El contenido del avance del presupuesto del año próximo menciona las políticas desde la asunción de Cambiemos y no tiene números concretos. La ficción: afirma que la economía y el empleo crece.
Martes 4 de julio de 2017
El Poder Ejecutivo envió ayer al Congreso Nacional un avance del proyecto de Presupuesto Nacional 2018 donde priman las promesas del Gobierno de reducir la pobreza, mejorar la salud y afirmar que la economía está recuperada. Sin embargo, están ausentes del documento las pautas de crecimiento, inflación, dólar y otras cuestiones de interés para el año próximo.
En el anticipo enviado a la Cámara de Diputados, que es una práctica habitual de cada año, el Poder Ejecutivo informa que seguirá destinando millones a la deuda. Así, destaca que los principales vencimientos del año próximo están asociados con el programa de LETES, el pago al Club de París, los intereses del Bono Discount en junio y diciembre y los intereses de los bonos internacionales y los BONTE a tasa fija 2018.
También detalla que en materia de "Energía", continuará la política de "uso responsable y política de ahorro y eficiencia energética" y aseguran que quieren reducir la dependencia de combustibles fósiles, se ampliará el Sistema de Transporte y Distribución de Gas Natural con la inauguración de obras correspondientes al Gasoducto Región Central II, al sistema Cordillerano/Patagonia y al Gasoducto de la Costa.
¿Llegó el segundo semestre?
El informe firmado por el ministro de Finanzas, Luis Caputo, asegura que “las señales de recuperación de la actividad son generalizadas” y agrega que “la actividad volvió a crecer en el tercer trimestre de 2016, alcanzando su tercer trimestre consecutivo de crecimiento a comienzos de 2017 y el ritmo de crecimiento se está acelerando trimestre a trimestre. La recuperación de la actividad económica comenzó en el segundo semestre de 2016 y se afianzó a inicios de 2017”.
La visión del ejecutivo es optimista. Según datos del Indec, la actividad económica sólo creció en abril un 0,6 % interanual. El primer cuatrimestre del año acumuló una suba del 0,4 % en relación a enero-abril del 2016. Es decir que lejos del despegue, la economía está estancada aún.
El documento destaca que el empleo mejoró y sostiene que “la reactivación también se siente en el mercado de trabajo. Tras un primer semestre 2016 con caídas de empleo, el empleo registrado comenzó un marcado proceso de recuperación, volviendo a terreno de variación interanual positiva en el primer trimestre de 2017”.
El Gobierno relata otra realidad, según datos del Ministerio de Trabajo, en abril se perdieron más de 50.632 puestos de trabajo registrado en el sector privado en relación a marzo. En términos desestacionalizados la caída es menor: 1.475 puestos.
Los especialistas señalan que la destrucción del empleo se debe a factores estacionales, sin embargo esto no significa recuperación del empleo como afirma Cambiemos.
Además, en las últimas se conocieron nuevos despidos como en Pepsico, Hutchinson, Wallmart, Atucha, Lanxess. Estos casos aún no son visibles en las estadísticas, pero es probable que en los próximos meses impacten en una suba de la desocupación.
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El adelanto de Presupuesto asegura que combatir la pobreza “seguirá siendo el compromiso central de esta gestión” y agrega que “la Asignación Universal por Hijo (AUH) continuará siendo la garantía de un piso mínimo de ingreso para los niños de todo el país. Actualmente alcanza a 3,9 millones de niños y el Gobierno Nacional espera que el tamaño de dicha cobertura se incremente”.
Otra declaración del Gobierno que poco tiene que ver con la realidad. Según el informe de la Universidad Católica Argentina (UCA), desde fines de 2015 se sumaron 1,5 millones de nuevos pobres y alcanzan los 13 millones. Esto representa un 32,9 % de la población. Lejos de la pobreza cero, el eslogan del macrismo.
Este año el Gobierno obtuvo la aprobación de un presupuesto de ajuste con el apoyo de la oposición, tanto el massismo, como el kirchnerismo en el Senado respaldaron una asignación de gastos, que priorizó el pago de la deuda y la disminución en partidas como educación, salud, ciencia, entre otras. En los próximos meses se conocerá la distribución de fondos que planean para el año próximo. Poco sorprenderá un nuevo presupuesto para favorecer a los especuladores financieros en detrimento de las necesidades de los trabajadores y los sectores populares.
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Redacción
Redacción central La Izquierda Diario