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Red Internacional
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Entrevista. ¿Por qué no hay delegados de izquierda en camioneros?

La semana pasada en Infonews se publicó un artículo escrito por Ana Vainmann sobre “El innegable crecimiento de la izquierda sindical”. En el mismo detalla cómo un moyanista explica porqué supuestamente no existe la izquierda en el gremio camionero, aludiendo a que “no crece la izquierda porque en Camioneros hay reivindicaciones”. ¿Por qué?

Virginia Gómez

Virginia Gómez @mavirginiagomez

Letizia Valeiras Docente - SUTEBA La Matanza @letiziav83

Martes 23 de septiembre de 2014

La Izquierda Diario se entrevistó con un recolector de la zona Oeste, parte del gremio Camioneros de Hugo Moyano, del cual reservamos su identidad por las persistentes persecuciones que sufre por sus cuestionamientos a la conducción sindical y los intentos de organizarse eligiendo sus propios delegados. La situación real de los trabajadores del gremio, y el crecimiento silencioso de la izquierda dentro de los camioneros.

ID: ¿Qué opinión te merece las declaraciones del moyanismo de que en el gremio están cubiertas todas las reivindicaciones?

X - Ellos hablan porque no saben lo que es laburar. Los delegados en camioneros no laburan, encima cobran aparte los viáticos del sindicato y todos saben que encima la patronal le pasa un sobre por abajo de la mesa. El delegado no defiende a los trabajadores. Lo que pasa es que este es un gran negocio, por ejemplo ahora compraron 80 camiones, que cada uno sale $800.000. Imaginate la plata que manejan.

Aunque la mayoría entra por los delegados (antes entraban por el PJ), acá estás tres meses y te echan, los trabajadores nuevos son material descartable. Y encima te pagan por día trabajado, si te enfermás todo bien, pero como no trabajaste, no cobrás. Este es uno de los peores contratos.

Y aunque se gana bien, es un trabajo muy desgastante, estás barriendo con calor, con frío, con lluvia con tormentas, caminando cuadras y cuadras. Es un laburo terrible, nunca llegás a completar el trabajo, y varios se las rebuscan de diferentes formas para terminarlo, es superexplotador. Y al delegado nunca se le ocurrió plantearle a la empresa que contrate más gente por ejemplo, deberían duplicar la cantidad de trabajadores para hacer bien el laburo y sin embargo no lo hacen.

Y ahora encima si te demorás cinco minutos o no estás en tu puesto, te suspenden. O si faltas dos días seguido, te suspenden cinco, por lo que se ahorran una semana completa.

Acá también hay dictadura patronal, hasta el sindicato actúa como si fuesen los dueños. A veces decimos entre los compañeros que parece que nos tenemos que cuidar más del delegado que del supervisor. Hay mucha bronca por abajo, no puede ser que laburemos hace catorce, quince años y estemos pagando derecho de piso siempre, y que a los nuevos los usen como si fuesen descartables.

ID: ¿Qué pasa en el gremio si un trabajador que no está directamente alineado con la conducción se quiere presentar como delegado?

X - El primer problema es que acá está unida la patronal y el sindicato, hay mucho clientelismo, porque entrás por los delegados, y encima tenés adicionales y tratan de cooptarte. Y si alguno que no está con ellos, porque no se la banca, quiere ser delegado, ahí viene el apriete de la patronal y el sindicato. A mí no me alcanzaron a apretar feo porque tenía mucho apoyo y no me podían tocar, sólo me quisieron sacar de mi sector. Pero al otro compañero que intentó ser delegado lo apretaron con un fierro, y después la otra apretada vino de parte de la patronal, pero acá actúan con el sindicato de conjunto.

ID: ¿Podés contarnos mejor cómo fue esa situación?

X – Primero fue con un trabajador que quería ser delegado, que no respondía tanto a la conducción. Fueron a donde trabajaba él y le pusieron un chumbo. Todo empezó porque éste me decía que había que juntar firmas para sacar al delegado que tenemos que no nos defiende, y lo terminaron agrediendo. Todavía sigue el mismo, desde que estoy por lo menos cuatro o cinco veces han agredido a nuestros compañeros, y el sindicato lo banca igual al delegado porque es de la familia y para que no salgan a la luz los negocios que tienen.

Primero una vez se hicieron asambleas, pero el sindicato vino con patotas o armados y con su gente, barras de acá de la zona.

Cuando sucedió eso yo organicé a mi sector para defender a nuestro compañero agredido. Había mucha bronca, los compañeros más viejos no podían creer que el delegado agrediese a otro compañero. Ahí apareció el sindicato para tratar de descomprimir, pidieron disculpas, pero con apretadas en el medio, y llamaron a elecciones. Hicimos una asamblea en mi sector, algo inédito, y los compañeros me propusieron delegado.

Entonces vino el supervisor, que imaginate cómo es que me decía que él no tenía ningún problema en que sea delegado, pero que lo estaban apretando de la empresa y del sindicato, que si era delegado la patronal no me iba a tomar los reclamos, que el sindicato no me iba a atender, que me iban a boicotear. Entonces como a mí me habían propuesto mis compañeros, y ellos me avalaban quedé en hablarlo con ellos e ir al sindicato. Ahí me dijeron que esa no era mi oportunidad, que lo deje para más adelante, que el que iban a proponer ellos ya estaba teniendo la relación con “central” y que él necesitaba ser delegado por eso. Volví y lo discutí con mis compañeros del sector. Algunos decían vamos para adelante, otros que no porque íbamos a estar peor.

ID: ¿Y aparte de las apretadas qué otros castigos hay para los trabajadores opositores o que cuestionan a la conducción?

X - Lo que más hace el sindicato acá es que tienen lo que se llama “cuadros grandes” [áreas de trabajo. N.E.] de castigo para la gente que va a reclamar, que no está con el sindicato. A uno se lo llama “cuadro de la muerte” con celdas de 400 cuadras para recorrer y barrer. Te mandan ahí y te matan.

Pero nosotros siempre nos la rebuscamos y nos organizamos igual. Organizábamos campeonatos de fútbol para conocer a las bases de otros lugares. Y así empezó un proceso de organización muy paciente, que lleva años ya, y que consolidó un grupo de compañeros con los que hoy compartimos una agrupación clasista donde en su mayoría somos barrenderos. Lo más estratégico es la recolección, pero es lo más difícil de avanzar porque los pibes salen rotos, terminan reventados. Pero este es un trabajo de organización por abajo paciente, silencioso, que lo hacemos lentamente durante años. Pero la tecnología nos ayudó mucho, ahora estamos más conectados, no tan aislados, estamos comunicados.

ID: ¿Y se organizan con otros trabajadores de otros gremios?

X - Yo entré en 1999, y era fanático de Zanon, que fue en el 2000, pero en ese momento era difícil. Después de a poco me fui ganando la confianza de un sector. En el 2006, en una lucha importante de una fábrica de acá de la zona nos empezamos a reunir como 10 compañeros con ellos, a que les contasen el conflicto, y se llevaron bonos para vender para el fondo de lucha y ayudar de esa forma. Después estuvimos con otra fábrica en lucha también, y ahora hicimos lo mismo por Lear y empezamos a charlar con los más cercanos sobre Donnelley, fuimos a Gestamp también. Eso es lo que más les molesta, y a lo que le tienen miedo los Moyano, nosotros somos clasistas, siempre estuvimos con otros trabajadores.

ID: ¿Y de que Moyano esté coqueteando con Macri o Massa qué opinan?

X – Mirá, incluso algunos que están con la burocracia dicen que es cualquiera esto de Moyano con Macri. Igual son como el tero, que gritan en un lugar y pone los huevos en otro. En La Matanza, por ejemplo, siguen con Espinoza, pero Moyano por arriba anda con Macri y Massa. Facundo, su hijo, habla de libertad sindical pero los Moyano no son democráticos. Acá no hay ningún tipo de libertad sindical, la peleamos nosotros en silencio desde abajo, y cuando podemos hacemos algo. En el Sanatorio San Justo, de Camioneros, un sector de trabajadores se quiso organizar para elegir delegados y echaron a todo el activismo. Aparte hablan de los trabajadores, y Facundo ya estuvo en La Matanza con el candidato de Massa pidiendo más gendarmes.

ID: ¿Hay camioneros que están con el Frente de Izquierda?

X – Sí. Un sector votó al FIT e hizo campaña con nosotros, el que sabemos que no está con el sindicato. Por ejemplo, un día llamo a un compañero que había trabajado conmigo y estábamos hablando y me dice “sabés que voté al FIT, yo soy obrero tengo que votar al FIT” y me cuenta que estaban en una mesa familiar hablando y se da cuenta que su sobrino también, y empiezan a preguntar y eran como 5 o 6 en ese almuerzo que habían votado al Frente de Izquierda.

Tengo otro compañero que tiene a la mujer que está con el Gobierno, y me llama y me cuenta que tiene cada quilombo, que se pelea con la mujer, porque yo le digo que cuando los laburantes salen a pelear es porque los están atacando. Ese votó al FIT también. Y logramos que impulsen a los familiares e hijos a que voten al FIT. ¡Me pedían las boletas! Todo por abajo y con cuidado igual. Porque acá si te ven con un periódico de la izquierda te fletan; hemos hecho un montón de cosas pero siempre por abajo. Y ya hay un código: “aunque vos sepas que yo soy de izquierda, no me mandes al frente”. Más allá de las ideologías, todos los compañeros saben cómo manejarse con cuidado.

ID: ¿Vos crees que creció la simpatía con la izquierda?

X - ¡Sí, sí sí! Cuando yo entré a laburar en el ´99 al PTS no lo conocía nadie, y ahora me dicen: “Che, el PTS, che, el Chipi, que Del Caño tal cosa… Del Caño se hizo popular. Hoy por ejemplo hablé con un compañero suspendido, y me llama me dice:

“¡Ey! Que zarpado estuve viendo cómo le tiraron gases al Chipi”. Es un cambio grande, la izquierda es parte de la realidad. Antes hablábamos de Zanon, unos poquitos, ahora hablan todos de Lear y Donnelley. Y encima me preguntan qué hacemos acá si nos echan, y pensamos cómo prepararnos. Los que somos de izquierda nos hicimos una referencia contra los despidos.


Virginia Gómez

Nació en Buenos Aires en 1982. Es Licenciada y Profesora en Enseñanza Media y Superior en Ciencia Política (UBA). Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) en la zona Oeste del Gran Buenos Aires.

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