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Red Internacional
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OPINIÓN. ¿Por qué se produjo el fallo del 2x1 de la Corte Suprema?

Una reflexión acerca de los fundamentos políticos de un fallo repudiable.

Facundo Gomez

Facundo Gomez @FacundoGomezG

Miércoles 10 de mayo de 2017

La explicación más “fácil” es la que le quieren dar, como a todas las medidas reaccionarias adoptadas durante el gobierno de Macri, los que no lo quieren enfrentar verdaderamente: “la derecha es así”, “es el neoliberalismo”, “son una dictadura”, y un largo etc. de definiciones generales y superficiales. Respuestas así, no permiten ir más allá y entender cuáles son los objetivos de fondo que tiene el macrismo, los límites que tienen para llevarlos adelante y tampoco permite, en consecuencia, pensar una política para enfrentarlo.

Por momentos pareciera que un sector del arco político “opositor” roza definiciones casi biologicistas, como si quienes gobiernan estuvieran genéticamente determinados a ser unos garcas, o se constituyeran como una suerte de demonios perversos cuyo único fin en la tierra es tomar medidas anti populares. Toda una serie de pseudo-teorías que, de una u otra forma, ocultan que el gobierno ejerce sus poderes de acuerdo al interés de una clase social determinada: los empresarios. Claro está que lo que buscan ocultar detrás de este discurso biológico-mitológico, es que ellos también gobiernan para un sector de esa misma clase parásita que vive del trabajo ajeno. Por eso no pueden más que votarle en el Congreso y en el Senado prácticamente todas las medidas que el gobierno toma para beneficiar a las patronales.

Pero vayamos un poco más allá y pensemos. ¿Cuál es el verdadero objetivo del gobierno de Cambiemos? El mismo que el kirchnerismo supo cumplir tan bien durante una década: garantizar las ganancias de los empresarios, e impedir que los trabajadores reclamen lo que es suyo, como en los ’70, como en el 2001. ¿Y cuál es uno de los instrumentos indispensables que tiene todo gobierno capitalista para hacer bien su tarea? El aparato represivo del Estado. El problema (de ellos) es que en Argentina tanto los milicos, por la dictadura, como la policía, por su rol en los gobiernos de Fernando De La Rúa y Eduardo Duhalde, son rechazados por un amplio sector del pueblo trabajador. Partiendo de acá se entienden dos políticas: 1) La del gobierno anterior que, por un lado, contó con una situación económica internacional favorable que le permitió garantizar las ganancias y repartir algunas migajas de la torta sojera entre los laburantes. Y por otro buscó relegitimar a las fuerzas represivas, metiendo en cana al sector más visible de la dictadura genocida, a cambio de dejar en libertad a la pata civil de esta última, y de poner a la Gendarmería, la Prefectura y la Policía Federal en las esquinas de cada barrio. 2) La del gobierno actual que, complicado por la crisis económica internacional, debe aplicar un fuerte ajuste que garantice las ganancias empresariales para lo cual necesita de un aparato represivo aún más fuerte que el que heredó. Por eso si el kirchnerismo buscó “cerrar la herida”, ahora el macrismo directamente quiere “borrarla”, negando que hubo un genocidio, rebajando el número real de desaparecidos, e igualando un crimen de lesa humanidad a un delito común, con el 2x1 reciente.

Como se ve, detrás de cada medida política/judicial no hay un problema de orden moral (“buenos vs malos”) sino un interés de clase. Ese interés es el que une a los dueños de las empresas, con los representantes del poder político, con los jueces de la corte suprema que viven, cobran y fallan como empresarios. Este trasfondo es el que explica lo que hay más allá de los discursos. La realidad es que Horacio Rosatti llegó a la Corte Suprema con el voto positivo de 60 legisladores: 29 votos del bloque PJ/FpV , 9 la Unión Cívica Radical y el PRO con 6. Mientras que Carlos Rosenkrantz contó con (58) votos a favor, 26 PJ/FpV, UCR 8 y el PRO 6.

El fallo del 2x1, así como el conjunto de la política del macrismo que niega el genocidio, tiene el objetivo de fortalecer el aparato represivo del Estado. Ellos necesitan de esas fuerzas represivas para poder garantizar las ganancias de los empresarios. Quienes apoyamos al Frente de Izquierda, en cambio, estamos convencidos de que nuestras vidas valen más que sus ganancias, por eso estamos impulsando una gran campaña con Nicolás del Caño y Myriam Bregman para exigir que se reduzca la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana con un salario igual a la canasta familiar repartiendo las horas de trabajo para enfrentar la desocupación. Por eso el miércoles vamos a movilizarnos con todas nuestras fuerzas para impedir que los milicos, los genocidas y todas las fuerzas represivas se fortalezcan. Y por eso lo vamos a hacer de forma independiente de los Pichetto, Abal Medina, etc, que cínicamente van a marchar junto al kirchnerismo, después de haber votado a los jueces responsables de este fallo reaccionario. Como siempre, estaremos en las calles golpeando al macrismo con un solo puño, pero teniendo en claro que solo podremos vencerlo construyendo una fuerte alternativa política de nuestra clase, la de los trabajadores