El gobierno lanzará un programa para intentar contener la inflación. Columna de economía de El Círculo Rojo, un programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos, 89.9. En texto y audio.
Pablo Anino @PabloAnino
Viernes 11 de noviembre de 2022 10:08
- Semanas atrás, los trascendidos indicaban que el equipo económico preparaba un congelamiento de precios por cuatro meses.
- Ahora, el objetivo que persigue el gobierno parece más modesto: el Secretario de Comercio, Matías Tombolini, negocia con grandes empresas alimenticias, de bebidas, de higiene y limpieza, un nuevo programa denominado Precios “Justos”.
- Según anticipó Massa en “A dos voces” el programa se oficializaría este viernes. El gobierno busca implementar un congelamiento de los precios de mil quinientos productos por ciento veinte días, los cuales tendrían un aumento inicial del 4 %.
- Además, regirá un tope del 4 % mensual para la suba de los precios no contemplados en el programa.
- No obstante, los tarifazos en curso en los servicios públicos (y sus efectos de segunda ronda) junto con el aumento del ritmo devaluatorio del dólar oficial van a dificultar que el oficialismo logre alinear los aumentos de precios en alrededor del 4 % mensual.
- A cambio, las empresas que se sumen al programa Precios “Justos” obtendrían como beneficio el adelantamiento de dólares por parte del Banco Central para adquirir insumos importados que utilizan en la fabricación de los bienes que venden en el mercado doméstico.
- El acceso privilegiado al dólar es un generoso incentivo en momentos de escasez de dólares y en que el Banco Central cierra el grifo a las importaciones.
- La inflación de octubre, que el Indec informará el próximo martes, es probable que no registre una desaceleración en relación al 6,2 % de septiembre. Incluso podría exhibir una aceleración en el ritmo de aumento de precios. De este modo, el año cerraría con una inflación anual que se ubicaría entre el 95 % y el 100 %.
- La inflación, si bien tiene múltiples causas, expresa, en última instancia, una disputa por la distribución de la riqueza entre dos clases sociales antagónicas: la clase capitalista y la clase trabajadora.
- Las estadísticas del Indec del segundo trimestre de este año muestran que el Excedente de Explotación Bruto (EEB), que refleja algo así como la masa de ganancia de las empresas, explicó el 49,2 % del valor agregado del país y, en contraste, el trabajo asalariado explicó el 41,7 % (si se excluye el sector público, las ganancias se llevaron el 56,6 % de la torta y los salarios apenas el 33 %).
- En comparación con el segundo trimestre de 2017, la remuneración del trabajo asalariado perdió 8,5 puntos porcentuales. En simultáneo, las ganancias avanzaron 7,5 puntos porcentuales. Estos números sintetizan en cierta forma los efectos de la inflación y del ajuste fondomonetarista sobre las mayorías trabajadoras.
- Los salarios no solo perdieron participación en la torta de la riqueza que se produce, sino también perdieron poder de compra.
- En junio, que es el último mes para el cual existen datos que permiten una comparación, el salario de bolsillo de trabajadoras y trabajadores del sector privado fue en promedio de $122 mil, apenas por encima de los $104 mil que costaba la canasta de pobreza. Pero, como todo promedio, implica que hay muchos asalariados por debajo de ese nivel salarial.
- No solo eso. En un país con una alta informalidad como el nuestro, los promedios incluso bajan mucho cuando se incorporan a trabajadores no registrados. En el segundo trimestre del año (abril-junio), el promedio del ingreso de todos los asalariados fue de $71 mil.
- Por eso, no solo es elevada la pobreza medida por ingresos, sino que también se fue generalizando el fenómeno de trabajadoras y trabajadores formales que son pobres.
- El Indec publicó este jueves 10/11 el Índice de Salarios: estos datos reflejan que todos los segmentos laborales están estancados o perdieron poder de compra en relación a cuando asumió Alberto Fernández: en el sector privado el poder de compra está estancado, en el sector público retrocedió 2,9 % y entre los informales cayó un 11 %.
- Ni que decir que todos los segmentos están más de 20 puntos porcentuales por detrás del poder de compra que tenían en 2015.
- No existe salario justo en tanto persista el sistema que organiza el trabajo en función de la explotación del hombre por el hombre, pero, evidentemente, los ingresos de la clase trabajadora se alejan cada vez más de lo que se necesita para vivir.
- El ritmo inflacionario de los últimos meses, las ganancias que reflejan los balances de las grandes empresas alimenticias y, más en general, la mejora de los beneficios empresariales reflejada en los números macroeconómicos, dan cuenta que hubo un anticipo de la clase capitalista para remarcar precios antes de que se implemente cualquier acuerdo.
- Es decir, que los Precios “Justos” llegan justo cuando los precios ya les sacaron una buena ventaja a los salarios.
Pablo Anino
Nació en la provincia de Buenos Aires en 1974. Es Licenciado en Economía con Maestría en Historia Económica. Es docente en la UBA. Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Es columnista de economía en el programa de radio El Círculo Rojo y en La Izquierda Diario.