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Racismo. Primos; la nueva serie de Disney que estereotipa a la comunidad latina

Esta semana, Disney reveló el intro de su nueva serie "Primos", la cual se estrenaría en su plataforma de streaming, pero los estereotipos de la serie y el desdén de sus protagonistas mostraron nuevamente la mentalidad racista que propicia el imperialismo estadounidense en su población.

Óscar Fernández

Óscar Fernández @OscarFdz94

Viernes 16 de junio de 2023

El pasado 13 de junio, Disney anunció que a través de su plataforma de streaming transmitirá su nueva serie "Primos", la cual trata de Tater Ramírez Humphrey, una chica excéntrica cuyo verano se ve arruinado luego de que sus 12 primos se mudaran a su casa y arruinasen sus planes. Sin embargo, el retrato de la serie causó distintas polémicas desde el ámbito lingüístico hasta nominal en lo que respecta al entorno y sus personajes.

La serie fue creada por Natasha Kline, guionista que ha participado en producciones como South Park y que pretendía plasmar en ella sus vivencias de la infancia. Kline, de ascendencia chilena, es latina de segunda generación.

«’Primos’ se desarrolla en los veranos de la infancia que pasé con mis primos bajo un mismo techo, y la comedia que nace de ese escenario agitado… Estoy emocionada de compartir la dinámica de mi familia a través de estos nuevos personajes e historias de Disney», declaró Kline.

Pero el tono amarillento ("filro mexicano", como se suele ironizar en redes) en el que se plasma el ambiente, así como que el nombre sea Terremoto Heights (Lomas Terremoto) fueron motivo de crítica. Otra razón, y la más sonada es el tema de la serie, el cual es gramaticalmente incorrecto con la conjugación de "oye, primos" (en singular) en lugar de "oigan, primos" (en plural).

«Lo siento, pero está horrible [y] llena de estereotipos. ¿Y "oye, primos"? No hablamos así. ¿Al menos consultaste a alguien que hablara español?», le comentaron en su cuenta de Instagram. Kline argumentó que «es difícil cuando estás cargando con los sueños de otras personas. Sólo quise ser leal a lo que conozco».

La avalancha de críticas llevó a que Kline pusiera en privado sus cuentas en redes sociales. Por otro lado, la actriz de voz Myrna Velasco, quien da vida a la protagonista, usó sus redes para intentar defender la mala gramática y los estereotipos de la serie, pero dejó ver su racismo interiorizado.

Oye, tenía muchas ganas de borrar tu comentario porque es muy grosero con la diáspora estadounidense de latinos. Esta es precisamente la razón por la que nos da vergüenza hablar nuestra lengua materna y continuar con la tradición latina. Ya es bastante malo que nos molesten y nos hagan sentir menos en el país en el que vivimos debido a las costumbres y tradiciones que llevamos de nuestras raíces latinas. Voy a dejarlo así, para que la gente pueda ver que la mala educación no es estrictamente un problema estadounidense. El lenguaje es fluido y transitorio según el lugar donde vives y de quién lo aprendiste. Ni yo, ni los escritores, ni los creadores de este hermoso programa tenemos que demostrar nuestra latinidad a ti ni a ningún otro nazi de la gramática en Internet. Puedes no ver el programa, pero ten la seguridad de que si estás siendo grosero con alguien, te denunciaré. Primo.

Estas fueron sus palabras en su cuenta de Instagram cuando alguien señaló que "hubiera estado bueno que alguien revisara la gramática". Una respuesta bastante ridícula y que pretende evadir la discusión, pues el idioma, aunque efectivamente evoluciona dependiendo del lugar de origen, no lo hace eliminando las distinciones entre singular y plural. Una excusa para no admitir la falta de supervisión que tuvo la serie y lo cual muchos internautas están cuestionando.

Pero Velasco no se detuvo ahí, sino que en una historia de Instagram señaló que «les recuerdo que el español no es un idioma latinoamericano. Es un idioma que los conquistadores españoles les impusieron a los latinoamericanos. La única razón por la que los latinos no son nativos americanos es por esa distinción».

La ignorancia es enorme. No sólo porque el proceso de hispanización de América Latina, aunque sí se hizo mediante "la cruz y la espada" (es decir, mediante la coerción violenta y el consenso del proceso de evangelización), también tuvo un margen en el que los procesos de urbanización empujaron a varias comunidades a tener que adoptar el idioma para poder acoplarse a los lugares a los que migraban. Pero también porque existen comunidades originarias que tienen que vivir una realidad bilingüe entre las lenguas nativas y el español.

La hipocresía resulta incrementada ante el hecho de que Velasco se da el lujo de decretar que "los latinos no son nativos americanos", como si el dejar un idioma borrara toda la identidad. Eso denota que lo que define la identidad en América Latina se entiende desde un punto de vista cultural (es decir, ligado al entorno y al idioma), mientras que la visión estadounidense pone el énfasis en una cuestión racial ligada al tono de piel y la familia.

Aunado a ello el hecho de enunciar esas palabras en inglés, un idioma tanto o más imperialista que el español, pues mientras que en la monarquía hispánica tenía rienda suelta la inquisición, en las colonias británicas no se quedaban atrás con las cacerías de brujas. Prácticas que de cierto modo persisten en Estados Unidos con comunidades como los Testigos de Jeová o los Mormones, con "tradiciones" profundamente homofóbicas y patriarcales en las que el abuso psicológico y la palabra del padre como "hombre de la casa" es la norma.

Los idiomas no actúan en el vacío. Debemos enfatizar que la mayoría de angloparlantes en internet provienen de países imperialistas. En ese sentido, también recordar que la proporción de países imperialistas anglófonos (por lo menos tres: Inglaterra, Canadá y Estados Unidos) es superior a la del español (España), mientras que la mayoría de hispanohablantes provenimos de países semicoloniales y dependientes, encadenados económicamente por medio de la inversión extranjera de las trasnacionales (Disney, por supuesto incluida, pero también Coca Cola, compañías mineras, de comunicaciones, etc.) precisamente a esos países imperialistas anglófonos.

Y es que, aunque la serie intenta retratar la vida de latinoamericanos en Estados Unidos de segunda o tercera generación, es inevitable que el resto del mundo latino no señale ese tipo de errores que sólo muestran un interés de usar las identidades raciales para producir series mediocres que le puedan dar un aumento de ganancia sin preocuparse realmente por las causas (y consecuencias) culturales que sus producciones mediáticas puedan tener.

Mientras tanto, los memes no se hicieron esperar por parte de la comunidad latinoamericana en internet.


Óscar Fernández

Politólogo - Universidad Iberoamericana

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