Entrevistamos a un profesor de la UACM con 12 años de experiencia en educación de nivel superior. Ante la precariedad y recorte de derechos laborales, se ha visto obligado, como millones en el país, a emplearse como repartidor en una aplicación digital. Te invitamos a leer y a compartir esta historia que podría ser la tuya o la de alguien cercano.

La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Lunes 11 de noviembre de 2019
La Izquierda Diario (LID): Cuéntanos cómo es un día normal de actividades para ti
Profesor (P): Un día normal de actividades, específicamente cuando se interrumpen los contratos laborales por parte de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México -que es por periodos que van de mes y medio hasta 3 meses dependiendo del período del año del que se trate-, implica que me conecte desde las 7 de la mañana a la aplicación de Cornershop. Ésta consiste en un vínculo entre clientes, cadenas de supermercados y compradores-empacadoes-repartidores, a los cuales nos corresponde seleccionar físicamente los productos, clasificarlos para su pago, pasarlos al proceso de empaque y transportarlos hasta la puerta del cliente, previa revisión de que se ha cumplido con el pedido en forma y en el tiempo acordado, siendo ambas condiciones específicas del proceso.
Sin embargo, como hay una variación de horarios en el trabajo que tengo también como profesor de educación básica, existen días que tengo que calcular desconectarme de la aplicación desde antes de las 10 de la mañana para poder acudir a mi horario en una secundaria de la Colonia del Valle y poder volver a conectarme después de las 2 de la tarde para continuar con el proceso de espera de pedido, compra y entrega del mismo.
En ocasiones, el tiempo de espera para asignación de pedidos puede ser muy largo y depende no solamente de las condiciones climatológicas, sino de la temporada del año en la que pueden o no concentrarse las ventas por algunos motivos como pueden ser semanas feriadas, periodos vacacionales, compra de útiles, regreso a clases o temporada navideña.
Cuando existen periodos de compras a través de la aplicación de Cornershop en los que se requiere a varios compradores para atender la demanda, mis horarios se pueden extender más allá de las 8 las 10 de la noche e incluso en algunas contadas ocasiones he tenido que regresar desde mi domicilio a realizar pedidos pasando la medianoche, en supermercados que funcionan las 24 horas y en direcciones de entrega que, a pesar de ser seguras, implican que yo trabaje de madrugada.
Esto se repite los días viernes, sábado, domingo y lunes, porque en el caso de los martes, para yo tener un control estricto de mi situación fiscal, elaboro por cuenta propia la facturación correspondiente para que ésta sea enviada al área de pagos y a su vez ellos contemplen realizarlo máximo el día viernes de esa misma semana, a través de depósito a cuenta la cual se ocupa de referencia para poder realizar las deducciones correspondientes al impuesto sobre el valor adquirido. Éstas resultan de la acumulación de facturas tales como el consumo de combustible, los insumos del auto, los servicios que se le tuviesen que hacer, los pagos de tenencia y verificación, así como los de aseguradora, que corren por cuenta de mí mismo como comprador, empacador y repartidor. Este último trabaja bajo una relación de prestación de servicios, a la cual esta empresa suele llamarle Shopper. Fiscalmente esta figura aparece en el catálogo como entrega de mercancías.
LID: Sabemos que si no es una app de delivery, son los call center, o los locales de comida rápida o los supermercados. Las opciones para tener un segundo empleo son todas precarizadas y/o exponen a sus trabajadores a grandes riesgos en pos de obtener más ganancias (pensando en las denuncias del colectivo "Ni Un Repartidor Menos", por ejemplo, creado en 2018 para visibilizar y exigir condiciones mínimas de seguridad). ¿Cuál ha sido tu experiencia en tu segundo empleo? ¿Qué opinas sobre las condiciones que brinda a sus trabajadores?
P: De entrada las condiciones que brindan estas aplicaciones a sus trabajadores son cada vez más precarizadas, porque no los contemplan como tales, sino que suelen celebrar contratos mercantiles de prestación de servicios. Bajo esas condiciones, no existen prestaciones y son muy contados los reembolsos que se llevan a cabo por conceptos tales como estacionamientos. En su mayoría, los gastos que implica estar físicamente ubicado cerca de una tienda para recibir un pedido, procesar tal pedido y entregarlo corren por cuenta del prestador de servicios.
Es así que la empresa le exige al mismo prestador de servicios que pague un seguro de cobertura amplia que le permita enfrentar eventualidades tales como accidentes viales, daños a terceros y en casos de accidentes poder recibir alguna atención médica según el tipo de cobertura y la compañía aseguradora con la que cada uno haga su propio contrato.
LID: Hasta el momento hemos hablado de un segundo empleo (repartidor), pero hay un primero que, evidentemente, no alcanza ($). Háblanos de cómo es ser profesor en la UACM, desde hace cuánto te dedicas a la docencia y, principalmente, cómo ha sido sortear el desgaste de dos empleos.
P: Me dedico a la docencia en nivel licenciatura de manera formal desde el año 2007. Ya lo había hecho previamente en otros niveles educativos, pero específicamente me interesó contribuir con la formación académica de los estudiantes de educación superior, sobretodo, en los procesos de técnicas metodología y seminarios de investigación con miras a transmitirles experiencias y razonamientos basados en mi amplia trayectoria laboral. Ésta se extiende más allá del año 1995 y en muy diversos campos como pueden ser los servicios técnicos, el área de ventas, la hotelería, el turismo, la comunicación organizacional, así como la organización administrativa en el sector público.
Al principio combinar el trabajo de educación superior con algunos otros trabajos no solía ser tan desgastante, pues la modalidad en línea que fue fundada en el año 2010 por el gobierno federal actualmente instituida como Universidad Abierta y a Distancia de México, así como los horarios de universidades particulares, solían ofrecer ingresos suficientes para cubrir necesidades básicas, incluso, teniendo que esperar los desfasamientos típicos en los pagos por parte de los proyectos educativos cuando empiezan adquirir una estructura dentro del área presupuestal que los aloja.
Es importante mencionar, sin embargo, que el sexenio que abarcó entre el año 2013 y el año 2018, una de las peores etapas en la pérdida del poder adquisitivo, llevó a que mi trabajo dentro de la institución que ahora se ha convertido en el trabajo al cual le dedico más tiempo y esfuerzo, que es la UACM, se hubiera ido intensificando por las características que el mismo proyecto educativo de la institución demanda de sus profesores: participación en los órganos de gobierno, asesorías, tutorías, acompañamiento en los procesos de investigación, trabajo colegiado, trabajo con las comunidades más vulnerables como son los centros penitenciarios y una larga lista de actividades que llevan a hacer injustificable la percepción de aproximadamente 2200 (dos mil doscientos) mensuales por curso impartido, frente a un salario bruto que rebasa los 50.000 (cincuenta mil) pesos mensuales para los profesores de tiempo completo que imparten un máximo de 3 cursos por semestre.
Sortear la situación de más de un empleo lleva a que en ocasiones los ingresos de un empleo se conviertan en la manera de sostener el otro y que sea necesario estar traslapando sistemáticamente tiempos para poder subsistir y a su vez para poder seguir acudiendo a trabajar a pesar de los retrasos en los pagos de la UACM, o bien, a pesar de los desplazamientos que son típicos de la prestación de servicios con la aplicación de Cornershop.
Esto ha requerido que vaya yo desarrollando habilidades adicionales tales como llevar una contabilidad a través de las herramientas de la página del SAT, así como de habilidades para poder prorratear los gastos que no son de tipo inmediato sin tener que sacrificar lo importante por estar atendiendo urgencias.
Si a estos esfuerzos le adicionamos la indiscutible preparación continua que se debe tener en la profesión de la docencia, se sobreentiende el profundo desgaste de tener una precarización laboral en la UACM así como sostener por necesidad vínculos completamente mercenarios como los que plantea Cornershop para las personas que realizan el trabajo físico, mental y emocional frente al cliente, lo cual obliga a que la formación profesional tenga que ser dosificada para poder sortear los tiempos y movimientos que implica tener más de un empleo en diferentes lugares de la ciudad o inclusive rebasando las fronteras de esta misma.
LID:Tenemos conocimiento del proceso que un grupo de profesores de la Universidad emprendió en defensa de sus derechos laborales y contra la precarización. ¿Cómo impacta esta experiencia en la manera en la que concibes la relación entre estas aplicaciones multinacionales y sus "colaboradores"?
P: Definitivamente el hecho de observar el trabajo como un derecho humano, es una perspectiva que cambia la manera de actuar y la manera de sopesar la labor cotidiana. Aunque siempre he tenido una noción de que la relación entre empleado y empleador debe tener beneficios mutuos, he encontrado que en ningún sector se obtiene nada al margen de la lucha y del conocimiento de cada uno de los aspectos a los que se tiene derecho a ejercer en el marco de las relaciones de trabajo remuneradas.
Eso sí que esta etapa en la que el esfuerzo la dedicación el trabajo y la inversión de tiempo y dinero relacionadas con una demanda a una institución que tiene por lema "nada humano me es ajeno" me permite ver que no solamente se requiere de un cambio de personas en la estructura de gobierno, sino que implica un esfuerzo protagónico por parte de cada uno de los trabajadores para reivindicar sus derechos.
No podemos esperar que decidan por razonamiento sistemático, ocurrencia, clientela política o cualquier otra razón típica de los niveles de gobierno; que se ponga como agenda prioritaria recuperar todos aquellos elementos que le daban sentido al derecho laboral en un país como el nuestro.
En los años que llevo trabajando para instituciones públicas de educación superior, he observado que entre más envejecen la UNAM, la UAM y ahora la 18 añera UACM, más explotadoras se vuelven con los trabajadores indispensables de la estructura que en buena medida están representados por la figura del docente. También me he percatado de que la buena voluntad no es suficiente así como la iniciativa, el esfuerzo, el carácter propositivo y resolutivo dentro del área de trabajo: es indispensable formalizar las peticiones o demandas para que las tomen en serio y no las dejen solamente como un anecdotario o como un buen deseo o un propósito lejano de resolver, pues finalmente no implica una prioridad dentro de sus agendas.
Las tres instituciones que mencioné, pero específicamente la UACM, han encontrado en figuras de contratación que no tienen contempladas ni en su contrato colectivo de trabajo, ni en la ley de autonomía, ni en el proyecto educativo ni en ninguno de los procesos legislativos consolidados hasta hoy, una manera de aprovecharse de la precariedad laboral de las necesidades crecientes de empleo pero sobre todo de un sistema conservador que pretende seguir generando castas de profesores en donde algunos logran ese máximo ideal de "vacas sagradas", mientras los de más baja posición se convierten en simples maquiladores del proceso educativo.
Esto por supuesto coloca a las instituciones públicas mencionadas en un nivel de explotación tan parecido al de las empresas de la iniciativa privada que han encontrado en el outsourcing y en la subcontratacion las maneras de resolver sus necesidades sin generar las responsabilidades sociales profundas que deberían tener con sus trabajadores.
LID: En varias ocasiones, la prensa se ha referido a estos trabajos como una relación de "esclavitud moderna" y a sus trabajadores se les ha llamado también "jornaleros digitales". ¿Qué opinas de estas afirmaciones?
Ambos conceptos el de "esclavitud moderna" y el de "jornaleros digitales" supongo que la prensa los trae y los lleva hacia otros niveles como puede ser la misma Academia. Lo menciono porque es muy interesante escuchar estos términos tanto en conferencias de prensa, como en mítines políticos y en coloquios que hablan de los avances de investigación que se realiza al interior de las universidades frente a los fenómenos vinculados con los procesos laborales.
Sin embargo, es importante extenderlos y discutirlos de manera más profunda para detonar una mayor conciencia de clase entre los trabajadores y a su vez para exigirle a estas instituciones que realicen un trabajo de autocrítica más profundo porque no están haciendo otra cosa sino reproducir los mismos males sociales que suelen criticar sentados en un escritorio percibiendo altos salarios y portándose completamente indiferentes incluso con su compañero de junto.
Por supuesto, para mí fue muy novedoso el primer momento en que realice trabajo adicional a través de métodos informáticos, pero poca visión tenía de que estos se iban a transmutar en unas maneras de explotación mucho más profunda y que a su vez esta explotación se vería reflejada inclusive en los sitios en los que uno menos se podría imaginar, como es el caso de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México fundada con un proyecto educativo que pretendía trabajar con los profesores como verdaderos promotores de la cohesión social.
Vemos así un profundo fracaso en este proceso de implementación del proyecto educativo en donde las inconsistencias han rebasado el verdadero entusiasmo de educar y promover la autoformación con el ejemplo sólido y por eso existe dentro de la UACM una serie de conflictos de más difícil resolución conforme va pasando el tiempo.
Es momento en que ningún órgano de gobierno, del primero al sexto, ha entregado ante el Congreso de la Ciudad de México los estatutos de personalidad académico, personal administrativo y el general de estudiantes para formalizar el sistema de sanciones que implica un proyecto que gira en torno de una educación humanística, crítica y científica, cuya autonomía fue obtenida a través de una ley perfectamente expuesta en sus motivos y que ha ido quedando en letra muerta al querer reproducir modelos de explotación y disparidad como los que ha ido consolidando al paso del tiempo tanto la UNAM como la UAM. Una lástima que el proyecto educativo de la institución esté en manos de gente que discursa desde el progresismo pero que actúa desde el conservadurismo.
LID: ¿Te gustaría compartir alguna reflexión con quienes lean esta entrevista y se sientan identificados con tu historia?
P. Por el alcance que tiene el medio que ustedes representan, apuesto que la identificación con estos relatos que les comparto irá más allá de los profesores de contrato irregular dentro de las condiciones generales de trabajo de la UACM. Por lo tanto lo que quisiera compartirles como reflexión final es que no importa que tengamos a diferentes personajes dentro de la estructura política y administrativa del país, todos debemos estar muy pendientes de impulsar una agenda pública y forzar que se discuta en los órganos correspondientes entorno de los Derechos laborales. Específicamente el aspecto de las pensiones dignas tras la jubilación por edad o por incapacidad.
No es suficiente el argumento de haber heredado estas maneras de gobiernos anteriores, el sistema de pensión a través de Afores para el caso de los trabajadores es verdaderamente vergonzoso tanto como clientelar es el sistema de pensiones universales que no están vinculados con los esfuerzos de la trayectoria laboral de cada uno.
Es indispensable que tomemos la batuta cada vez más trabajadores para exigir ese que es un derecho mínimo al que podemos aspirar después de varios años de trabajo.
Si los flujos entre el orden y el caos a mí me permitiesen en rebasar los 65 años de edad, implicaría que me estaría jubilando después de 45 años de servicio, por lo cual resulta completamente absurdo que tuviese que hacerlo sobreviviendo de un ahorro o esperando la benevolencia del gobierno en turno para poder obtener una pensión universal que no esté vinculada con la realidad del esfuerzo laboral que haya hecho durante cuatro décadas y media. Si no llegase a esa edad, sería una preocupación de la cual me liberaría súbitamente, y por supuesto, una de las 8 mil cosas que le importan poco a quienes concentran la riqueza de este país.