Trabajadorxs del municipio de Almirante Brown reclaman que hace más de 24 meses no reciben ningún aumento salarial. Su sueldo actual está un 50% por debajo de línea de indigencia.
Lunes 13 de julio de 2020
El Envión es un programa socioeducativo provincial destinado específicamente a miles de jóvenes en situación de vulnerabilidad social y su objetivo es "la inclusión, la contención, el acompañamiento y el diseño de estrategias que fortalezcan su estima, reparen y brinden igualdad de oportunidades". Pero, ¿cuál es la situación de sus trabajadorxs y del mismo programa?
En la mayoría de los municipios donde se ejecuta, las modalidades de contratación violan las leyes laborales, con contratos que vencen cada 3 meses sin derecho alguno. El programa funciona en sedes con una pésima condición edilicia, poniendo en riesgo la salud tanto de sus trabajadorxs como la de decenas de pibes y pibas que las transitan. En muchos municipios, se encuentran expuestos al clientelismo que mezcla la política pública con los intereses particulares de diferentes grupos partidarios. El municipio de Almirante Brown, conducido por Mariano Cascallares y el Frente de Todos, no está exento de estas modalidades y prácticas. Hace poco,los trabajadorxs del Programa DETeCTAR denunciaron en La Izquierda Diario, la precarización laboral que sufren, la falta de personal capacitado y la falta de insumos de calidad que tienen para exponerse al Covid-19 en los barrios de la localidad.
La organización como medida para enfrentar la precarización
Lxs trabajadorxs del Envión Brown durante el 2019 comenzaron a organizarse a nivel local, logrando conformar una asamblea. Producto de dicha organización y lucha fueron teniendo pequeños logros pero también son actualmente sometidos a presiones, maltrato laboral, cambios arbitrarios de roles por “referencias políticas partidarias” que así lo disponen, despidos sin justa causa, entre otros atropellos a sus derechos laborales.
Andrea trabaja en el Programa hace casi dos años nos cuenta: “Envión Brown tiene un manejo sucio, clientelar, donde pibas y pibes quedan en el medio de trabajadorxs que están presionados para no reclamar lo justo porque entran por referencia política, entonces muchos se tienen que bancar cualquier cosa y quienes luchan son marcados”.
El 2019 padecieron los embates de la suba del costo vida, haciendo frente a la inflación con una remuneración mensual quel ronda los $7.700. Este monto está muy por debajo de la canasta de indigencia. Se suma el brutal aumento del 51% del monotributo, el cual deterioró notablemente sus ingresos. Para poder rendir ese monto las y los trabajadores deben facturarle al estado municipal.
"Nuestra condición de precarizados hace que además de pagar el monotributo, si sos profesional también tengas que pagar la matrícula. Es decir que de esos $7.700 hay que descontar también ingresos brutos y todo queda muy por debajo de los $5.000" agrega Andrea. “Antes de la pandemia debía subsistir haciendo otros trabajos informales, como la venta de ropa usada en ferias y dando clases particulares de nivel primario y secundario”, remarca.
Mientras el intendente Cascallares cobra más de $350 mil, destina miseria para lxs trabajadorxs y a un programa destinado a los sectores más vulnerables. Como colectivo han transitado todos los canales institucionales, reuniones con funcionarios de la secretaría municipal de Desarrollo, Derechos Humanos y Seguridad Social, también han elevado una carta al intendente Mariano Cascallares, dando a conocer la situación de extrema precariedad en la que desarrollan sus tareas, sin obtener a la fecha ninguna respuesta favorable que atienda a sus reclamos.
En dicha carta manifestaban: "Desde este colectivo pedimos que sea el Estado municipal quien instrumente las acciones necesarias para que se regularice nuestra situación laboral (aumento salarial; formalizar una relación de dependencia que nos libere de cargas como monotributo e ingresos brutos; ART; vacaciones y aguinaldo)".
LA PRECARIZACIÓN NO HACE CUARENTENA
ENVIONES EN LUCHAColectivo de Trabajadorxs Envión
CONTACTOS:
Alhelí: 1161819749...Publicada por ColectivoTrabajadorxs ProgramaEnvión en Lunes, 4 de mayo de 2020
Es en esas condiciones, que trabajadores llegaron al 2020 en un escenario muchísimo más complejo e incierto, atravesado por la crisis socio-sanitaria producto del Covid-19, donde se exponen y profundizan aún más las desigualdades sociales preexistentes, con las que ya convivían en los barrios. El aislamiento social preventivo y obligatorio decretado por el ejecutivo nacional, modificó entre otras cosas, su escenario laboral, haciendo que de las sedes de Envión y los territorios, pasen a trabajar a distancia en sus hogares. Lo cual implica costear gastos de internet, dispositivos que corren por su cuenta y exigencias laborales que no son retribuidas salarialmente por el estado municipal.
Otra trabajadora comenta al respecto “no tenemos ningún beneficio, ningún derecho laboral, pero si todas las obligaciones. Un destrato absoluto porque en este tiempo de cuarentena tome noción de hasta dónde nos precarizan”. Continua, “el laburo es hermoso lo digo yo lo dicen mis compañeres pero la verdad es que no está ni siquiera como última prioridad, no es prioridad para el municipio y me parece que para la provincia tampoco porque no hay cambios, no hay mejoras”.
Lxs trabajadorxs del Envión dejan en claro que se organizan por sus derechos y por las y los pibes del conurbano bonaerense. En Brown no sólo buscan la unidad con los y las pibas de los enviones comunitarios, y del resto de los enviones de la provincia por aumento de las becas y de presupuesto sino también se organizan para que todos los estatales y municipales en Brown tengan trabajo con todos los derechos y no sean presos del clientelismo político que tanto mal hace a las políticas sociales.
En ese sentido, un trabajador de Envión tanto en el municipio de Brown como de Lanús expresa: “como peronista y kirchnerista me siento doblemente defraudado por la gestión provincial y municipal al ver que no generan mejoras en el programa tanto en las becas de les pibes como en nuestros salarios. También por no implementar políticas públicas que impacten a nuestro favor para dejar de estar precarizados. Hay municipios como La Matanza y Avellaneda que decidieron mejorar la situación de les trabajadores de Envión y en estos días Lanús que es una gestión de cambiemos lo hará. Me niego a ser sumiso ante gobiernos que se definen como nacionales y populares y nos mantienen en estas condiciones”.
Lxs trabajadorxs del Envión son parte de una juventud que comienza a levantarse, exigiendo mejores condiciones de empleo, gritando ¡basta de precarización laboral! junto a la red de precarizados en cada rincón del país y que no se quiere resignar a un futuro de miseria y hambre o morir trabajando. Por eso es necesario unir fuerzas para poder conquistar trabajo con derechos para todxs!