Ayer juró el nuevo presidente de la Fed y en su discurso intentó llevar calma a los mercados que se desplomaron la semana pasada ante la posibilidad de una suba abrupta de las tasas.
Miércoles 14 de febrero de 2018
Fotografía:Reuter
Este martes juró el nuevo presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, en el medio de una nueva ola de volatilidad financiera que hundió las bolsas la semana pasada. Así queda cerrado el traspaso de mando oficial, que fue efectivo desde el 3 de febrero pasado.
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En su discurso el sucesor de Janet Yellen, intentó llevar calma a los mercados y dijo que la Fed seguirá alerta a los riesgos que puedan surgir para la estabilidad financiera, preservando los avances “esenciales” que se lograron en la regulación del sector tras la crisis de 2007 a 2009.
Un discurso general donde el nuevo presidente evito hablar de cuestiones puntuales como el desplome bursátil o las perspectivas económicas del organismo.
Sin embargo, en declaraciones previas ante la “corrección” de la bolsa neoyorquina o el desplome de la valorización de sus acciones, Powell sostuvo que la Reserva Federal “intentará mantener las mejorías regulatorias al tiempo que garantizará que sus políticas sean lo más eficientes posibles”.
Y agregó: “Seguiremos alertas ante cualquier riesgo para la estabilidad financiera.”
Este cambio de mando ha marcado el regreso de la volatilidad financiera que rápidamente se traslada a las principales plazas mundiales, tal como vimos la semana pasada. Powell asume la Fed luego de años de relativa “calma” y con el desafío de continuar el camino hacia la normalización de la política monetaria de la primera economía del mundo que incluye un plan de suba de tasas y la reducción de sus hojas de balances.
El cimbronazo de Wall Street la semana pasada, que en los primeros dos días de esta semana ha operado con pequeñas alzas, esta ligado principalmente a la posibilidad de una suba agresiva de las tasas de la Fed, como herramienta para contener las perspectivas de alta inflación conocidas la semana pasada.
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Esto se combina con una suba del déficit fiscal y de conjuntos son algunos elementos que plantean ante la débil recuperación norteamericana fricciones estructurales que ponen a Powell, recién asumido al frente de la Fed, ante de disyuntiva de mantener el gradualismo o de reaccionar con subas agresivas.
Por lo pronto las señales de política monetaria que envié Powell en sus declaraciones o las decisiones que se tomen en la próxima reunión del FOMC serán seguidas con total atención.
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