Trabajadores de Mc Donald’s y de comidas rápidas realizamos una sentada en el obelisco en reclamo a las rebajas salariales y los contagios de coronavirus en los locales. Nos acompañó La Red de Trabajadorxs Precarixs con un corte en la 9 de Julio.
Viernes 12 de junio de 2020 00:36
Hoy, por primera vez en CABA trabajadores de diferentes locales de comida rápida como McDonald’s, Starbucks y Burger King, entre otros, realizamos una sentada como forma de protesta y una asamblea en las puertas del McDonald’s del Obelisco. Además de esta acción, La Red impulsó concentraciones y cortes en otros puntos del Área Metropolitana de Buenos Aires.
Para nosotros hoy fue un paso importante en la organización que venimos poniendo en pie desde que sufrimos los primeros ataques de la empresa a comienzos de la cuarentena.
Primero nos fuimos organizando en los locales haciendo grupos de WhatsApp, donde no estuvieran los gerentes. Luego entendimos que era necesario empezar a coordinar con otros locales y así hicimos grupos de WhatsApp con compañeros y compañeras de diferentes locales. Decidimos sacar a la luz nuestras denuncias y comenzamos a hacer twittazos como #mcestafa o #pandemiasonlosempresarios.
Con las redes logramos hacer llegar nuestro reclamo a miles y dimos un primer paso cuando las empresas tuvieron que pagar las horas que nos habían recortado. Pero los ataques no pararon y hoy logramos por primera vez encontrarnos todxs esxs compañerxs con los que veníamos organizándonos hace semanas y llevar adelante esta acción juntxs porque los ataques no pararon. Para nosotrxs, que nos niegan tener delegadxs por local, que no podemos tener voz en el sindicato y que nos persiguen cuando levantamos la cabeza, fue muy importante y otro gran paso.
En la asamblea se expresó la bronca por estar cobrando por debajo de 16 mil pesos cuando tenemos familias a cargo, y tenemos que seguir pagando las cuentas, el alquiler todos los meses. También se denunció y exigió que se rompa el acuerdo entre el Estado, el sindicato Pastelero y la empresa para atacar nuestros bolsillos.
Desde que empezó la cuarentena nuestros salarios sufrieron un recorte del 30 %, nos recortan las horas y no pagan las licencias para quienes tienen que quedarse en sus casas. Hoy nuestro único ingreso proviene de la Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) que otorga el Gobierno. Estas empresas multimillonarias estafan a lxs trabajadorxs cobrando un subsidio que no necesitan con las ganancias que generan, nosotrxs vemos día a día lo que ganan pero a nosotrxs nos descuentan de nuestros recibos esta ayuda como si tuviéramos una deuda con la empresa. El Gobierno y el sindicato avalan esto totalmente. Hoy no están poniendo un peso de su bolsillo para pagar nuestros salarios. Para colmo el propio presidente de Arcos Dorados de toda Sudamérca, Alejandro Yapur, también fue beneficiario de la ATP en mayo, ¿se la habrán descontado de su recibo?
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También denunciamos que cuando se trata de la salud y la vida de lxs trabajadorxs, a estas empresas no les importa nada. En las últimas semanas hubo casos de contagio de Covid-19 en locales de Mc Donald’s y la empresa los está escondiendo. No existen protocolos para prevenir estas situaciones ni tampoco de aislamiento para quienes estuvimos en contacto con compañerxs que presentaron síntomas. En la asamblea se escuchó claro el reclamo de testeos para todos los trabajadores y que se cumplan los protocolos de seguridad e higiene.
En la asamblea además de debatir, denunciar y exigir, votamos democráticamente cómo seguir con esta organización que se viene gestando. Decidimos entre todxs los trabajadores las siguientes acciones:
Nos venimos organizando y por eso nos tienen miedo. Nos quieren invisibles y por eso nos rebelamos. Muchxs compañerxs empezaron a recibir amenazas en estos días por parte de sus gerentes o incluso a recibir ataques en sus locales por organizarse como es el caso de Felipe Sánchez, trabajador de Burger King que fue sancionado por tomar un vaso de soda mientras trabajaba. Hoy, para cuidarnos decidimos utilizar máscaras y poder preservar nuestra identidad y no sufrir represalias. También recibimos el apoyo de otrxs trabajadorxs, amigxs, familiares y estudiantes que nos hicieron llegar su solidaridad frente a estos aprietes y nos dieron más fuerza para seguir organizadxs. No tenemos más miedo, y hoy dejamos muy en claro que nos cuidamos entre nosotrxs y que si tocan a unx, nos tocan a todxs.
