Cuando aún no culminaba la marcha del 20NMX en la Ciudad de México y había miles de personas en el zócalo capitalino, el cuerpo de granaderos del GDF por órdenes del Estado Mayor presidencial, desalojó con brutalidad policiaca a la multitud.
Jimena Vergara @JimenaVeO
Martes 25 de noviembre de 2014
El saldo actual de las detenciones es de 11 jóvenes que fueron golpeados y enfrentan cargos como delincuencia organizada, homicidio calificado y motín.
Quieren sembrar miedo
La marcha del 20NMX, que salió de distintos puntos de la ciudad, convocó a organizaciones sindicales como el Sindicato de Telefonistas y de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, organizaciones políticas, de derechos humanos, familias, trabajadores, amas de casa y enormes contingentes de estudiantes. Según los organizadores y distintos medios periodísticos, alrededor de medio millón de personas se hicieron parte de esa manifestación y alcanzaron la plaza central del Distrito Federal.
A las 22 horas, cuando aún se encontraban miles de personas aplaudiendo la quema de un muñeco de Enrique Peña Nieto y luego de pequeñas escaramuzas de un sector de manifestantes con la policía, el cuerpo de granaderos dispersó la concentración a punta de toletes, balas de goma y gases lacrimógenos.
Durante el desalojo, la policía golpeó brutalmente a todo aquel que se rezagara en la huida, e incluso a comensales de diversos establecimientos que les gritaban su indignación al pasar. Varias manifestantes declararon que los granaderos les decían “¡Querían venir putas!”.
En la refriega, fueron encarcelados 15 jóvenes entre los que se encuentran Atzin Andrade González, estudiante del Centro Nacional de las Artes, Hugo Bautista, Tania Ivón Demián, Hilary Anali González, estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Juan Daniel López Ávila del Frente Popular Francisco Villa Independiente, Lawrence Maxwell, estudiante chileno del posgrado de la UNAM, entre otros. Once de los detenidos fueron trasladados a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
Escandaloso traslado
En la mañana del 21 de noviembre, mientras padres de familia, amigos, profesores y organizaciones realizaban una conferencia de prensa a las afueras de la SEIDO para denunciar a los tres niveles de gobierno por detenciones arbitrarias y brutalidad policiaca, los 11 detenidos fueron trasladados a los penales de alta seguridad del Perote, Veracruz en el caso de los hombres y del Altiplano en Nayarit, en el de las mujeres.
Los detenidos son acusados de cargos como delincuencia organizada, motín y tentativa de homicidio inverosímiles a partir de la gran cantidad de pruebas que ya circulan en medios y redes sociales sobre la represión del 20NMX.
Como plantea Andres Aullet, abogado de Derechos Humanos y referente del MTS “es increíble que mientras la esposa de Abarca se encuentra en arresto domiciliario, nuestros compañeros, la mayoría de entre 18 y 20 años, estén en penales federales de alta seguridad junto a narcotraficantes. Se han violentado todos los pasos de un debido proceso y tanto mujeres como hombres están golpeados”.
Al mismo tiempo el abogado opina que “esta es un claro mensaje del gobierno para desincentivar la participación masiva que se ha manifestado en las movilizaciones pidiendo la aparición con vida de los 43”.
Cunde la indignación
Además de la marcha por la liberación inmediata de los 11 detenidos que se realizará este martes 25 de noviembre en la Ciudad de México, numerosas personalidades, intelectuales, organizaciones y artistas se han pronunciado por la libertad de los presos políticos del 20NMX. Incluso Cuauhtemoc Cárdenas ha publicado en redes un video exigiendo su liberación.
Circulan también en las redes sociales y medios independientes diversos petitorios y campañas que exigen la libertad de los estudiantes, signados por académicos como Martha Harnecker, Michael Lowy, Adolfo Gilly, Guillermo Almeyra y John Holloway.
Jimena Vergara
Escribe en Left Voice, vive y trabaja en New York. Es una de las compiladoras del libro México en llamas.
