En las últimas horas se viralizó una declaración del director Quentin Tarantino sobre "Bambi", la película de Disney que antes de saltar a la fama en 1942, fue una novela para adultos prohibida en la Alemania nazi. En esta nota te contamos las razones.
Meke Paradela @mekepa
Lunes 10 de abril de 2023
"Bambi traumatizó a niños durante décadas. Yo no estaba preparado para la muerte de la madre". La declaración por estas últimas horas la hizo Quentin Tarantino, el afamado director de Hollywood que se refirió de esta manera a un clásico de la animación, en teoría, para chicos. Lo cierto es que pasó a ser parte del acervo popular y del registro colectivo e inconsciente de millones de personas a lo largo de las décadas. Al igual que otras figuras del estilo, se convirtió en un animal muy querido. También fue un sinónimo de la época dorada de Hollywood y en particular de Disney, el estudio que comenzaba a brindar sus primeros pasos en la industria y que con sus populares animaciones sería con los años uno de los grandes tanques del cine. Estamos hablando de Bambi, el pequeño ciervo tímido e inseguro que, como pasaría con otras grandes producciones del estudio, quedaría huérfano de madre para luego crecer, sacar sus conclusiones, enamorarse y vivir feliz como cualquier otro típico cuento de hadas.
Metáforas de guerra
“Bambi. Eine Lebensgeschichte aus dem Walde”, traducido como “Bambi: una historia de vida en el bosque”, fue una novela escrita en 1923 por el austríaco Felix Salten, seudónimo de Siegmund Salzmann. Escribió guiones de cine y libretos para operetas así como también historias cortas, novelas, libros de viaje y colecciones para ensayos. Hasta fundó el primer cabaret literario en Viena en 1901. Pero sin ninguna duda fue su Bambi, el corzo europeo de su historia, el que pasó a la posteridad. Fue traducido al inglés en 1928 y por la suma de 5000 dólares, sus derechos fueron vendidos a los estudios Walt Disney para hacer una película que fue estrenada un 14 de junio de 1942, hace exactamente 80 años.
Pero antes de su estreno cinematográfico, la realidad de Bambi fue otra. Salten era judío y en 1936 fue acusado de utilizar la literatura para denunciar el antisemitismo y reflejar el miedo que se vivía en Europa, motivo por el cual fueron prohibidas sus novelas. De acuerdo con el ilustrador Benjamin Lacombe, ”los elementos simbólicos son discretos, pero numerosos: Bambi y los suyos, como mariposas en búsqueda de un lugar donde vivir en paz en medio de un bosque donde acechan miles de peligros. Asemejados a la juventud judía perseguida por el nazismo, los animales sin guarida se presentan como los judíos apátridas, que no se sienten cómodos en ninguna parte, que no encuentran su lugar. El yiddish se cuela entre algunos de los diálogos, en tanto que el padre recita frases dignas del mismísimo Theodor Herzl”. En 1939, huyendo de los nazis, Salten se exilió a Suiza junto a su mujer y una biblioteca de miles de libros y fue entonces cuando escribió la secuela “Los hijos de Bambi”.
El glitter de Disney
Si bien Disney compró los derechos, la realidad es que la película animada planteó diferencias con respecto a la historia original. Para empezar, la película no trata sobre un corzo en los bosques europeos, sino de la vida de un ciervo en Estados Unidos. Muchos personajes de la historia del libro, como Ronno, Kaurus, Netla, o Gobo, ni siquiera aparecen en la película. La Señora Liebre y el Mochuelo son sustituidos por el conejo Tambor y la mofeta Flor. Tampoco aparecen los humanos y los perros de caza no hablan.
Al ser estrenada en plena Segunda Guerra Mundial, al igual que otras producciones de Disney de la época como Pinocho y Fantasía, la película no fue ningún éxito de taquilla sino que su reconocimiento vino con el paso de los años. Bambi es la quinta película animada de Walt Disney. Fue distinguida con tres nominaciones a los premios de la Academia en las categorías de Mejor sonido, Mejor canción por «El amor es una canción» y Mejor banda sonora.
Meke Paradela
Nació en Capital Federal en 1985.