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Red Internacional
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Venezuela

SE AGUDIZA LA ESCASEZ Y LA CARESTÍA DE VIDA. Protestas en Caracas por escasez de productos básicos

La escasez, el aumento del costo de vida y la profundización de la crisis económica vienen aumentando una tensión social que apunta a escalar. En Caracas las protestas fueron reprimidas.

Milton D’León Caracas / @MiltonDLeon

Viernes 3 de junio de 2016

Los hechos en Caracas

En varios puntos de la ciudad de Caracas se generaron este jueves protestas espontáneas que generaron cierta tensión, sobre todo en aquellos donde se hacían largas colas como en las Avenidas Fuerzas Armadas, Urdaneta y San Martín, por la escasez y altos precios que los obligaban a permanecer varias horas en las afueras de los comercios que ofrecen productos de primera necesidad subsidiados por el gobierno. Este tipo de protestas no se habían desarrollado en las partes céntricas de Caracas hasta el momento.

Los acontecimientos de mayor repercusión fueron los que ocurrieron en algunas esquinas céntricas de la Avenida Fuerzas Armadas y la Avenida Urdaneta, a pocas cuadras del Palacio de Miraflores, que fueron escenario de protestas de personas que aguardaban la llegada de camiones con víveres y no encontraban explicación al cierre de los numerosos locales del sector. Al caldearse la situación, fuerzas de seguridad del Estado, entre Policía Nacional Bolivariana y Guardia Nacional llegaron a cada uno de los sitios reprimiendo y dispersando con bombas lacrimógenas. Incluso algunos periodistas fueron despojados de sus equipos mientras cubrían los hechos.

No fue anunciado oficialmente, pero trascendió que la situación se produjo por supuestas órdenes emanadas desde el gobierno, sobre todo del Distrito Capital, para que no se vendieran más productos regulados en locales de las principales avenidas de Caracas como parte de lo que se llamaría “Plan Bachaqueo y Colas 0”, sobre todo en las Avenidas Sucre, San Martin, Baralt, Urdaneta y Fuerzas Armadas. Y que los productos serían direccionados para su distribución a través de los llamados CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) casa por casa.

Al cierre de este artículo ningún sector del gobierno daba cuenta de tal plan, pero lo que sí era cierto es que en los negocios de los sectores indicados no estaban vendiendo nada, y que ya son parte del paisaje de las largas colas para comprar algún producto a precio regulado. Situación que se agudiza cada vez más, pues la escasez va en incremento y los ya altos precios suben casi diariamente.

Solamente se expresó el vicepresidente del Área Económica, Miguel Pérez Abad, oriundo del sector empresarial, asegurando que: “Sabemos que este mes ha sido muy crítico (por la escasez), ha sido el mes más bajo en oferta de productos y por eso la angustia de la familia venezolana de no conseguir los bienes en los anaqueles”. Para remarcar que “nosotros le garantizamos que en las próximas semanas esa tendencia va a mejorar". Pero estas son promesas que a cada tanto se repiten y no se avizora ninguna luz al final del túnel.

En el país, la distribución de alimentos subsidiados se realiza a cuentagotas a través de las cadenas de establecimientos públicos y privados, así como en operativos organizados por el gobierno, que en la mayoría de ocasiones ven superada la capacidad de sus instalaciones por la cantidad de compradores. Por esto es que se han establecido controles para regular los días de venta por persona según el número final de su cédula de identidad, pero esto no garantiza que quienes permanecen horas en las filas puedan lograr adquirir algún producto de la canasta básica.

La situación se agudiza sobre todo por las constantes autorizaciones de aumento de precios que viene realizando el gobierno de Maduro en total acuerdo con sectores empresariales, lo que implica que el supuesto subsidio a productos regulados va desapareciendo, mientras la galopante inflación continúa deprimiendo el ingreso del pueblo trabajador.

Por un control popular del abastecimiento

Como hemos venido escribiendo, protestas como las de este jueves en Caracas o las que se han venido desarrollando a diario en varias ciudades del interior del país, son expresión clara del profundo malestar social, de esa rabia y hastío del pueblo contra las condiciones agobiantes que se viven y las precarias condiciones de vida.

Esta incertidumbre y rabia es la que desde hace meses viene manifestándose con protestas episódicas, espontáneas, bloqueo de calles, y que ha tomado mayor eco este día por acontecer en la capital del país. Son situaciones de acciones desesperadas entre sectores del pueblo pero que pueden ser preludios de acciones de mayor envergadura en la medida que la situación se vaya agudizando aún más.

El gobierno no deja de insistir en su cantinela que cualquier protesta popular por la escasez y la carestía de vida es montada por la derecha. Es indudable que la derecha se aprovecha de la situación, pero esta desesperación popular tiene profundas raíces sociales por las condiciones económicas imperantes.

El pueblo viene sufriendo el desabastecimiento, la escasez y la especulación, y es tarea urgente enfrentarlo para que no siga pagando la crisis. El gobierno ofrece el racionamiento a través de los CLAPS mientras aumenta los precios de los bienes de consumo, sin por eso garantizar que acabe la escasez, mientras que en acuerdo con empresarios viene aumentando los precios de productos de mayor necesidad. Sumado a esto los empresarios, la burocracia estatal y los uniformados se aprovechan la situación para beneficiarse con el mercado negro.

Comités de Abastecimiento populares, democráticamente constituidos, debe ser la respuesta. Estos comités, junto con el control obrero de la producción, además de un digno salario mínimo vital y móvil y el reparto de las horas de trabajo sin pérdida de salario, son las primeras tareas de un Plan de Emergencia obrero y popular, con que responder a esta situación imperante.

Como parte de esta lucha es fundamental que obreros y sectores populares y campesinos, logren confluir en una gran alianza capaz de poner en jaque a los responsables de su situación exasperante, parándole la mano a los ajustes que Gobierno y empresarios descargan sobre el pueblo y los planes que prepara la oposición de la derecha de la MUD. Esta es la única salida progresiva a los padecimientos que sufre el pueblo.