Pocas sorpresas, salvo la aparición de la actriz Cate Blanchett dispuesta a producir y protagonizar la adaptación del best-seller “Manual para mujeres de la limpieza” de Lucía Berlín, con su calado social y feminista, dirigido por Almodóvar. Todo ello en una gala donde, en general, se premiaron buenas películas, aunque la selección de los títulos era, ya de entrada, algo limitada y, con ello, el resultado no podía dar muchos vuelcos.
Eduardo Nabal @eduardonabal
Lunes 14 de febrero de 2022
Sin duda “El buen patrón”, con su ácida crítica a las prácticas empresariales heredadas de otros tiempos y una colosal interpretación de Javier Bardem (mezclando el humor negro y el patetismo), fue una ganadora por justicia, disparando contra la vieja escuela de déspotas en el mundo laboral pero también contra los nuevos arribistas y su falta de escrúpulos.
Premio también para Blanca Portillo, actriz de más que demostrado talento, por su papel protagonista en “Maixabel”, de la gran actriz y realizadora Icíar Bollaín (un nombre habitual en los premios) y para Penélope Cruz que, sin duda, ha ido mejorando sus otrora limitados registros interpretativos, tal y como apreciamos en la ambiciosa pero descompensada “Madres paralelas” de Pedro Almodóvar, una historia algo alambicada a medio camino entre muchas cosas.
Entre los grandes olvidados, el vanguardismo de Agustí Villaronga en “El vientre del mar”, coherente con su universo temático y estilístico, mezclando texturas y subtextos. El que un día triunfó en la ceremonia con la maravillosa “Pa negre” ha sido sencillamente ignorado en esta ocasión.
De justicia era también el homenaje al ya veterano José Sacristán, uno de los actores más comprometidos y valientes de la historia del cine español, protagonista de filmes como “El diputado” de Eloy de la Iglesia, “Madregilda” de Francisco Regueiro, “La colmena” de Mario Camus o “Un hombre llamado flor de otoño” de Pedro Olea.
La gala, sin deparar grandes sorpresas y con su habitual imitación a otras galas de cine de diferentes latitudes, limitando los rostros del cine español a gente como Javier Bardem o Penélope Cruz, en detrimento de grandes intérpretes menos conocidos, estuvo teñida, no obstante, por un moderado tono progresista, tal vez no del todo desdeñable en los tiempos de una todavía imprecisa amenaza del ascenso de la extrema derecha.
Eduardo Nabal
Nació en Burgos en 1970. Estudió Biblioteconomía y Documentación en la Universidad de Salamanca. Cinéfilo, periodista y escritor freelance. Es autor de un capítulo sobre el new queer cinema incluido en la recopilación de ensayos “Teoría queer” (Editorial Egales, 2005). Es colaborador de Izquierda Diario.
