El 30 de junio los trabajadores organizados en el Sindicato Independiente de a Trabajadores de La Jornada (Sitrajor) fueron a la huelga contra los recortes salariales que les impuso la empresa hace meses y también contra el ataque a su contrato colectivo. Se alzan voces en su contra, como la de Blanche Petrich.
Lunes 3 de julio de 2017
Blanche Petrich, periodista y fundadora del diario La Jornada, se lanzó contra la huelga en una columna publicada originalmente en el medio Rompeviento.
Señala los “privilegios” de los trabajadores de La Jornada en sus inicios, como el hecho de tener su sindicato, prestaciones, salarios dignos, frente a los trabajadores de otros medios.
Se escucha mal, se siente el tufillo rancio de las críticas a los “privilegios” de los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro ante el cierre de la paraestatal; el mismo de las críticas a los “privilegios” de los maestros para desplegar una campaña de satanización en su contra e imponer la reforma educativa. El mismo de las críticas a los “privilegios” de los trabajadores de Pemex, para legitimar el saqueo perpetrado a través de la reforma energética.
No Petrich, se ve muy mal para alguien que reivindica haber sido fundadora del Sitrajor. ¿Hay crisis de la industria de la prensa? Con la proliferación de medios digitales lo que se reducen son las pautas publicitarias, el pilar de las ganancias de los medios masivos de comunicación.
Un pilar costoso, por cierto, que lleva a publicar columnas de personajes deleznables como en el 27 de julio de 2015, cuando La Jornada publicó a Peña Nieto, responsable de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, de la entrega de los recursos del país vía la aprobación e implementación de las reformas estructurales y del avance en la degradación de las condiciones de vida y de trabajo de las mayorías. Era un texto pletórico de cinismo: “Combatir la corrupción”.
Por décadas, La Jornada fue una empresa capitalista rentable, que permitió una vida extremadamente holgada a sus propietarios. Ahora, ante la crisis, ¿por qué son los trabajadores los que deben aceptar con la cabeza gacha el recorte salarial y de prestaciones que proponen como salida a la crisis? Que se recorten sus sueldos los directivos, que se recorten sus ganancias los dueños, ¿no que eran “progresistas? Pero parece que el progresismo les dura hasta que está en riesgo su bolsillo y sus cuentas bancarias.
Apoyamos la huelga que lleva adelante el Sitrajor, cuya dirección sindical encabeza Judith Calderón. Porque su lucha es justa. Porque si doblegan las condiciones laborales de los trabajadores de La Jornada, todos los trabajadores de prensa de México tendrán condiciones aun más precarias.
Es falso que la huelga busca silenciar al periódico La Jornada. Flota en el aire la sugerencia de un nuevo ataque a la “libertad de prensa”. ¡Qué uso más vil de un argumento supuestamente democrático para precarizar las condiciones laborales de sus trabajadores!
El revolucionario ruso Lenin en 1919 afirmó “Los capitalistas llaman libertad de imprenta a la libertad de soborno de la prensa por los ricos, a la libertad de utilizar la riqueza para fabricar y falsear la llamada opinión pública. Los defensores de la "democracia pura" también se manifiestan de hecho en este caso como defensores del más inmundo y venal sistema de dominio de los ricos sobre los medios de ilustración de las masas, resultan ser embusteros que engañan al pueblo y que con frases bonitas, bellas y falsas hasta la médula distraen de la tarea histórica concreta de liberar a la prensa de su sojuzgamiento por el capital.”
Que más evidencia que la línea editorial de La Jornada no escapa de esta realidad, cuando llegó a publicar a Peña Nieto.
Las palabras de Lenin conservan plena vigencia en este siglo XXI que nos encuentra en medio de una crisis que llevó a la contracción de la economía mundial y en ese marco, también a la crisis de medios masivos de comunicación.
En la manta que colgaron a la puerta de La Jornada los huelguistas se puede leer “Por una Jornada de los trabajadores y para los trabajadores”. Esto es posible.
Ante la crisis, en 2010, el segundo periódico de Grecia, Eleftherotypia, considerado “radical”, saltó a la fama mundial. Sus trabajadores fueron a la huelga ante la falta de pago por cinco meses. La empresa alegaba quiebra. Y los trabajadores entonces relanzaron el periódico, bajo el nombre de “Trabajadores del Eleftherotypia”, gestionado por ellos mismos.
Todo el apoyo a las trabajadoras y los trabajadores de La Jornada que están en huelga.