7:55 marcar tarjeta, firmar el libro que registre la entrada del profesor, comienza la jornada laboral, 8:00 de la mañana en la sala de clases, saludar a los niños, pasar la lista, escribir los contenidos en el libro de clases, dar a conocer el objetivo de la clase, entregar instrucciones, desarrollar la actividad, monitorear, resolver dudas, entre tantas otras labores, las cuales no siempre se alcanzan a realizar con 40 niños en una sala. Esta es la realidad diario de miles de docentes.

Galia Aguilera Profesora, y dirigenta del Partido de Trabajadores Revolucionarios
Jueves 30 de abril de 2015
Con 15 minutos de recreo, ojalá se pudiera alcanzar a tomar un té con los colegas, y así bajar la tensión de las primeras horas, para que no influyan al tomar el siguiente curso de 40 estudiantes que ven al colegio como un lugar que los oprime.
Luego, tenemos entre 30 minutos a una hora de colación, al igual que todos los trabajadores, mas no tenemos derecho a colación, esta la debemos garantizar de nuestros bolsillos, sin siquiera tener la garantía de un comedor apto.
El tiempo necesario para planificar, investigar, complementar y preparar las clases un tiempo que supera las horas dentro del colegio, por lo que tras el título de “profesional” se determina en la práctica que una jornada extra de trabajo debe ser sin remuneración, a lo que se conoce como agobio laboral. Es decir, que un profesor trabaja más de 44 horas semanales, en el caso que tenga jornada completa en un mismo establecimiento, lo que se precariza con mayor fuerza al trabajar en dos o más colegios, y lamentablemente no son pocos los docentes que lo hacen. Esto expresa que la flexibilización y precarización es parte de la realidad de cualquier trabajador, y más aún cuando se es trabajadora, por ello no es extraño que este oficio sea altamente feminizado, postergado y precarizado.
El profesor es un trabajador calificado, su forma de organización es gremial tras la Dictadura, pues anterior a ella se organizaba junto con el resto de los trabajadores de la educación, su normativa como profesión se realiza a través de leyes que norman sus funciones.
Actualmente, está en discusión en el legislativo la nueva Política Nacional Docente que definirá la formación docente, los primeros años de ejercicio y la Carrera Profesional Docente. Este proyecto mantiene la esencia neoliberal y profundiza la competencia entre docentes, es por ello que profesores a nivel nacional estudian el proyecto y preparan movilizaciones para hacerle frente.
Para lograr conquistar los derechos demandados, los docentes deben movilizarse y sacar lecciones de experiencia, donde se observó el actuar del Gobierno y sus dirigentes. Los oficialistas del CdeP con el cuestionado presidente del gremio Jaime Gajardo (PC) a la cabeza, como la disidencia oficialista encabezada por Darío Vásquez (ex PC) y Mario Aguilar (PH), desplegaron sus estrategias en la movilización por la agenda corta y como dirección estuvieron unidos en la defensa de la institucionalidad del CdeP, pero no así sobre el apoyo a la movilización de la "rebelión de las bases", pues la disidencia dijo apoyar, sin embargo, desde la institucionalidad nunca se llamó a fortalecer el paro que levantaron más de 40 mil profesores a nivel nacional.
Hoy, la dirección está unida en el rechazo al proyecto presentado por el gobierno de la Nueva Mayoría, pero el paro indefinido lo planifican para julio. Dependerá de la base si la movilización se adelanta para enfrentar la reforma educativa en curso en la unidad desde la base con colegiados y no colegiados, pues esperanzas en las autoridades se ha demostrado que frutos no da.
Por ello, este primero de mayo todos los docentes deben ser parte de esta conmemoración que reivindica la lucha por los derechos laborales, que hasta el día de hoy los trabajadores/as son perseverantes en conseguirlos.