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Red Internacional
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Precariedad. ¿Por qué no encuentran trabajo los y las jóvenes en México?

La precariedad que vive la juventud en el país está cada vez más generalizada, contar con un título universitario en lugar de ayudar a conseguir empleo pareciera que lo dificulta aún más.

Martes 7 de junio de 2022

El sistema capitalista ofrece cada vez menos oportunidades a la juventud, en la actualidad, producto del avance de la flexibilización en el empleo y la pérdida de derechos laborales, los jóvenes se enfrentan a un mercado laboral altamente inestable sin prestaciones ni salarios dignos.

Según la agencia Manpower Group que encuestó a más de 3 mil jóvenes de entre 18 y 29 años, para conocer su situación con respecto a la búsqueda de empleo, los principales motivos por los que no se contrata a los jóvenes son:

Falta de experiencia 56%
No sabe inglés u otro idioma 19%
Falta de conocimientos técnicos 14%

El estudio señaló también que esta situación es aún más aguda en el norte, el centro y en el valle del país, mientras que es menor en el sureste. En cuanto al grado de escolaridad, quienes cuentan con licenciatura tienen un 83% de dificultad para conseguir empleo, quienes tienen un título de posgrado un 79% y quienes tan solo tienen bachillerato, un 76%.

Por otro lado, el estudio demuestra que mientras menor escolaridad se tiene, las posibilidades de trabajo recaen en el sector informal, así de quienes fueron entrevistados y tan solo tenían concluida la primaria, el 75% trabaja en el sector informal. Mientras tanto, el 79% de quienes acabaron el posgrado y tienen trabajo, laboran en el sector formal.

Héctor Márquez Pitrol, director de relaciones institucionales de la empresa Manpower Group, dijo que "por lo general se paga más por la experiencia que por el nivel de estudios". Pero, ¿cómo vas a tener experiencia si no te contratan?

En lugar de ser un factor para conseguir empleo y mejor paga, ante el mercado laboral precarizado y la búsqueda de mano de obra barata por parte de las empresas, opera como una traba para ser contratado. Así, se cae a pedazos la narrativa de que con esfuerzo y dedicación en los estudios, se puede llegar más lejos, discurso que pretende reducir a un problema individual el problema del empleo.

Márquez Pitrol dijo también que lo ideal es que las y los jóvenes se integren cuanto antes al mundo laboral a través de programas de entrenamiento, pero estos programas, que funcionan a modo de becas en los que las empresas e incluso el propio gobierno se libra de reconocer la relación laboral, operan en realidad como un mecanismo más para profundizar la explotación de la juventud.

Además, con estas narrativas, lo que han buscado incansablemente tanto organismos empresariales como los distintos gobiernos, es justificar la tecnificación de la educación, enfocándola cada vez más hacia las necesidades del mercado laboral y menos al pleno desarrollo de las personalidades.

Históricamente el trabajo de la juventud, así como el de otros grupos cuya condición de género, raza, nacionalidad o etnia, son ocupados para contratarlos con bajos salarios y con menos derechos laborales por considerarlos de menor valor y aumentar las ganancias de los empresarios.

Sin duda, las oportunidades que ofrece este sistema son cada vez peores para la juventud, por ello es fundamental organizarse para pelear y recuperar derechos básicos, como tener prestaciones laborales, un salario que alcance y para conquistar el derecho a la sindicalización, como recientemente lo hicieron las y los jóvenes trabajadores de Amazon en EEUU.

Esto en la perspectiva de lograr una sociedad superior a esta que solo nos ofrece precariedad y violencia, una sociedad socialista donde los recursos estén puestos al servicio de la mayoría y no de un puñado de grandes empresarios que se llevan toda la riqueza que produce la clase trabajadora.