Sin duda que esta polémica se da en el marco de una región devastada por el Coronavirus, donde lidera el puesto de contagios y fallecidos como Comuna, con un sistema hospitalario que pende de un hilo. La grandes interrogantes que surgen de este traslado, es ¿Logra el sistema hospitalario de la Región de la Araucanía estar preparada a su máxima capacidad para prevenir la mayor cantidad de muertes por coronavirus?, y de no ser así, ¿Es un derecho de todos los pacientes graves, la posibilidad de ser trasladados como lo fue para el médico?
Jueves 9 de abril de 2020
Polémica a nivel nacional ha causado el traslado de un paciente grave por COVID-19, quien el día 5 de abril fue derivado a Santiago a través de un avión de la FACH, que aterrizó en la base aérea de Pudahuel, siendo trasladado hasta el Hospital Clínico de la Universidad Católica.
La controversia se dio principalmente por la justificación del vuelo, ya que el Gobierno había asegurado que en Temuco se encontraban todas las condiciones para recepcionar a pacientes graves por Coronavirus. Sin embargo, el traslado que se realizo, según el Ministro Mañalich, fue producto de una decision privada del paciente, quien es un reconocido médico nefrólogo de 61 años, Marcelo Calderara.
Este traslado a través de un avión de la FACH, ha generado versiones contrapuestas entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas, ya que no existe una visión en común de la necesidad del traslado ni de quienes realmente pueden autorizar este tipo de vuelo.
Desde la FACH, se emitió un comunicado que señala "El operativo se concretó ayer en la tarde y fue confirmado por la FACh a través de una declaración, en donde señala que “durante la tarde de hoy, una aeronave C-130 Hércules de dotación del Grupo de Aviación Nº 10, perteneciente a la IIª Brigada Aérea, trasladó desde la ciudad de Temuco hasta Santiago, a un hombre de 61 años, diagnosticado con COVID-19”.“El vuelo militar que trasladó al paciente y que arribó a la Base Aérea Pudahuel a las 21:00 horas, tiene categoría de “Evacuación Aeromédica de Pacientes con Enfermedades Altamente Infecciosas”, el que se rige por la normativa institucional N.O.F.A. Nº 100.101, que establece las normas para la tripulación de la aeronave y personal de salud en el traslado de pacientes en esta condición”, añade. Respecto a las condiciones del operativo, la FACh añade que “para lograr el traslado seguro de los pacientes se utilizó una cámara de aislamiento, que permite evitar la transmisión del COVID-19 al personal de salud a cargo de su monitoreo y a la tripulación de la aeronave”.
Por otro lado el Gobierno, señala que al no tener conocimiento de este traslado, ha iniciado un sumario por Contraloría, “Nosotros no estamos claros respecto a la indicación de traslado y es por eso que se ha instruido un sumario, y por supuesto que tenemos que colaborar con la contraloría en toda su investigación”, afirmo Mañalich.
A lo que FACH a través de un comunicado explicó que “La Fuerza Aérea de Chile hace hincapié en que no es responsabilidad de la Institución ni del Ministerio de Defensa Nacional calificar la decisión, urgencia y prioridad del traslado de pacientes, siendo esto una responsabilidad de las autoridades de salud”, indicaron.
Lo cierto, mas allá de tirarse la pelota en Gobierno y FACH, la Contraloría declaró que "Oficiamos a FACh para indagar procesos de traslado de paciente con COVID-19. Solicitando el requerimiento, manuales, protocolos, y/o procedimeintos previstos para este tipo de operativos y recursos públicos asociados", detalló el ente fiscalizador a través de su cuenta de Twitter. Por lo que cuentan con cinco días desde realizado el viaje, para dar explicaciones.
Sin duda que esta polémica se da en el marco de una región devastada por el Coronavirus, donde lidera el puesto de contagios y fallecidos como Comuna, con un sistema hospitalario que pende de un hilo. La grandes interrogantes que surgen de este traslado, es ¿Logra el sistema hospitalario de la Región de la Araucanía estar preparada a su máxima capacidad para prevenir la mayor cantidad de muertes por coronavirus?, y de no ser así, ¿Es un derecho de todos los pacientes graves, la posibilidad de ser trasladados como lo fue para el médico?
Ambas preguntas ponen al centro dos cuestiones centrales, la necesidad urgente de unificar el sistema de salud público con el privado, para poner a disposición de toda la población un mejor sistema de salud nacional, financiado por el impuesto a las grandes empresas, que en esta región históricamente han sido responsables del empobrecimiento de su población y el deterioro socio-ambiental. Y al mismo tiempo, dar cuenta de que la falta de insumos hospitalarios, es contradictorio con la fuerte inyección económica al aparato represivo de este territorio, donde abundan las tanquetas pero escasean los ventiladores mecánicos.