Se trata del ultra conservador Viktor Orban quien suele utilizar los ataques a las minorías sexuales o étnicas para sus campañas políticas. Esta vez pidió “dejar a los niños tranquilos” por la publicación de un libro infantil con contenido inclusivo.
Lunes 5 de octubre de 2020 20:50
Foto: Reuters / Bernadett Szabo
El libro en cuestión fue publicado por una organización LGTBI en el que aparecen historias “clásicas” transformadas a un contenido inclusivo, y que cuestiona los roles establecidos desde la heterosexualidad. Así, en el cuento que sería la Cenicienta, la chica protagonista es lesbiana, o en uno que tiene a un asesino de dragones como protagonista, el héroe es transgénero.
En una entrevista por la radio pública de Hungría, tras ser interrogado sobre cuál era su opinión respecto de éste libro, Orbán lo tildó como un “acto de provocación” y haciendo demagogia para con su base social conservadora llamó a “dejar a los niños tranquilos”.
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Las organizaciones LGTBI del país salieron rápidamente a responder al ataque del primer ministro y las redes sociales hicieron eco del debate que se generó. Denunciaron que es recurrente en Hungría bajo su gobierno, que las personas LGTBI sean utilizadas como chivo expiatorio por parte del político que se declara así mismo como “antiliberal” y suele tener como blanco a distintos tipos de minorías sociales, como los inmigrantes entre sus “preferidos”.
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En noviembre de 2019, Orbán también había instaurado una campaña política de odio contra los gays, lesbianas, bisexuales y trans a raíz de una publicidad de Coca Cola que incluía en sus anuncios a parejas del mismo sexo, con la consigna “Love is love”, y otra que mostraba los colores del arcoíris con la frase “Cero azúcares, cero prejuicios”.
A raíz de ese hecho, un diputado de su partido llamó a boicotear a la compañía hasta que retirase sus anuncios y dio apoyo a una convocatoria de un grupo de odio llamado CitizenGo. La empresa de gaseosas llegó a ser multada acusada de publicar materiales “que perjudican el desarrollo físico, mental, emocional y moral de niños y adolescentes”.
Más recientemente, en mayo de este año por iniciativa también del primer ministro, el parlamento de Hungría aprobó una ley que prohíbe a las personas trans modificar en los registros públicos el género que les fue asignado al nacer. La ley cambió la palabra “género” por “sexo de nacimiento” en los documentos de identidad.
Cuando reformó la constitución, en 2011, Orbán introdujo un capítulo de “fundamentos” el cual se señala que el matrimonio es entendido como “la unión voluntaria de un hombre y una mujer”. El matrimonio entre personas del mismo sexo en Hungría está prohibido por la constitución. Solamente ofrece “uniones civiles” desde el 1 de julio de 2009, una figura para negar derechos civiles del matrimonio a las personas LGTBI, entre ellos el derecho a la adopción o el derecho a un apellido común.