En medio de las críticas por la posible intención del Gobierno de que las FFAA realicen tareas que tienen prohibidas por la ley de Seguridad Interior, el Presidente reclamó un “mayor esfuerzo” de los militares para colaborar con otras áreas del Estado. "Necesitamos que se adapten a las amenazas del siglo XXI", afirmó Macri sobre las posibles nuevas atribuciones.
Martes 29 de mayo de 2018 15:10
El presidente Mauricio Macri aprovechó el Día del Ejército, dentro de un texto en el que corren rumores sobre la posible intención de utilizar a las Fuerzas Armadas para la seguridad interior, para convocar a las Fuerzas Armadas a "brindar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad para cuidar a los argentinos frente a las amenazas y desafíos actuales".
El primer mandatario les reclamó que "contribuyan en la política exterior" para generar "confianza y reconocimiento a nivel nacional", sin por eso "descuidar el objetivo irrenunciable de las Fuerzas Armadas: proteger la soberanía y la integridad de nuestro país".
Macri afirmó también que "necesitamos Fuerzas que se adapten a las amenazas del siglo 21 y que estén preparadas para enfrentar los problemas que hoy nos preocupan”, puntualizó el mandatario.
Según trascendidos, una parte del plan sería ubicar a integrantes de las Fuerzas Armadas en las fronteras, para así liberar a la Gendarmería para que pueda tener más efectivos para la represión interna.
En el marco de una crisis nacional que el Gobierno se ha propuesto intentar resolver mediante más ajuste contra el pueblo trabajador, sus palabras resultan inquietantes respecto de los preparativos represivos ante posibles luchas sociales. En estado de alerta, desde múltiples sectores se señaló al discurso de Macri como el comienzo de una preparación para instalar la discusión sobre la vuelta del Ejército a la represión interna, cuando esa institución es odiada desde hace décadas por su rol en el genocidio del último golpe militar.
El gobierno va metiendo de a poco la idea de usar las Fuerzas Armadas en la represión interna, como en Brasil.
— Myriam Bregman (@myriambregman) 29 de mayo de 2018