Estos últimos meses ha estado en la palestra el tema del alza de precios y colusión en las empresas de gas licuado. Hace poco, la Superintendencia de Electricidad y Combustible multó con $189 millones a Lipigas por no informarle a la empresa local de Talca, HN, que tiene cilindros de ellos sus bodegas. Por ley, si Lipigas recibe envases de HN, está obligado a notificar al dueño de los balones para que los retire. Si bien HN tiene cerca de 20.000 cilindros, cuenta solo con 6.000 en circulación. Las empresas que monopolizan el comercio del gas son propiedad de las mismas familias dueñas de Chile, que se coluden también en otros mercados, como lo hemos visto en las famacéuticas, papel higiénico, pollos, por nombrar algunos casos.
Viernes 24 de diciembre de 2021
En Talca e Iquique hay empresas locales que venden cilindros de gas, "compitiendo" con Gasco, Abastible y Lipigas. La comercializadora del Maule, llamada HN, efectivamente empuja el precio a la baja: en noviembre pasado, por ejemplo, informó que su balón de 15 kilos llegó a estar casi $8 mil más barato que el de Abastible. Según un reportaje de CIPER, la multa que la superintendencia cursó a Lipigas por no informarle a HN que tiene de sus cilindros sus bodegas es una práctica al parecer recurrente, que afecta a la producción de aquellas empresas y por lo tanto asfixia a la "competencia" más marginal de las grandes empresas del rubro. También ha ocurrido con otra empresa de Iquique: Uligas. La superintendencia estudia un cambio en las reglas.
En los años 2000, Uligas, de Iquique sufrió algo similar. Según resoluciones oficiales revisadas por CIPER, Lipigas envió 140 envases de Uligas desde Iquique a su planta de Antofagasta, lo que obligaba a la comercializadora local a retirar sus envases a más de 400 kilómetros de sus bodegas. El gerente de operaciones de Uligas, Marcelo Mendoza, informó que todavía sigue sucediendo.
El superintendente del ramo, Luis Ávila, informó a CIPER que se estudian cambios en las normas, porque, según dijo, no contar con una intercambiabilidad adecuada de cilindros puede acabar con una empresa. "El no entregar la información hace más caro el proceso de envasar, porque obliga a quienes son los propietarios a disponer de un mayor nivel de envases para desarrollar su actividad (…). Pero, si adicionalmente se retarda la capacidad de recuperarlos, entonces lo que hay es una afectación directa al capital de trabajo que se requiere. Y, por lo tanto, un aumento en el costo de desarrollar la actividad. Y eso, finalmente, podría tener un impacto en el precio al cliente, para resarcirse respecto de ese aumento del costo".
Los dueños del gas en Chile
La FNE (La Fiscalía Nacional de Economía) apela a que no hay competitividad en el mercado del gas, lo que explica las grandes alzas en el precio del combustible. Otra de las medidas que plantea es la regulación económica, poniendo un tope al negocio del gas. Además “recomienda” prohibir que Gasco, Abastible y Lipigas, participen en la distribución del gas licuado a los consumidores. Pero, ¿Qué tan reales son estas medidas?
El problema de fondo, es que precisamente detrás de este negocio se encuentran parte de los dueños del país. Estos han salido a plantear detrás de sus directorios que no consideran que los cambios mínimos que plantea la FNE solucionen el alza, que mencionan al mismo tiempo debe regirse según los parámetros internacionales, ya que más del 75% del gas en Chile es importado. De fondo, solo tienen argumentos para justificar el seguir empobreciendo a la población a través de abultados precios.
Pero el problema principal de estas indicaciones que otorga la FNE es que una de las esencias del capitalismo es abrirle camino a los monopolios. Después de todo, no solo hay colusión entre empresarios, sobre los precios de diferentes productos como hemos visto en los casos de “confort”, “las farmacéuticas”, “los pollos”, sino que también hay todo un apoyo legal, donde son principalmente los partidos defensores de este régimen, como lo han sido las grandes coaliciones de la derecha y la ex concertación, los grandes hacedores de leyes para beneficiar a los dueños del país. Es decir, el problema es profundo, porque no solo son dueños de sus empresas, sino también son los dueños del Estado, hecho para legalizar sus negocios. Entre los dueños multimillonarios encontramos a Roberto Angelini, Juan Manuel Santa Cruz, Mario Perez Cruz y Antonio Gallart, quienes controlan todo el mercado.
El gas es una necesidad básica, como el agua o la electricidad. Como toda necesidad básica debe ser suplida como un derecho mínimo. Al negocio del gas hay que ponerle fin planteando la expropiación sin pago a sus dueños, por todos los años de abusos y colusión que han cometido y poniendo a una única gran empresa nacional del gas, bajo el control de sus trabajadores y usuarios. Esta es la única forma de acabar con el monopolio de los mismos de siempre, que se enriquecen diariamente mediante el encarecimiento de nuestras condiciones de vida.