El proyecto para los Presupuestos Generales del Estado de 2016 publicados por el Gobierno español ha sido enmendado por la totalidad del arco parlamentario. La oposición tilda estos presupuestos como parte de la estrategia del PP para revalidar las elecciones generales.
Martes 25 de agosto de 2015
Fotografía: REUTERS
El proyecto para los Presupuestos Generales del Estado -PGE-para el curso político del año 2016 publicados por Cristóbal Montoro -ministro de hacienda del Gobierno popular- a principios de este mes de agosto por el Gobierno del PP, fueron enmendados en su totalidad la semana pasada por el conjunto de toda la oposición parlamentaria.
A escasos meses de la finalización de la actual legislatura, el Partido Popular ha demorado hasta el máximo la presentación anual de los PGE para su aprobación. El 20 de diciembre es la fecha límite para celebrar las próximas elecciones generales, por lo que el ejecutivo de Mariano Rajoy lleva un año preparando el terreno para retener el poder en manos del Partido Popular.
Desde finales de 2014, la política del PP encabezada por el propio Rajoy y Montoro, ha sido la de anunciar ‘a bombo y platillo’ una recuperación económica en base a los resultados de las recetas neo-liberales de ajustes y recortes durante los tres primeros años de legislatura.
El anuncio del descenso de las prestaciones por desocupación y la creación de nuevos puestos de trabajo, datos no muy boyantes si se tiene en cuenta que la destrucción de empleo desde el inicio de la crisis económica en 2008 se cifran en más de cuatro millones de personas, forman también parte de esta política electoralista del Gobierno del PP.
Toda una política preventiva la que ha acuñado el Partido Popular en un año en el que las citas electorales han marcado y aún deben marcar el curso político. Sin embargo, las elecciones municipales y autonómicas del pasado mes de mayo no acabaron de confirmar las expectativas depositadas por el partido de Rajoy. Es en esta estrategia donde se enmarca la demora y el maquillaje de los “números” para los Presupuestos Generales.
En este sentido, Antonio Hernando -portavoz del PSOE en el Parlamento- señaló después de ejecutar la enmienda a la totalidad por parte de su grupo, que: “Estos presupuestos están llenos de guiños electoralistas y basados en datos totalmente irreales, entre ellos la ocultación del déficit público de 2015. Rajoy debe dar explicaciones de las razones verdaderas por las que presenta este proyecto”.
La totalidad de los grupos que conforman el actual arco parlamentario, han hecho públicas las enmiendas y denuncian que estos presupuestos tengan un perfil electoralista, a la vez que manifiestan el caracter antisocial de los “números” publicados para el curso que viene.
Unos “números” que año tras año, son los que empobrecen a la mayoria de los sectores populares y benefician a los grandes capitalistas.
Sin embargo, resulta más bien cínico que el PSOE critique ahora el maquillaje y ocultación de datos, cuando al inicio de la crisis gobernaba el Partido Socialista, y ya por entonces se aplicaron unos presupuestos que afectaron duramente a millones de trabajadores.
Por su parte, las demás fuerzas políticas con repesentación en el Parlamento actual, no demuestran un menor cinismo, ya que, quien más o quien menos, han participado de las políticas de recortes durante estos años, aunque sea a nivel autonómico o municipal.
Sin ir más lejos, desde CDC aseguran que: “este proyecto es profundamente antisocial, especialmente porque reduce las prestaciones al desempleo y no asume las aportaciones del Gobierno para aplicar la ley de dependencia”. Toda una falta de escrúpulos hacia los trabajadores y los sectores más pobres catalanes, ya que CDC ha aplicado durante estos últimos años los mayores recortes presupuestarios en la historia de Cataluña.
A todo esto, esta semana está prevista una sesión extraordinaria para dar cabida al debate de totalidad sobre el proyecto de PGE y las enmiendas planteadas por los diferentes grupos parlamentarios. Sin embargo, la mayoria absoluta del PP en el seno de las Cortes, garantiza que el proyecto pueda seguir adelante para su tramitación.
En relación a esto, el grupo parlamentario del Partido Popular ha aprobado en solitario los sucesivos proyectos de PGE durante toda la legislatura, aun sin contar con el apoyo de la oposición.
Sin duda, la principal razón por la que el Gobierno ha publicado con excesivo retraso el proyecto de PGE, se encuentra en la misma política de “recuperación económica” y las últimas encuestas electorales.
El Partido Popular entiende que el proyecto para los presupuestos les favorece aun más a medida que las encuestas sobre la estimación de voto para las elecciones generales de finales de año les conceden una mayor ventaja, situando al PP en más de tres puntos por encima del PSOE y trece puntos sobre Podemos.
A la vez, la estrategia del PP para vencer en las próximas elecciones pasa actualmente por combinar el discurso de la recuperación económica -presupuestos incluidos- con algunas políticas de caracter social, por supuesto también en clave electoralista.
La última propuesta del Gobierno es la de resolver la atención sanitaria para los inmigrantes “sin papeles”. El presidente Rajoy, ha anunciado que se pondrá en marcha un sistema para que los inmigrantes irregulares reciban la misma atención en todas la Comunidades Autónomas.
El propio gobierno de Rajoy arrebató en 2012 la tarjeta sanitaria a 873.000 inmigrantes con la aprobación del llamado Decretazo Sanitario. Por su parte, algunos de los nuevos gobiernos autonómicos ya empezaron a cuestionarlo, sin embargo, estas nuevas medidas están muy lejos de lo que pretenden los sectores afectados.
Más allá de toda estrategia política del PP para hacer pasar por validos los Presupuestos Generales, de lo que no cabe duda es que estos presupuestos van a ser uno de los principales quebraderos de cabeza en 2016 para el conjunto de la clase trabajadora y los sectores más pobres y desprotegidos, gobierne quien gobierne.
