El año nuevo llegó con ascensos para algunos comisarios de la cúpula de la Policía Federal. Un espaldarazo de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich personajes implicados en espionaje, gatillo fácil y represión.
Gloria Pagés @Gloria_Pages
Miércoles 4 de enero de 2017 13:58
Desde el 1° de enero, mediante el decreto 1308/2016 el comisario general Néstor Roncaglia y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich ascendieron al cargo de comisarios mayores a agentes que habían sido exonerados y contaban con graves antecedentes por delitos penales.
Estos ascensos expresan crudamente que la política de “seguridad” de Bullrich y el macrismo se basa en mano dura e impunidad. Bajo el eufemimos de la “lucha contra el narcotráfico” se esconde mayor saturación de los barrios populares, gatillo fácil y represión como vimos en el Ministerio de Educación, en momentos en que millones se ven afectados por despidos, ajuste y cortes de luz y agua.
Según la investigación del sitio Cosecha Roja, entre los premiados se encuentra el Comisario Inspector Alejandro Oscar Sánchez. Fue durante años el jefe directo de Américo Balbuena, el agente que saltó a la fama por haberse infiltrado en la Agencia de Noticias Rodolfo Walsh por cerca de diez años. Fue pasado a disponibilidad en mayo de 2013 cuando integrantes de la Agencia descubrieron que era un espía de la Policía Federal y presentaron la denuncia penal con el patrocinio de la abogada de CeProDH y diputada nacional (MC) Myriam Bregman (PTS/FIT) y el acompañamiento del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. La causa judicial aún no tiene resolución y el caso puede quedar impune.
Balbuena pertenecía a la sección Reunión de Información, una sección de la División de Análisis de la PFA y su su jefe directo era el hoy ascendido Alejandro Sánchez, quien debió haber sido investigado por orden de la ex ministra Garré por incumplimiento de la Ley de Inteligencia.
Para que quede claro: no sólo fue ascendido el jefe de un espía que estaba infiltrado entre militantes y periodistas, sino que ahora Sánchez tendrá el cargo de Director General de Antiterrorismo, y antes del traspaso de la Federal a la Ciudad, Sánchez fue nombrado Director de Comisarías, el control de las manifestaciones y los piquetes.
¿Quién es Américo Balbuena?
Américo Balbuena era un agente Personal Civil de Inteligencia de la Policía Federal Argentina, y dentro de la Agencia Walsh se dedicó al seguimiento de las actividades de movimientos gremiales y sociales y políticos. Así estableció lazos de confianza y amistad con centenares de militantes y dirigentes.
Es de esos “tipos que se camuflan entre la militancia y llegan a meterse en las entrañas de esas organizaciones para, desde ahí, recoger toda la información que necesitan policías, fiscales y jueces para armar causas, procesar y hasta mandar a la cárcel a quienes luchan por sus derechos”, decíamos en un artículo anterior de La Izquierda Diario, cuando fue descubierta su verdadera actividad en la Walsh.
“La infiltración de las fuerzas de seguridad en los movimientos sociales tiene como objetivo la criminalización de la protesta social. No estamos ante un caso aislado, cada fuerza tiene su grupo de espías, la Federal tiene un cuerpo de 1.000 agentes para esta tarea”, decía en ese entonces, por mayo de 2013, Myriam Bregman querellante también en la causa Proyecto X.
El kirchnerismo, que se jactó de no criminalizar la protesta, tenía espías de la Federal infiltrados entre militantes. Hoy el macrismo toma la herencia y premia a su jefe con un alto y peligroso puesot en la Federal.
En enero de 2010 Marcelo Saín, hoy Director de la Escuela Nacional de Inteligencia e integrante de Nuevo Nuevo Encuentro, el partido de Martín Sabbatella, denunció la existencia del Cuerpo de Informaciones de la PFA. Son cerca de mil de agentes secretos y demostró que más allá del amparo del Estado con el que cuentan estos espías, el funcionamiento del Cuerpo de Informaciones en realidad está prohibido por la Ley 25.520, que regimenta la Inteligencia Nacional. Con esos datos irrefutables y convocado por la querella representada por Myriam Bregman, Saín dio testimonio en la causa contra el espionaje del falso periodista.
Nicolás del Caño y Myriam Bregman presentaron un proyecto de ley en el Congreso para eliminar toda esa normativa que ampara el espionaje ilegal. Nunca fue tratado. Queda claro porqué: el compromiso con la impunidad y la represión es más fuerte.