CLASES EN LINEA. Programa Aprende en casa II: Mayor influencia empresarial en educación

El titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, informó que las autoridades educativas federales han sostenido reuniones de trabajo con representantes de dichas empresas, con el objetivo de revisar las barras programáticas de “Aprende en Casa II”.

La SEP estima que a nivel preescolar se encuentran inscritos alrededor de 4,780,787 niños, mientras que nivel primaria se encuentra compuesto por 13,972,269 alumnos y para nivel secundaria los cálculos ascienden a 6,473,608 estudiantes, por lo que los contenidos educativos a través de la señal televisiva deben llegar a cerca de 25,226,664 alumnos incorporados a esos tres niveles.

Desde el lunes 3 de agosto el Secretario de Estado había comunicado a la población la inminente puesta en marcha del “modelo híbrido” que, en esencia, consiste en la impartición de clases bajo un enfoque en el que esté presente tanto la educación a distancia como la educación presencial, ello a razón de que los contagios del nuevo Coronavirus no han mostrado reducción en el país.

En dicha conferencia, fue anunciado, también, que Grupo Televisa y TV Azteca serán los receptores de una inversión que asciende a los 450 millones de pesos para solventar gastos operativos y de uso diario de los canales; para el día siguiente, las acciones de ambas televisoras presentaron importantes ganancias en la Bolsa Mexicana de Valores.

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Contrario a la voluntad política que la SEP muestra para establecer mesas de trabajo y diálogos con las grandes empresas de medios de comunicación en la implementación de este modelo y programa, trabajadores del sector educativo no fueron consultados ni si quiera para revisar alguno de los aspectos relacionados con las labores que tendrán que realizar en el marco de “Aprende en Casa II”. Algunos trabajadores se encuentran recibiendo capacitaciones, que no son otra cosa que lineamientos e instrucciones que autoridades educativas les hacen llegar y en cuya formulación no fueron tomados en cuenta ni su punto de vista, mucho menos las condiciones objetivas en las cuales tienen que llevarlas a cabo.

"Aprende en casa II", en voz de los trabajadores de la educación

En torno a esto, dos trabajadores de educación especial del Estado de Sinaloa hicieron llegar, de manera anónima, sus puntos de vista:

“He recibido poca información oficial referente al modelo híbrido y el programa... Considero que lo expresado por autoridades educativas es información ambigua… La realidad que se vive en las escuelas nos deja claro que no estamos preparados para la implementación de tal modelo, la experiencia que nos dejó el cerrar el ciclo trabajando en línea es que las desigualdades se incrementan, y los (alumnos) desfavorecidos se desfavorece (sic) aún más.”

Otro trabajador, tras escuchar el comunicado de las autoridades educativas el 3 de agosto manifestó lo siguiente:

“No se nos ha informado vía estructura sobre la implementación del modelo híbrido. En lo personal considero que no hay las condiciones para ponerlo en práctica, y menos en educación especial, donde muchos niños son hijos de padres con discapacidad y donde necesitaremos mucho tiempo para que nuestros alumnos acaten las medidas de prevención. También, de hecho, el regreso es muy incierto, y triste, porque hay miembros de nuestra comunidad escolar que ya no están…”

De las palabras de los trabajadores educativos y los comunicados de la SEP, se muestra con claridad la tendencia que desde hace tiempo viene configurándose y que en el contexto de la pandemia de COVID-19 vuelve a fortalecerse: la “Nueva Escuela Mexicana” versión online, trae consigo, de facto, un escenario en el cual, en los procesos deliberativos en materia de política educativa nacional, se margina totalmente al magisterio mientras el influjo de la iniciativa privada resulta avante.

Esto trae, al menos, dos consecuencias: por una parte, además de los grupos empresariales, resultan fortalecidos think thanks pro mercado, así como asociaciones civiles pro empresariales en la toma de decisiones sobre agendas y contenidos educativos nacionales, y, por otra, estos mismos sectores tienen cada vez más influencia con miras al posible restablecimiento de mecanismos institucionales que afectan derechos laborales de los trabajadores educativos.

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El mejor ejemplo de esto pudimos observarlo en las evaluaciones punitivas que trajo consigo la contrarreforma educativa hace algunos años, misma que, no hay que olvidar, fue impulsada a través de una guerra sucia mediática orquestada contra el magisterio con feroz persistencia y sin tregua alguna, por estos mismos sectores empresariales que hoy son presentados por la SEP como los salvadores de la educación, que han resultado beneficiados con jugosos contratos y que están viendo restablecida su influencia en la toma de decisiones en materia de políticas educativas.