Menos tiempos de espera, una red de aseguramiento en salud, plan universal y seguros catastróficos, fueron las reformas anunciados por Sebastián Piñera este domingo 5 de enero junto a el Ministro de salud Jaime Mañalich en lo que sería el proyecto “Mejor Fonasa”, que entraría a discutirse en el legislativo este lunes ¿Que implica en efecto cada punto y como se contradicen sus posturas con las políticas de salud ya adoptadas el 2019?
Lunes 6 de enero de 2020
Seguro de Salud Universal y un “Mejor Fonasa”
¿Qué entiende por seguro de salud universal este presidente? exámenes, medicamentos, hospitalizaciones, atenciones de urgencia, maternidad, atención pediátrica, atención ambulatorio, enfermedades auge (y no auge) y medicina preventiva.
Asegurando - además - que si la red pública no puede garantizar la atención, velando en función del “bienestar del usuario”, se deberá acudir (pagando a privados) a la atención en hospitales universitarios, de las Fuerzas Armadas e instituciones particulares, sin embargo, medidas como estas ¿Acaso ya no son aplicadas?, y es que en cada campaña de invierno, cuando las atenciones y hospitalizaciones pediátricas aumentan - por ejemplo - hospitales del sistema público colapsan, las camas se agotan y año tras años se deben pagar grandes sumas de dinero por hospitalizaciones en servicios privados.
Un pago que no es sino, traspaso de fondos públicos a fondos privados, pues conocida la demanda anual, todo este tiempo - los gobiernos de turno y el ministerio de salud - no han gestionado ninguna salida que no sea pagar a particulares lo que Fonasa no logra desarrollar en tratamientos.
Demanda que se fundamenta en la menor inversión estatal (en términos de PIB) que se otorga al sector salud, y con ello, la menor capacidad en infraestructura y capital humano que logre dar una solución a los problemas de la población.
No se trata de un tema “moral” (que dista de la ética a la cual el presidente erróneamente quiere llevar el debate). Se trata de la mala gestión y organización; la escasa voluntad política de los partidos en estos 30 años para realmente re-estructurar la salud pública del país.
Menos listas de espera, más médicos especialistas
Es otro de los puntos que desarrolla Sebastián Piñera y refiere, que va a aumentar en 4 mil nuevos médicos especialistas desde acá al fin de su gobierno ¿Sabrá Sebastián Piñera que desarrollar especialistas sin infraestructura pública que dé soporte a los profesionales no resuelve el problema de fondo? ¿Sabrá además, que el déficit en especialistas deriva de un problema mayor, que es la poca importancia que se le da a la red de atención primaria de salud, en donde tenemos médicos que cambian todos los años, no logrando realmente dar una continuidad y resolutividad a la Atención Primaria de Salud (APS)? El sistema de atención con enfoque familiar o comunitario, falla en cuanto se sigue pensando en la resolutividad del especialista, pero sin dar capacitaciones continuas a los médicos en los CESFAM (Centros de Salud Familiar) para filtrar y resolver en niveles más bajo.
Problema que deriva de falta de recursos en medicamentos, en métodos que permitan mejorar el control crónico y sobre todo, mejores condiciones de vida de la población que permita hacer consciente el problema y dar soluciones. De prevención y de otros cuentos, pero ¿Qué prevención van a hacer los trabajadores que no tienen tiempo libre para asistir a sus controles, mejorar la alimentación o espacios que potencien el ejercicio físico? ¿Qué estilos de vida saludable se pueden desarrollar, cuando el año pasado incluso, intentaron disminuir las horas de educación física en los colegios?
Por otro lado ¿Dónde ejercen gran parte de los especialistas no teniendo la infraestructura adecuada - que es la que el gobierno niega y no quiere resolver - una vez terminada la beca de especialidad? Este porcentaje se mueve, por interés profesional y por condiciones laborales, a centros privados. Generar especialistas - que es lo que ya ocurre - no asegura que los especialistas pertenezcan a una red pública - tampoco que la demanda se satisfaga - por lo tanto las palabras del presidente nuevamente caen en su propia trampa. Pertenecen al campo del error y a la demagogia.
Sumados ambos puntos, incluso, se genera un círculo vicioso de más especialistas - para la red privada - que fomenta aún más, el traspaso de fondos de Fonasa y el sector público a los centros particulares. Justamente la licencia que ahora da Sebastián Piñera en este “Mejor Fonasa” a los servicios de salud.
En términos simples, el gobierno y el ministerio de salud lo que ha anunciado hoy es dar legitimidad al robo y traspaso de fondos públicos al sector privado, esta vez, avalado por el estado. Una propuesta que da rienda suelta al negocio de la salud.
Fortalecer la Atención primaria
Nuevas enfermedades auge y aumento del per cápita, sostiene el gobierno ¿Acaso la demanda de la CONFUSAM Nacional no era 10 mil pesos y no los 7200 que fue el sustancial aumento que refiere Piñera? Un aumento que incluye el Alzheimer, que en términos operacionales se traduce en aportar 30 pesos para la sospecha, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad ¿Cómo? Ni siquiera los equipos de neurología de los hospitales públicos saben cómo. Pues se anuncian dineros pero, sin un plan de gestión ni de profesionales que desarrolle las patologías Auge.
No se busca con medidas como esta fortalecer la atención primaria. Se busca optimizar lo que ya hay y con un aumento, que es casi despreciable, si se considera que los 30 pesos no incluyen la demanda en salud mental del binomio Cuidador-Paciente que afecta a más del 90% de los usuarios con demencia tipo Alzheimer, por ejemplo.
Ni siquiera en estos planes de salud, se ha considerado la integración de profesionales como Terapeutas Ocupacionales, Kinesiólogos o Fonoaudiólogos - base del tratamiento en muchos casos de este tipo de pacientes - y ni que hablar de los medicamentos. Los costos, que dice el presidente Piñera deberían verse disminuidos con una red de compra directa desde la CENABA, pero ¿No es acaso ese sistema el que rige hoy y que tampoco ha podido suplir la necesidad de los usuarios a la hora de acceder a tratamiento? Que por lo demás, están desactualizados. El 2017 por ejemplo, se anunciaban nuevos medicamentos para la diabetes. Hipoglicemiantes de mejor calidad y sin embargo ¿Que tenemos los médicos de APS a disposición para los tratamientos? Lo de siempre, las marcas de metformina y glibenclamida de bajo costo, con mala adherencia por los efectos adversos, y donde aun no han ingresado los prometidos nuevos medicamentos.
Aún analizando superficialmente la propuesta, podemos ver que el gobierno no realiza cambios significativos a la estructura del problema en salud, por el contrario, establece un mecanismo legal que permite negociar como se ha venido haciendo hace mucho: traspaso de fondos públicos, desfinanciamiento a la salud pública sin inversión real en infraestructura y personal.
Acabemos con la salud de mercado
Chile despertó, y parte de los principales cuestionamientos es al negocio de la salud, uno de los pilares de la herencia de la dictadura, y de los aspectos que toca mas de cerca a la población, que teme porque alguien de los suyos enferme, y menos una enfermedad catastrófica, porque en el Chile neoliberal las cuentas hospitalarias se cubren con bingos y completadas.
Tocar el negocio de la salud en Chile, de las isapres, de las clínicas privadas, tiene el nivel de oposición que podemos encontrar en el mismo sistema de AFP, donde un grupo se ha hecho multimillonario a costa de la salud de las personas, armándose todo un circulo de defensa de partidos de derecha o de la vieja concertacion, que luchan por mantener este modelo a flote, cuando las calles exigen su reestructuración completa.
La salud no puede esperar mas
La salud es uno de los temas que no puede esperar mas, si una asamblea constituyente aspira a ser tal, ese poder constituyente tiene que levantar un sistema de salud publico masivo, totalmente gratuito y universal, sin financiamiento a los privados, y administrado por sus propios trabajadores y funcionarios, y para eso solamente un asamblea constituyente libre y soberana puede resolver esos problemas, y no una "constituyente tramposa", que plantea limites al poder soberano, y que asegura espacios para que una minoría reaccionaria frene los avances de la mayoría.
Andrés Vargas
Médico General en APS Redactor La Izquierda Diario Chile