La policía nacional francesa lanza un programa de reclutamiento de 30.000 reservista. Una medida que se enmarca en el plan securitario del gobierno francés que ha aumentado en un 25% el presupuesto anual de la policía y promete doblar sus efectos para 2030.
Martes 16 de agosto de 2022 13:23
10 días de formación en el manejo de armas de fuego, un chequeo médico y podrán comenzar a patrullar las calles en uniforme y con una pistola de aquí al final del verano. Este será el proceso de formación de 30.000 reservista de la policía nacional que ha generado polémica tras la publicación de un reportaje de la revista Sud-Ouest.
Sin embargo, más allá de la formación que dará sin mucho filtro a los individuos una autoridad y control sobre la población, es la medida en sí lo que debería preocupar. El aumento de los efectivos de la reserva en la policía se enmarca en una voluntad explícita de reforzar el aparato represivo del Estado.
30.000 policías reservistas complementarios serán contratados en los próximos diez años, y serán movilizables 90 días al año. Esta medida proviene de la ley del 24 de enero de 2022 sobre la seguridad interior. ¿El objetivo? Solucionar el “desajuste” sobre la reserva del gendarme, que cuenta ya con 28.500 jubilados movilizables y 31.500 voluntarios, mientras que las reservas de la policía nacional se componen exclusivamente de jubilados.
Actualmente, la Dirección general de la policía nacional (DGPN) habría recibido más de 7.000 candidaturas y anunció que 1300 candidatos serán instruidos y movilizados antes del final del año según informaba el periódico Libération. Un reclutamiento masivo que permite reforzar las fuerzas de seguridad dentro del marco del plan securitario que Macron anunció durante la campaña presidencia el diciembre pasado.
Además de los 30.000 reservistas, la ley de orientación y programación del ministerio de Interior para el periodo de 2022-2027 prevé doblar el número de efectivos policiales para 2030 y un presupuesto de 15 mil millones de euros extra, es decir, un aumento del 25% anual. Entre otras novedades, Macron ha anunciaod la creación de una unidad especial de “fuerzas de acción republicanas” para intervenir en los barrios populares (una unidad que bajo la excusa de la guerra contra las drogas reforzará la represión contra los habitantes de los barrios populares).
El objetivo es claramente el de acentuar la represión a los habitantes de los barrios populares bajo la excusa de la lucha contra el tráfico de drogas, pero también para reprimir a los posibles movimientos en el futuro. En continuidad con la policía securitaria que el gobierno plantea desde hace años (ley de seguridad global, creación de brigadas de mantenimiento del orden como BRAV-M…) se trata de reforzar el aparato represivo del Estado.
En un contexto de crisis económica donde la población ve su nivel de vida disminuir con la subida de precios, el gobierno se prepara conscientemente para los próximos episodios de lucha de clases. Hará falta que nosotros también nos preparemos por nuestra parte.