La agrupación En Clave Roja, como parte de la comisión directiva del centro de estudiantes y del Consejo Académico del ISFD 41 de Adrogué, realizó un relevamiento estudiantil sobre la continuidad pedagógica. Entrá a ver los resultados y cuáles son las principales problemáticas.
Lunes 6 de julio de 2020
En medio de la crisis social, económica y sanitaria que estamos viviendo a raíz de la pandemia del covid-19, desde la agrupación En Clave Roja, realizamos un relevamiento online para conocer y visibilizar cuáles son las condiciones de trabajo, vivienda y las posibilidades de seguir cursando de lxs estudiantes.
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Con el relevamiento, anónimo y voluntario, obtuvimos algunos resultados preliminares con una muestra de 172 estudiantes que colaboraron. Los datos reflejan que solo un 18% de lxs estudiantes trabaja en blanco. Sobre la mayoría restante, un 20% trabaja de manera informal, un 27.9% se encuentra en busqueda laboral, pero no consigue, un 10% fue suspendido durante la cuarentena.
Un 53% de lxs encuestadxs tienen niñxs o adultos mayores a cargo. Esto dificulta la cursada ya que se debe dedicar gran parte del tiempo al cuidado de los mismos, además, como sabemos, los adultos mayores son grupo de riesgo lo que requiere un cuidado especial. Vale destacar que estas tareas suelen recaer sobre las mujeres y, obviamente, no son remuneradas.
Con lo que respecta a la conectividad un 46.5% manifiesta que accede a las clases virtuales, pero con dificultades. A esto se le suma que un 43% consideras que los medios con los que disponen no están suficientemente aptos para el manejo de archivos de textos y vídeo llamadas. El 50% debe compartir el dispositivo del que se conecta a las clases virtuales, sumando otro obstáculo a la cursada.
De conjunto esto se refleja en un 45% de estudiantes que manifiestan incertidumbre en cuanto a su cursada, y casi un 17% que se anotó a menos materias de las que deseaba fruto de los problemas mencionados. Este malestar empieza a hacer eco en muchos grupos de cursada, queda claro que es imposible desarrollar las clases virtuales normalmente, cuando no se considera con qué herramientas contamos o cuál es nuestra situación socioeconómica. Lógicamente esta situación también afecta la labor de nuestrxs docentes, que sufren un aumento en su jornada laboral con la virtualidad entre otros problemas.
La realidad detrás de los números
El gobierno de Alberto Fernández no viene tomando medidas de fondo frente a la crisis sanitaria y económica, insistiendo con el aislamiento social como única medida fuerte. Los datos que arrojó la encuesta son la expresión de una crisis que golpea con fuerza: 4.9 millones de personas fueron afectadas por despidos, suspensiones y recortes salariales (estos datos son sólo entre quienes están registrados). Según los últimos datos del INDEC la pérdida de los ingresos para los asalariados es del 8% en relación a la inflación. También son millones las personas a las que se le negó el IFE mientras el gobierno ayuda a 193.000 empresas con ATP de las cuales muchas mantienen suspensiones con descuentos de sueldo, por lo que pagan tan solo el 25% del salario. Mientras se destinan fondos de Anses al pago de sueldos de CEOs de empresas miserables como Techint y Clarín, miles de pequeños comerciantes “bajan la persiana” sin recibir ningún tipo de ayuda.
Desde el inicio de la pandemia venimos promoviendo al Centro de Estudiantes y al CAI diferentes propuestas para que nos organicemos docentes, auxiliares y estudiantes frente a esta crisis sin precedentes. Al enterarnos de la implementación de la cursada online propusimos una serie de puntos para que nadie abandone. Durante el inicio de esta situación la dirección y la conducción del Centro de Estudiantes (Educar Es Incluir- La Cámpora, La Martí- Patria Grande y La Walsh) se dedicaron a imponer la normalidad. Llegaron incluso a difundir “tips” para cursar, como elegir un espacio cómodo y silencioso para leer, que como muestran los datos no eran más que un privilegio para unos pocos. A esta altura es inocultable el crecimiento en la deserción entre lxs estudiantes terciarios, a lo que se suma la situación actual que hace a los institutos de formación docente cada vez más expulsivos.
Lxs estudiantes no queremos resignar nuestro futuro, necesitamos un centro que fomente los espacios de participación estudiantil como hicieron nuestrxs compañerxs de En Clave Roja del ISFD 35, que como presidencia del Centro impulsaron varias formas de participación. Terminando el cuatrimestre no tuvimos una sola asamblea, donde todxs podamos debatir qué salida darle a esta situación que recae sobre nuestras espaldas. Por eso rechazamos el último comunicado de las agrupaciones de la conducción que frente al malestar que se manifestó en algunos grupos de cursada sostienen que “no hay lugar para críticas”. Pareciera que le robaron el libreto a su compañero Berni, cuando al principio de la cuarentena arengaba a la Policía Bonaerense al grito de “acá no hay lugar para librepensadores”.
Los levantamientos en Estados Unidos contra la violencia racista de la policía, las y los miles que se levantan contra el trabajo precario y organizaron el pasado 1 de Julio un paro internacional de apps de reparto, son algunas muestras del rol que está llamada a jugar la juventud en un futuro cercano. Si toda esa fuerza que tenemos, los centros de estudiantes la organizaran para aliarse a lxs trabajadores en lucha, contra los problemas sociales y económicos que se agudizan frente a esta crisis, en unidad con los docentes y trabajadores no docentes de los terciarios, podríamos enfrentar los ataques del gobierno y los empresarios que están descargando su crisis sobre nosotros.
