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Red Internacional
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Conferencia Vespertina. Positividad en México ronda 50% y el gobierno mantiene reapertura

Sin pruebas masivas, van 48,012 muertes por covid-19 y 443,813 casos confirmados, de los cuales 42,360 son activos. Mientras tanto, el gobierno mantiene reapertura económica, aunque niega política de salud pública de inmunidad de rebaño.

Lunes 3 de agosto de 2020

Con una tasa de positividad del 50%, el gobierno de AMLO mantiene la política de reapertura, que sólo benefician a los empresarios y las trasnacionales.

De acuerdo con la OMS, un 5% es el umbral para volver a abrir de forma segura. Nada más lejano de la política que aplican las autoridades.

Se actualizó el semáforo epidemiológico: los estados en rojo son Baja California Sur, Coahuila, Colima, Durango, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Puebla, San Luis Potosí, Zacatecas, Yucatán, Veracruz, Tabasco, Tamaulipas. En naranja están Aguascalientes, Baja California, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Morelos, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala.

Lo grave es que ni durante la Jornada Nacional de Sana Distancia ni ahora ha parado actividades la industria maquiladora o las empresas del Grupo Salinas, por citar sólo dos ejemplos significativos, y esos centros de trabajo se transformaron en focos de infección donde empleados y obreros se juegan la vida para mantener sus ingresos, ya bajos, mientras la patronal se sigue embolsando millones.

Durante la conferencia vespertina salió el tema de la inmunidad de rebaño, que se da cuando una gran parte de una comunidad se vuelve inmune a una enfermedad, lo disminuye mucho la probabilidad de la propagación de un virus de persona a persona. Lo controvertido de esto es que las personas más vulnerables pierden la vida. Una expresión brutal de la sobrevivencia del más fuerte.

López-Gatell, interrogado al respecto por un periodista, respondió enfáticamente que el gobierno no está aplicando la inmunidad de rebaño como objetivo de control epidémico. Pero las acciones contradicen sus dichos.

Sin pruebas masivas y periódicas para las trabajadoras y los trabajadores de la salud, así como de todos los sectores esenciales, y con la reapertura, se expone al conjunto de la población a una enfermedad para la cual no hay cura ni vacuna hasta el momento.

Es fundamental que los sindicatos que se reivindican democráticos rompan su tregua con el gobierno y junto a las y los trabajadores que están en lucha y al conjunto de la clase trabajadora y los sectores populares sobre quienes los empresarios y el gobierno descargan los costos de la crisis, luchen por pruebas masivas y periódicas para todos los sectores esenciales, por equipos de protección personal, alto a los despidos y recortes salariales, y ayudas de cuarentena que por lo menos cubran el costo de la canasta básica para todos los trabajadores del sector informal, como parte de un programa obrero de emergencia.