo y por supuesto el pueblo de México no fue la excepción.

Las movilizaciones que se han llevado a cabo en la Ciudad de México, pero también las muestras de apoyo en distintas ciudades, han sido históricas, pues han congregado a decenas de miles de personas exigiendo poner un alto al brutal genocidio y la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel entre muchas otras consignas. Pero en particular, una es la que destaca y es el alto a la matanza de las infancias, ya que, en las primeras dos semanas del inicio de las hostilidades, ya habían asesinado a más niñas y niños que en los últimos 23 años.

En las movilizaciones de nuestro país han confluido varios sectores, organizaciones políticas, sindicales y sociales unidas en el comité de Solidaridad con Palestina que se conformó ante la masacre, pero también, colectivos de artistas, músicos, intelectuales, docentes y muchas familias con sus hijos e hijas pequeños alzando su voz en defensa de las infancias en Gasa, conmoviéndonos hasta los huesos ver la consciencia de nuestros pequeñ@s expresando su solidaridad y enfado, mientras en sus pancartas se leía: Con los niño NO, Los niños en las escuelas, no en ataúdes, No toquen a los niños, etc. etc. etc.

Pero, si bien este gran acto de solidaridad internacional, de sensibilidad y consciencia de nuestro pueblo, así como cientos de pueblos en el mundo, es un importante avance y presión para detener el genocidio, aun no es suficiente y surge la necesidad de ampliar e intensificar esa solidaridad y la expresión de repudio al Estado Sionista y su apartheid, que en países como Inglaterra, se están extendiendo masivamente con cientos de miles en las calles, que en Francia y otros países se enfrentan a la cárcel por la prohibición de sus gobiernos a manifestarse por Palestina.

Pero, en nuestro país, al que suele llamarse “el gigante dormido de la clase obrera” por sus enormes dimensiones y potencial fortaleza, las y los millones trabajadores aun nos encontramos ante los límites impuestos por la mayoría de las dirigencias sindicales burocráticas que se han negado a hacer un llamado a todos sus agremiados a movilizarse y a retomar la causa de los pueblos oprimidos.

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¿Cómo la comunidad uacmita puede ampliar la solidaridad con la causa palestina?

Bajo los ojos del mundo entero, el estado de Israel asesina a miles de personas que su único “delito” es exigir que se respeten sus hogares y el territorio que han habitado por miles de años. En este genocidio, las infancias son las que más sufren los horrores del conflicto armado, pues según cálculos de la Autoridad Nacional Palestina y de la ONU, de los más de 13 mil muertos que se cuentan en estos días, más de 5 mil 500 son niñas y niños y la población tiene negados sus derechos humanos más elementales, entre ellos la educación, la salud y la vida.

Por otra parte, como ya se mencionó, uno de las exigencias más fuertes de las movilizaciones es la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel como modo de presión para poner fin al espanto, a lo que el gobierno de la 4T se ha negado abiertamente, a pesar de que muchos funcionarios de Morena muestren simpatía por la causa palestina y cientos de familias simpatizantes del gobierno se lo exijan en las marchas, por lo que la única forma efectiva para que el Estado mexicano nos escuche y acepté esta ruptura es que la clase trabajadora y la enorme comunidad estudiantil, con toda sus fuerzas se lo impongamos en unida y en las calles.

En lo que refiere a l@s estudiantes y profesor@s universitari@s en general y en particular de la UACM, siempre hemos sido un sector altamente politizado y solidario, por lo que somos un factor de peso tanto a nivel ideológico como político, pues somos capaces de dar los argumentos necesarios para frenar la barbarie sionista y, al mismo tiempo, poseemos la fuerza numérica para salir a protestar a las calles para exigir un cese inmediato al fuego.

Para reflexionar ante la masacre

L@s trabajador@s de la UACM y l@s estudiantes, nos podemos preguntar legítimamente ¿qué relación tengo con un conflicto a miles de kilómetros de distancia? La respuesta se puede abordar desde el enfoque de la opresión que sufren la clase trabajadora de ambos países, es decir, Estados Unidos que se aprovecha de la mano de obra barata mexicana es el principal pilar de Israel, que su vez, explota y oprime a los trabajadores palestinos, a la vez que los despoja de sus tierras y los mata, por lo que, protestar contra el Israel es a su vez combatir las malas condiciones de vida de los trabajadores mexicanos. Sólo basta ver como obreros de Estados Unidos y otros países europeos se negaron a cargar barcos con armamento para alimentar la máquina de guerra israelí.

En resumen, la comunidad de la UACM que tenemos el escudo “Nada humano me es ajeno” debemos hacerlo valer también ante este llamo internacional a respetar la vida y los derechos humanos, por lo que es importante tomar partido ante estos aberrantes hechos que ya se han metido en nuestras vidas, nos organicemos unidos en cada plantel y nos manifestemos contra la masacre que se lleva a cabo hoy en Medio Oriente.

Y esto es extensivo al conjunto de sectores de trabajador@s universitari@s como en la UNAM, las Universidades para el Bienestar, la URC, el SNTEA, el STAUS, el SUTIEMS, que en unidad con la comunidad universitaria podemos hacer temblar la tierra contra la barbarie que se está cometiendo.

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