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Red Internacional
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CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA. ¿Por qué no van presos los policías que reprimen ilegalmente y arman causas?

Reprimen, detienen y arman causas sin pruebas. Jueces y fiscales tardan meses o años en decidir. Al final las causas se archivan. ¿Algún policía paga por ello? No.

Rosa D'Alesio

Rosa D’Alesio @rosaquiara

Jueves 21 de febrero de 2019 02:01

Fotografía: Enfoque Rojo

El Gobierno ordena reprimir y allí aparecen las fuerzas de "seguridad", guarnecidas de un equipo tóxico y letal. Balas de goma y gases lacrimógenos, en todas sus variantes, que eligen dirigir a los rostros de quienes se manifiestan.

La represión no es el objetivo último. Es solo una escena de la trama. Primero arman "incidentes" con infiltrados o tensan la cuerda con manifestantes cuerpo a cuerpo. Luego van a la cacería sobre la manifestación. Sobre el final de la jornada los funcionarios, en amplios espacios cedidos por las empresas periodísticas aliadas, comienzan la campaña de deslegitimación de la protesta social.

Resultado: una buena trama para sacar de escena las motivaciones legítimas de quienes se movilizan.

Aún cuando, según sus cálculos, logren su objetivo, queda otra escena: el armado de las causas. Y allí acuden los miembros del Poder Judicial, a prestar sus servicios.

Este martes se archivó una de esas causas. Involucraba a 26 personas. Cuatro de ellas, inmigrantes a quienes la ministra Patricia Bullrich intentó deportar.

Esas personas fueron detenidas el 24 de octubre de 2018, cuando en el Congreso se trataba el Presupuesto Nacional que ordena el FMI. Una amplia movilización llegó a las puertas del parlamento para pedir que no se apruebe, porque implica un ajuste a los servicios esenciales.

Cuando esa masiva movilización desconcentraba, la Policía de la Ciudad salió a cazar. A su paso rompió vidrieras. La diputada Myriam Bregman tuvo acceso a los videos que muestran el accionar de los uniformados.

Al día de hoy, ninguno de esos policías delincuentes está detenido. Pero la causa contra las 26 personas (algunas ni siquiera habían participado de la movilización) por daños, resistencia y atentado contra la autoridad continuó en pie hasta este martes, cuando por orden del fiscal Tropea se archivó.

Otra causa que se cayó había sido iniciada contra el movimiento de mujeres. El 8 de marzo de 2017, una inmensa movilización recorrió las calles que unen el Congreso Nacional con Plaza de Mayo.

El Día Internacional de la Mujer terminó con decenas de mujeres golpeadas por las fuerzas represivas, algunas detenidas y con varias causas armadas.

Tuvieron que esperar un año para que la causa se cerrara, porque al igual que en las causas anteriores no había pruebas que las incriminaran.

¿Quién se hace cargo de estos abusos?

Las personas detenidas y aquellas a quienes se le armaron las causas, soportaron una larga serie de arbitrariedades, ilegalidades y atropellos contra libertades democráticas elementales.

En consecuencia, el Poder Judicial deberían sin dudarlo investigar, procesar, juzgar y condenar a los efectivos policiales que llevaron a cabo estas detenciones. Obviamente también a los jueces y fiscales que armaron las causas. Y desde a los responsables políticos de semejantes atropellos policiales.

Avalado por Bullrich y su ministerio, en la Ciudad de Buenos Aires el jefe de Gobierno es el máximo responsable de estas detenciones arbitrarias. Como la del militante del PSTU Daniel Ruiz, quien cometió el "delito" de manifestarse junto a decenas de miles de trabajadoras y trabajadores para impedir la contrarreforma previsional, en diciembre de 2017.

Horacio Rodríguez Larreta también debería rendir cuentas judiciales por esos brutales armados de causas.

En los últimos días se vio recrudecer el odio del mandatario porteño contra organizaciones obreras y sociales. El viernes pasado ordenó reprimir a productores de la economía popular que solo pretendían vender sus verduras a bajo costo en Plaza Constitución. Y este miércoles ordenó reprimir a trabajadores gráficos que regalaban cuadernos.

MadyGraf, empresa recuperada bajo control obrero de manos de la expatronal Donnelley, se movilizó hasta el Congreso para visibilizar el conflicto que mantienen con el Ministerio de Educación, que incumplió con los operarios gráficos una licitación que estos habían ganado.

La campaña electoral del macrismo viene cargada de gases lacrimógeno y balas de goma. Este es el programa que Cambiemos agita ampliamente ante el pueblo trabajador. Los simpatizantes de la mano dura y el garrote fácil están de fiesta.


Rosa D’Alesio

Militante del PTS, columnista de la sección Libertades Democráticas de La Izquierda Diario; se especializa en temas de narcotráfico y Fuerzas Armadas.

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