Fernando Aportela, subsecretario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), realizó el anuncio tras hacerse público el retroceso en 0.2% del Producto Interno Bruto con relación al primer trimestre anual.
Martes 23 de agosto de 2016
Fernando Aportela, subsecretario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), realizó el anuncio tras hacerse público el retroceso en 0.2% del Producto Interno Bruto con relación al primer trimestre anual.
A su vez, la SHCP señaló que ante esta reducción del PIB cambia su meta de reducir los requerimientos financieros del sector público de 3.5% del PIB al 3%.
Aportela atribuyó la baja en el pronóstico de crecimiento a un escenario volátil en los mercados internacionales, aun cuando se mantiene el crecimiento económico en el país.
Lo que no reconoce es que aun cuando no estamos frente a números negativos, lo cierto es que la desaceleración de la economía ha llegado a México.
En este sentido, los empresarios agrupados en la Confederación de Cámaras Industriales prevén una mayor contracción económica: reducen la perspectiva de crecimiento a 1.7 a 2%, producto de la desaceleración de la producción industrial en el país, así como de la reducción de las compras de Estados Unidos, principal destino de las exportaciones mexicanas,
Las consecuencias
La calificadora Moody’s bajó la nota de los bancos en México de estable a negativa, ya que considera que está en riesgo la solvencia del sistema bancario: se conjugan la desaceleración económica y presiones fiscales que pueden llevar al gobierno a no apoyar financieramente a los bancos.
Según declaraciones de uno de sus especialistas “La combinación de bajos precios del petróleo, el incremento de las tasas de interés, la fuerte depreciación del peso y el crecimiento menor al esperado de Estados Unidos, que es el principal socio comercial de México, han afectado las expectativas de un mejor desempeño económico e inclinaron la balanza de riesgos y oportunidades para el sistema bancario al lado negativo”.
Suman a este análisis el hecho de que, desde su punto de vista, no ha crecido la capacidad productiva del país y esto trae como consecuencia que el crecimiento potencial de la economía apenas llegue a 2.6%.
Por su parte, desde BBVA-Bancomer, principal grupo financiero que opera en el país, ajustaron aun más la previsión de crecimiento: pronostican 1.8% para 2016.
Otro frente de tormenta para el gobierno de Peña Nieto.
