Estamos a menos de una semana del comienzo de la Prueba de Transición (PDT, ex Prueba de Selección Universitaria) y grandes debates se han generado en torno a esta “nueva” prueba. ¿Se debería rendir? ¿Es lo mismo que la antigua PSU?
Jueves 31 de diciembre de 2020
El lunes 21 de diciembre la ACES se tomó el DEMRE en Ñuñoa y convocaron a un boicot similar al que se hizo con la PSU a principios de este año y posterior a la rebelión. El Gobierno cambió una prueba por otra para seguir manteniendo una educación para ricos y otra para pobres. Este año las movilizaciones contra la PSU no eran por una prueba diferente, era por no tener pruebas estandarizadas ni ningún filtro de acceso que lo que hace no es medir conocimientos sino que el liceo de procedencia, ¿por qué a los privados les va bien y a los públicos mal? porque la educación es precaria, con colegios que se caen y tienen sobre 40 estudiantes en cada sala.
El 2020 estuvo marcado por la pandemia del coronavirus, nuestras familias fueron suspendidas y despedidas de sus trabajos por la maldita ley de protección al empleo, firmada por la derecha de la UDI y la oposición del Frente Amplio y el Partido Comunista. Nos vimos atrapados en precarias clases online sin ninguna garantía para nuestro aprendizaje integral y continuaron con la brutal represión cada vez que nos manifestamos por la libertad de las y los presos políticos de la revuelta y mapuche, todo esto es un claro ejemplo de cómo la herencia de la dictadura se mantiene más viva que nunca hoy. Fueron los partidos del régimen quienes administraron esta herencia, continuaron privatizando nuestros derechos, nuestros servicios y nuestros recursos, para beneficiar a un puñado de familias como Luksic, Von Appen, Angelini, Matte y Piñera.
Quieren que realicemos una prueba después de un año donde nos vimos afectados económica y subjetivamente, sin aprender los contenidos del currículum académico por la ineficiencia de las clases online, sobre todo en los sectores más pobres de nuestra población. Mientras la educación se cae a pedazos, el gobierno criminal de Piñera destina millones y millones para fortalecer a los pacos y milicos. Para resguardar la realización del examen dispondrán de seis mil carabineros en las sedes de rendición, un amedrentamiento y amenaza a las y los secundarios que nos movilicemos esos días.
En este contexto es necesario fortalecer la autoorganización de les secundaries y movilizarse por el fin de la PDT, avanzar hacia un acceso irrestricto a la educación superior junto con una educación pública, gratuita y de calidad, laica, democrática y no sexista, porque no podemos apelar a la voluntad de los gobiernos de turno que desde el inicio de las movilizaciones por una educación de calidad sólo se han preocupado de reprimirnos, y menos aún podemos confiar en un gobierno como el de Piñera, que en su primer y segundo mandato no ha hecho más que declararnos la guerra a quienes nos movilizamos.
Vimos en cada movilización estudiantil a cientos de pacos reprimiéndonos, y desde octubre del año pasado la represión a les estudiantes, trabajadores, mujeres y pobladores movilizados ha aumentado significativamente cuando fuimos miles en las calles a lo largo de todo el país protestando en contra del Chile de los 30 años.
¿Cómo avanzamos a una educación pública, gratuita y de calidad?
Las prioridades del Gobierno están claras, resguardar el bolsillo de los empresarios y destinar más dinero para la policía y Fuerzas Armadas, razones por las cuales la educación, la salud y las pensiones no tienen fondos. Es por eso que junto con la lucha por acabar con la educación de mercado tenemos que ir por la disolución de la policía y por ni un peso más para represión, para destinar esos recursos que se usan para reprimir a quienes nos movilizamos en una educación de calidad, junto con la nacionalización de los recursos naturales como lo son el agua, el cobre y los bosques.
¿Es posible conquistar estas demandas dentro de la convención constitucional?
Los partidos tradicionales nos quieren hacer creer que todas las demandas que levantamos en la rebelión serán dadas en la convención constitucional, pero ¿podemos realmente confiar en quienes en 30 años no cambiaron nada? Sabemos que demandas como la nacionalización de los recursos naturales y disolución de la policía no podrán ser discusión dentro de la convención, sumándole además el quórum de 2⁄3 que le da poder de veto a la derecha para anular cualquier conquista progresiva que vaya a favorecernos.
Les secundaries durante años demostramos en las calles la enorme fuerza que tenemos, y es esta misma fuerza la que debemos desarrollar en conjunto a las y los trabajadores, el movimiento de mujeres y la juventud precarizada para poder conquistar todas nuestras demandas.
La Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (CONES), dirigida por las Juventudes Comunistas del PC y los secundarios del Frente Amplio, como RD, lanzarán candidatos a la convención, mientras que la ACES a pesar de la denuncia a las trampas del proceso, no considera necesario utilizar esa tribuna para denunciar todas las problemáticas que tenemos les secundaries. Ninguno de estos grupos de secundaries ha consultado a las bases qué es lo que de verdad queremos, y lo más importante, cómo vamos a unificarnos para luchar en conjunto a otros sectores por nuestras demandas.
Por esto desde la agrupación anticapitalista Vencer estamos lanzando la candidatura de Suely Arancibia en el distrito 10 junto a la lista de trabajadoras y trabajadores revolucionarios, para que la juventud revolucionaria que fue protagonista de la rebelión y que nos dejaron fuera del proceso por ser secundarios, sea partícipe del proceso para que se acabe el negocio educativo y para que nos organicemos en común en una perspectiva anticapitalista que enfrente las trampas del proceso y organice la fuerza social que demostramos en la rebelión para cumplir nuestras demandas de octubre.