Por Debanhi y por todas las mujeres que nos han arrebatado, el magisterio debe de organizarse y luchar.
Martes 26 de abril de 2022
El cáncer del feminicidio ha colocado a México como el segundo país de América Latina en donde se comete más violencia contra las mujeres. Cada día son asesinadas 11 de nosotras, eso sin contar las desapariciones. De 2006 al 2021 desaparecieron 21 mil 840 mujeres.
Todos los días vemos casos de desapariciones de mujeres que nos llenan de rabia, pero también dan cuenta de los protocolos de las fiscalías que son negligentes y que generan impunidad, en donde se encubre a los verdaderos culpables, o mencionan que faltan pruebas como fue el caso de Maricela Escobedo que llevó al asesino de su hija a juicio y los jueces lo absolvieron de los cargos.
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Estos casos mencionados y muchos más nos dan cuenta de la complicidad del Estado y todas sus instituciones para negar justicia a las víctimas, que además de encubrir a políticos, funcionarios, empresarios, etc. que forman parte del problema, pues en muchos casos son cómplices de las redes de trata o tienen nexos con el narcotráfico. Como lo menciona el papá de Debanhi no se puede confiar en las fiscalías, y las políticas que impulsa el gobierno como lo han sido las alertas de género, se han demostrado incluso contrarias a su razón de ser, pues en el 80% de los estados donde se ha declarado la Alerta de Violencia de Genero contra las Mujeres (AVGM) se registra un alza de delitos contra este sector de la población. Por ejemplo Nuevo León que tiene alerta desde el 2016 y a pesar de la activación la cifra de feminicidios se disparó en 2,100%.
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¿Por qué las maestras debemos de luchar contra la violencia?
Un caso ejemplar del porque el magisterio mexicano debe empezar a intervenir en el movimiento de mujeres es el de la maestra Laura Denisse Esquivel: el 18 de octubre del 2020 la maestra Laura, madre de tres hijos se encontraba desaparecida, el último contacto que tuvieron sus familiares con ella fue al salir del Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza” ISSSTE, al cual asistió porque había sido golpeada durante un asalto en el municipio de Ixtapaluca. Desde entonces sus familiares junto a las y los docentes de la secundaria 152 se pusieron al frente de la búsqueda en redes sociales.
Además, definieron convocar a una movilización y el cierre de la calzada Zaragoza para el 26 de octubre; la convocatoria tuvo un gran alcance de difusión, e incluso fue retomada por distintas organizaciones de docentes, feministas y políticas. Ante esto la Fiscalía de la CDMX intimidó a los asistentes para que se suspendiera el bloqueo, manifestando a sus compañeras y familiares que Laura ya había sido localizada en Veracruz, insinuando así que no había porque manifestarse. Sin embargo la acción se llevó a cabo.
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Los familiares, las y los maestros de la Secundaria Diurna 152 de la Alcaldía Iztapalapa, nos dieron un gran ejemplo, haciendo efectivo “si tocan a una, nos tocan a todas”. Este caso da cuenta que al Estado y sus instituciones les da miedo que las mujeres trabajadoras se organicen, logramos arrancar con vida a nuestra compañera pues la desaparición de una maestra estaba prendiendo la mecha del hartazgo y les da miedo que las combativas maestras del todo el país se unan al movimiento de mujeres y logren vencer e imponer nuestras demandas.
Las maestras y maestros hemos jugado un rol muy importante en los movimientos sociales de nuestro país, la histórica lucha del magisterio es impresionante, siempre las maestras y maestros han salido a luchar en distintos momentos, en contra de actos de represión, en contra de las políticas neoliberales, en contra de las reformas estructurales y no solo defendiendo sus derechos laborales.
Analicemos la fuerza de las maestras: El SNTE es el sindicato más grande de América Latina con más de un millón seiscientos mil agremiados y es un sector con un 71 % femenino, distribuidas en todos los estados del país, en cada uno de los municipios, y todas las colonias de México, que además cotidianamente dialoga con las madres y padres de familia, y estos pertenecen a los distintos sectores de la economía, a las distintas ramas industriales, a los distintos sectores del campo, y servicios. ¡Imagínense esa fuerza puesta al servicio de que no desaparezcan ni asesinen a ninguna de nosotras nunca más! Que cada que alguna desaparezca, como en el caso de la maestra Laura, el magisterio junto a otros sectores de trabajadoras y trabajadores lo paren todo.
Por eso es urgente para las maestras democratizar nuestro sindicato y que realmente responda a nuestros intereses. Para ello debemos organizarnos escuela por escuela en unidad entre docentes de públicas y privadas junto con las madres de familia para cambiar nuestro porvenir, para hacer efectivo el #NiUnaMenos y para luchar por todos nuestros derechos, como el derecho a decidir. Creando comisiones de mujeres al interior de las escuelas y redes de organización para defender a nuestros estudiantes, hijas e hijos.
Conquistemos la voluntad de otras mujeres trabajadoras de distintos sectores a que nos organicemos para frenar la barbarie de este sistema patriarcal y capitalista, contra la violencia feminicida y laboral. Por Debanhi, por Fatima, por todas.
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