Desde el año 2010 los sindicatos policiales, están integrados al PIT-CNT, desde donde se han respaldado sus continuados despliegues operativos; los que atentan contra los derechos humanos. Esta paradójica situación, contraviene los parámetros fundamentales en los que se debe signar una Central Obrera.
Viernes 13 de noviembre de 2020
Foto: Estefanía Leal, El PAIS
Los sindicatos policiales en 2010, fueron incorporados al PIT-CNT. Su afiliación impulsada desde el Estado, que contó con el apoyo del entonces gobernante Frente Amplio, y con la mayoría de sectores y dirigentes de la central obrera; que los integró.
Hoy Como fuerza corporativa, constituida por el SIFPOM (Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo) y la USIP (Unión de Sindicatos Policiales) defienden a sus afiliados reclamando a los distintos gobiernos mayores garantías para su accionar, mejor equipamiento para reprimir, y nuevas figuras legales que avalen y amparen los procedimientos, como los ocurridos recientemente en la Plaza Líber Seregni, y otros puntos en Montevideo y en varias ciudades del país.
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Represión desmedida
Represión desmedida e injustificada y abuso policial fueron el común denominador durante el último fin de semana de octubre. En varios puntos de la capital y del país se desarrolló un fuerte operativo policial con patrulleros, motos, escudos, rifles de asalto con balas de goma y palazos.
Con argumentos, que aún están muy lejos de ser justificados, el Ministerio del Interior está desplegando violentos operativos para disolver reuniones y demás actividades al aire libre, y que sin mediar palabra y usando la fuerza indiscriminadamente, atropellan a estas reuniones pacíficas de jóvenes.
Este accionar al día de hoy y bajo este Gobierno, está amparado y justificado legalmente por la Ley de Urgente Consideración, que viene a otorgarle más impunidad a la Policía y a vulnerar derechos fundamentales básicos.
Si el argumento es, que hay personas agrupadas al aire libre. ¿Qué se podría argumentar cuando van cuarenta o más personas hacinadas en un ómnibus, camino a su trabajo, o cuando se juntan 15000 personas por día en los encuentros de la Rural del Prado; donde parece que para estas actividades comerciales no hay restricciones? Como no las hay, vale agregar, ya que no existen tampoco se restricciones cuando llegan 15 ómnibus desde Brasil abarrotados de personas hacia los Freeshop de la frontera.
Se puede discernir que la molestia radica, no en la aglomeración de personas, sino en si esto es redituable o no, para el comercio. Y si están o no involucradas las clases acomodadas, o si hay detrás un objetivo económico. Se desglosa de esto que lo que molesta, es el uso libre de los espacios públicos por los sectores populares, donde además se destaca una persecución de corte racista, a los grupos que se reúnen al toque de los Tambores.
Estos hechos abusivos y desmedidos, fueron reivindicados por el Ministro del Interior Jorge Larrañaga, mientras que el Sindicato Policial alineándose por convicción con el Poder Ejecutivo reivindicando la represión; pretendían que el PIT-CNT, se alineara también, pasando por alto esta impronta coercitiva.
Contradicciones en el PIT-CNT
Durante ese fin de semana, la policía desarrolló varios operativos represivos absolutamente desmedidos y de gravedad; por estos hechos hubo representantes de organizaciones de DDHH que no tardaron en hacer suyo el reclamo, consternados por los abusos. Por otra parte el PIT-CNT, y otras organizaciones sociales, se pronunciaron en contra del abusivo accionar y despliegue Policial.
Las organizaciones que firmaron el comunicado son las siguientes:
Colectivo Catalejo, Pedal Uy, Rebelarte, Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, Reactiva, SERPAJ, Articulación No a la Reforma, Entre, Cotidiano Mujer, Casa Bertolt Brecht, Intersocial Feminista, Intersocial Cultural, Sociedad Uruguaya de Actores, NITEP, SolidaridadUY, Grupo por la humanización del parto y nacimiento, Jóvenes por la Memoria, Red de Ollas al Sur, PIT-CNT.
Mientras tanto el SIFPON: Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo, reaccionó “indignado” por ser cuestionado por la Central, pretendiendo que fueran avaladas sus acciones represivas. En esa instancia la presidenta del sifpon: Patricia Rodríguez,- que es integrante de la Mesa Representativa del Pit-Cnt -, “se abstuvo” de emitir opinión.
En una carta pública emitida el martes 2/11, el Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo expresa su desconcierto ante el comunicado emitido y firmado, por varias organizaciones sociales, las que cuestionaban y rechazaban fuertemente el accionar policial en los últimos operativos. Asombrados al saber que el PIT-CNT era entre muchos, uno de los firmantes en contra de sus atropellos.
El SIFPOM y la USIP, manifiestan que la Central respaldó el comunicado de rechazo a los abusos, sin consultar a los sindicatos policiales que lo integran y sostiene que “hay manija” en contra de la Policía.
Es hora que el PIT-CNT tome una postura de Clase
Llama la atención que el PIT-CNT haya considerado hasta el momento a estos elementos como trabajadores, siendo que su única función, es defender el Capital, frenar cualquier cuestionamiento al gobierno o al “orden institucional imperante”, atentando en contra del ejercicio de la Libertad de expresión y manifestación, derechos que inclusive están amparados en la Constitución.
Un Policía, no lo fue, no lo es, y nunca será un trabajador: un trabajador no reprime a otro trabajador.
Como expresábamos en una nota anterior:
“Los policías no son trabajadores, si no parte del brazo armado de un Estado que, más allá de los gobiernos de turno, descansa sobre la desigualdad social, la explotación capitalista, y el patriarcado. Por eso hay que debatir y plantear claramente ¡fuera los sindicatos policiales de la organización de la clase trabajadora!”
“La violencia policial racista y supremacista, demuestra que estas fuerzas represivas son irreformables, por más que los gobiernos y sectores de la centroizquierda propongan cambios en su financiamiento o una reestructura interna”.
“Es necesario desmantelar al aparato policial, que en el caso de Uruguay viene intacto desde los tiempos de la dictadura cívico-militar. O sea, sigue vigente el mismo aparato represivo, siguen operando las redes de espionaje, de inteligencia, el entrenamiento para combatir al “enemigo interno” y el ensañamiento con la población pobre. Debemos bregar por la abolición de estas fuerzas represivas, como parte de cuestionar de conjunto a la sociedad de clases ”.
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Primeras manifestaciones de repudio dentro del PIT-CNT
El Sindicato de Artes Gráficas solicita a la Mesa Representativa que se reabra la discusión sobre la pertenencia del Sindicato Policial en el PIT-CNT. Aquí publicamos su comunicado: